Cuando "te odio" significa "te amo"

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Nunca pensó que vería a su amigo besarse con aquel que era su "acérrimo enemigo".

Pero así era.

Chuuya había participado en un combate a nivel nacional; había quedando campeón y ahora era, oficialmente, el mejor a nivel nacional.

Cuando llegó con los demás chocó puños con unos, abrazo a otros y fue felicitado por todos.

En esos momentos de felicidad llegó Dazai, que se había marchado un momento para contestar una llamada muy urgente.

En cuanto puso un pie en el campo de visión de el más bajo, este se desintereso de manera total por lo demás y fue a toda velocidad hacia el más alto para acto seguido colgarse de su cuello y darle un beso que fue rápidamente correspondido mientras era sujetado de la cintura.

¿Qué acababa de pasar? ¿Por qué se estaban besando? ¿Era un fallo en la matrix? ¿Se había vuelto el elegido?

Entre los presentes hubo reacciones variadas, desde miradas de ternura hacia la aparente pareja, un par de risas y alguna persona que apartó la mirada para darles privacidad.

Pero no había ni una sola de desconcierto. Únicamente la suya.

Alguien sí que pareció notar su cara fue Gin.

"¿Pasa algo?"

"Ellos... Ellos..." Dudo un poco antes de formular la pregunta "¿Ellos son pareja?"

La chica alzó una ceja interrogante y luego tocó el hombro a su hermano que bajo la mirada hacia ella.

Gin miró a su hermano, luego miró a Atsushi con la ceja nuevamente alzada para luego señalar a la pareja con la cabeza y de nuevo a Atsushi.

El otro la entendió a la perfección.

"Ya te lo dije, es muy denso" Explicó Akutagawa con su voz habitual, aunque con un toque divertido y cansado.

"Pero esto es exagerado" La chica parecía muy sorprendida y su hermano, como respuesta, solo le dedicó una expresión resignada.

"No se lo tomes en cuenta, confundió un gato con un tigre"

"Fue UNA vez" Reclamó indignado de que le siguiera recordando ese error tan absurdo mientras hablaban de lo denso que era.

"Era un gato, Jinko, un gato" Su ceño estaba fruncido mientras le repetía esa frase que había oído ya más veces de las que podía o quería contar.

"Desgraciadamente, esa momia hace a mi Chuu muy feliz, y viceversa" La voz de la prima de Chuuya se oyó tras ellos "No estoy muy de acuerdo con ello pero se nota el cariño de lejos, ¿Acaso necesitas gafas?"

Elegante pero de labia letal era la mujer, que habiendo oído la conversación, obviamente había decidido colaborar en hundir al pobre chico.

"Pero si siempre discuten, y Dazai siempre le molesta, y se odian" Sabía que estaba equivocado, pero aún no lo entendía.

Se sentía como si acabasen de decirle que la tierra era cuadrada o que el cielo era marrón.

"No puedes estar hablando en serio" Kouyou suspiró antes de responder "“Discuten” mucho porque les divierte, y ni siquiera son cosas serias. Dazai siempre molesta a Chuu como molesta a todo el mundo, solo que con el es además para expresar cariño y llamar su atención, como un niño pequeño. ¿De donde has sacado tu que se odien?

Definitivamente Atsushi ahora se daba cuenta de muchas cosas.

Lo pensaba mejor y se daba cuenta de que había muchos más signos a favor de que eran pareja de los que creía que había para creer lo contrario.

Sin ir más lejos en el primer encuentro que había presenciado; Dazai había dicho que Chuuya era muy fácil de leer, eso quería decir que ya se había visto antes y se conocían muy bien, al punto que Dazai se sabía los patrones del otro a la perfección.

También estaba el tema de los batidos; si sabían tanto era porque lo habían discutido antes, no es un tema que salga con cualquiera, si además añadía que aparentemente les gustaba “discutir” por tonterías adquiría mucho más sentido.

El día en el cine, después se la película Chuuya había vuelto con un peluche de un labrador y con un batido de fresa y chocolate; probablemente Dazai se los había comprado para ganarse su perdón. Por eso su expresión de tristeza al volver ese peluche no parecía nada barato.

O el robar la comida, la confianza con la que Dazai lo había hecho, y el como Chuuya se lo había tomado, era una reacción de amigos, o como mínimo, de unas personas que se conocen desde hace mucho tiempo.

Se podía a añadir a los datos que daban pistas que Kouyou se parecía llevar muy mal con Dazai, lo cual, ahora que lo pensaba, eran probablemente por celos de casi hermana mayor sobre protectora.

Para la gota que colma el vaso, estaba el día del accidente, Dazai había salido corriendo a ver al otro, no había sido con la intención de molestar o algo así. Realmente, era una teoría que ahora le parecía la meca de lo absurdo.

Además de que Dazai había estado mirando el móvil a cada momento desde ese día por una buena temporada; probablemente por si el pelirrojo estaba indispuesto y le llamaba.

Había estado muy ciego desde el principio; se había quedado con la idea más errónea posible de la situación, viéndolo todo desde el filtro más absurdo del mundo, cegado por esas "discusiones" sin maldad y ahora se daba cuenta.

Por si aún le quedaba alguna duda, la feliz pareja que se acercó de nuevo al grupo se las quitó por el simple echo de que se estaban tomando las manos muy felizmente.

Ya no podía estar enfadado con el apodo de Akutagawa, tenía razón, podía llegar a ser muy lento.

Y es que el lenguaje del amor a Atsushi siempre le resultaría un misterio, sobretodo cuando "te odio" significa "te amo".

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