Amortentia - [Taekook - Vkook] +18

Capítulo XI🎆

- Disculpa, nos conocemos? - preguntó Jungkook sin poner mucha atención a las palabras de la chica.

- Lamentablemente no, pero eso se puede arreglar - La mujer se acerco gracilmente a Jungkook y deslizó la palma de su mano por su pecho - Hmmm... músculos bien trabajados.

Jungkook quitó la mano de SuRang bruscamente de su pecho. Pudo sentir un aura extraña proveniendo de ella y supo que no debía inmiscuirse con esa mujer.

- Permiso, definitivamente no nos conocemos y en realidad no tengo interés, estoy ocupado en este momento y le recomiendo que evite tocar personas que no conoce, es muy maleducado de su parte. Buenas noches - el joven se dispuso a seguir con su camino pero luego de un par de pasos sintió unas especie de garras enterrándose en su hombro.

- Y tú no crees que es maleducado de tu parte dejar a una bella dama sola en la noche hablando sola? Hmmm... acaso no te gustaría saber con quien se fue a encontrar Taehyunnie? Para qué necesitaba ese dinero que, según veo, lo ayudaste a juntar con tanto esfuerzo y ahínco? - Los ojos de Jungkook se abrieron, la verdad es que la curiosidad lo carcomía por dentro, se detuvo en seco y miró a SuRang directamente.- Jajajaja, no me digas? Ni siquiera se molestó en decírtelo? Mi Taehyunnie no cambia... y a ti... te debe importar mucho la pequeña y seria rata para haberlo ayudado sin chistar, sin siquiera saber para quien realmente trabajabas. Pero no te preocupes, yo soy buena, yo si te voy a contar, sí sí, con lujo de detalles, todo eso que quieres saber de Taehyung- SuRang sonrió torcidamente. Jungkook sabía que no era una buena idea escucharla y quedarse en ese lugar, lo podía sentir, pero la necesidad de saber le ganó y decidió quedarse.

- Qué es lo que quieres, por qué me buscaste a mí y cómo sabes tú que conozco a Tae? - Preguntó directamente, no se dejaría intimidar. Si bien quería saber qué mierda pasaba y de qué se trataba todo este embrollo, no dejaría que la mujer que tenía enfrente jugara con su mente.

- Uy pero que serio, esa cara tan linda se vería mejor sonriendo. Ya veo por qué a Taehyung le agradas, debo admitir que Taehyunnie tiene buen gusto. Bueno, no por nada gusta de mí, ajajajaja. - Jungkook frunció el ceño - Mi nombre es SuRang, seguramente no me ha mencionado. Yo soy la persona que lleva más tiempo en la vida de Kim Taehyung, imagina el privilegio. Déjame decirte algo... sólo porque me agradas... aléjate de él si no quieres que te tiren a la basura. Taehyung es una persona que no es capaz de sentir afecto por nada ni nadie, porque nunca nadie lo quiso a él... su corazón está frío como el hielo, no pertenece a ningún lado, excepto junto a mí, porque él y yo somos iguales. Es una mente perturbada, no sabe querer, mucho menos amar, despiadado desde la cuna, lo puedes ver en sus vacíos ojos, no es más que escoria humana, y tú... tú serás desechado, solo debo chasquear mis dedos, y cómo un perro leal a su dueña, vendrá a mì y hará todo lo que yo le pida. Para quien crees que es el dinero por el cual trabajaste tanto?. Quiero que hagamos un nuevo trato... la verdad no estoy interesada en él de la forma que tú crees, pero solíamos ser una excelente dupla... sin él estoy desprotegida de los hombres despechados que no son capaces de aceptar la vida sin mí. Tae solía ocuparse de ellos de la forma más violenta y despiadada... Es hora de que vuelva al lugar donde le corresponde. Aléjate de él, piérdete y deja que Taehyunnie vuelva a mí... seguro no te cuesta nada, quién quiere a ese pendejo de mierda en su vida de todas formas. Me aseguraré de que recibas una jugosa suma de dinero a cambio. Ya ves? Dinero a cambio de basura, no puede haber mejor trato!

A medida que SuRang hablaba, el rostro de Jungkook se iba ensombreciendo. Era cierto que Jungkook no sabía mucho sobre Tae y su pasado, pero no le gustaba nada la forma en la que esa mujer se expresaba de él. La última frase desencadenó su furia.

Acorraló a la mujer, empujándola contra la pared de un callejón, SuRang quedó inmóvil, miró a Jungkook a los ojos y pudo ver oscuridad. Inmediatamente sintió pánico, no lucía igual que hace cinco minutos, su mirada de cachorro que brillaba destelleante, había desaparecido. En su lugar, unos ojos oscuros, intensos amenazantes, que cual gacela acorralada no pudo moverse, presa del miedo.