Prólogo

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Atsushi había conocido a Dazai Osamu en unas clases de fotografía.

Fue su mentor y le ayudó a ponerse al día con las clases; desde el primer momento le había parecido la persona más extravagante que jamás había visto.

Una de las primeras cosas que le había quedado claras después de juntarse mucho con Dazai, era que nunca jamás debía fiarse de las apariencias.

Pero no pensó que esa misma lógica se aplicará también a las relaciones, sobretodo amorosas.

Es por eso, que le pilló desprevenido el hecho de que su amigo y mentor estuviera en una relación romántica con, nada más y más menos, que la persona con la que más discutía, Nakahara Chuuya.

Justo en frente de el local en el que hacían el curso de fotografía, había un Dojo de Karate con bastante reconocimiento; allí entrenaba un pelirrojo temible y con más de 20 años casi de experiencia en ese arte marcial.

Se lo conocía por haber ganado una cantidad absurda de campeonatos estando aún en sus veinte, y por ser el mejor a nivel regional; si se lo propusiera, probablemente también sería campeón a nivel nacional.

Lo más sorprendente era que, a pesar de su baja estatura, era capaz de luchar contra oponentes que le duplicaban o incluso triplicaban el peso.

Su mentor y ese sujeto tan temible se llevaban como el perro y el gato.

Nunca estaban de acuerdo en nada; siempre que estaban en el mismo lugar, de alguna manera acababan en una discusión por cosas absurdas.

Es por eso mismo, que se sorprendió cuando se enteró de que ambos eran pareja desde hacía ya mucho tiempo.

Cuando "Te Odio" Significa "Te Amo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora