Cuando "Te Odio" Significa "Te Amo"

Discusiones por comida

La siguiente vez que los vio juntos fue en una cafetería en la que su amiga de toda la vida, Lucy, trabajaba.

Habían ido el, Dazai y Akutagawa bajo una escusa, que por obviamente había puesto el mayor, de que debían aprender a llevarse mejor si querían sacar el máximo provecho a sus trabajos. Además de que decía que quería presentarles a alguien que les podría ayudar.

Aunque, si las razones honestas fuesen dichas, realmente era solo para poder hacer que ellos pagarán todo a medias por el.

No llevaban más que unos 10 minutos en el lugar, los cuales habían pasado hablando de cosas variadas, cuando la campana del local sonó, dejando pasar a un pequeño grupo de varias personas.

Una de ellas era una muy buena amiga de Dazai, Yosano Akiko, al lado de ella venía una chica alta de pelo rosa y tras ellas estaba el temido pelirrojo.

"....y por eso sostengo mi teoría de que las zanahorias van a conquistar el mundo" Dazai les había estado contando una teoría digna de un drogadicto con un unicornio por cerebro cuando vio a los recién llegados "¡Venid!"

Los llamados fueron a la mesa y se sentaron con ellos.

"Kouyou, estos son Atsushi y Akutagawa, están bajo mi tutela y necesitan una pequeña ayuda para aprender a sacar fotografías de gente"

"Hola, soy Koyo Ozaki, modelo y fotógrafa profesional" La mujer les dedicó una sonrisa elegante "Será un gusto trabajar con vosotros"

"A todo esto, anne-san, ¿Por qué me has obligado a venir?" El chico de ojos azules se cruzó de brazos con una mueca de disgusto.

"Ya te lo he dicho, Chuu, necesitaba que alguien me ayudará a llevar mis maletas"

Y en efecto, si mirabas fuera había un coche con varias maletas llenas de ropa.

"Si por mí fuera" Añadió la mujer "me haría ido a descansar de el viaje en avión en vez de ayudar a los aprendices de Dazai" Dijo el nombre del chico como quien soltaba una palabra asquerosa y miraba al nombrado como cara de asco "Pero claro, me lo ha pedido Yosano y no me podía negar"

Aquello le extrañó, ¿De donde había venido? ¿Porque le desagradaba Dazai? Además de por lo obvio, claro. ¿Lo hacía por Yosano? ¿O porque estaba Chuuya ahí?

"Lo mismo digo" Dijo el pelirrojo.

Con el rato obtuvo las respuestas deseadas a casi todas sus preguntas, exceptuando a la segunda.

Kouyou era modelo y fotógrafa, como ya sabía, pero lo que no sabía era que también viajaba de un lugar a otro; justo ese mismo día había vuelto de un largo viaje a París.

Yosano y ella eran amigas de confianza desde hacía años y por eso lo hacía por ella, además, ella era la dueña del coche.

Y Chuuya era primo de Ozaki, por eso estaba allí.

"Tengo ganado, ¿Eh?" La mujer de pelo corto se rió sabiendo que ambos habían venido porque ella se lo había pedido, ser la mejor amiga de la familia tenía sus ventajas.

Mientras la mujer, con ayuda de Yosano, les explicaba sobre varios temas sobre fotografía, ángulos e iluminación; a su lado se desarrollaba otra conversación totalmente distinta.

El pelirrojo y el castaño estaban debatiendo sobre sabores de batido, una cosa que sería muy absurda para otra gente, pero que, por el tono que estaban usando, era obvio que no era en absoluto algo absurdo para ellos.

"Te digo que el de fresa es MUY superior" La indignación de la voz del menor era obvia.

"Te digo que no, el batido de chocolate es la mejor creación humana"

La discusión había empezado con algo tan absurdo como que Chuuya había pedido un batido de chocolate y al tomar el primer sorbo había comentado al aire.

"Los batidos de chocolate son los mejores"

Y Dazai, el cual tenía uno de fresa, se había ofendido, dejándolo claro al responder:

"Están muy bien, pero los de fresa son mil veces mejores"

Si Atsushi creía que era imposible crear un debate con datos científicos sobre el porque un batido era mejor que el otro, era porque no los había visto discutir antes.

Estaban argumentando sus posiciones sobre porque su batido era mejor de una manera mucho más profesional que muchos políticos en debates, aunque tampoco es que eso fuera muy difícil.

En algún momento, dejó de prestar atención a la mujer para centrarse totalmente en ese peculiar dúo que, al final, llegó a la conclusión de que ambos batidos eran muy superiores al resto, y que los de vainilla eran un sacrilegio en comparación a los demás.

Eso lo sintió como un ataque directo ya que los de vainilla eran sus favoritos, pero prefirió no decir nada.

Si eran tan terroríficos debatiendo por separado; no los quería imaginar con un enemigo común, menos cuando el era ese enemigo común.