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Un, dos, tres golpecitos e Izuku se levanta a mitad de la noche. Katsuki le hace señas de que no haga ruido y, a hurtadillas, llegan a la entrada donde le indica que se ponga los zapatos. Salen del departamento evitando el ruido, andan hasta la banqueta y se sienta en ella. Izuku se queda de pie, a sus espaldas.

—Lo siento, debí contarte la verdad desde un inicio.

El pecoso desvía la mirada, si bien es algo superior a lo que él pensaba, no pueden prohibirle el miedo por sentirse desplazado por uno de los primeros amores de su novio, aunque decir "primeros" es una manera de no romper su corazón.

El primer amor es el más intenso por no saber como actuar, lleno de romance y dolor por igual. Ese es el papel de Todoroki.

El segundo amor refuerza, trae valentía y ganas de superación. Especial, guerrero. Ese es el papel de Kirishima.

Lo cierto es que Izuku se ha enamorado también. Alguna vez de Uraraka a la que le tiene un profundo cariño actualmente, en otra ocasión de un chico con el que descubrió que le gustan los chicos.

Al menos ambos son el tercer amor del otro.

Se sienta al lado suyo, apoya su cabeza en su hombro. Toma su mano, acaricia sus dedos un tanto temeroso. El rubio no hace movimiento alguno, se queda quieto.

No siente la necesidad de contestar porque su cuerpo se ha movido solo y en Katsuki una débil sonrisa se asoma en su cara. Él también se esfuerza en hacer una para demostrarle que estará ahí para darle fuerzas.

—Demos lo mejor de nosotros, ¿está bien?

—Es la tercera oportunidad.

—Para un tercer amor, está bien —el pecoso besa su mejilla, luego el rubio besa sus labios y se quedan juntos en la banqueta disfrutando de la brisa de la noche bajo el cielo nocturno.

La pancita de KacchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora