Capítulo 3: " Cambios"

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Norton Campbell

Han pasado unos días desde que empezaron y Luchino está un poco raro, hay días en los que llega a casa y se ve tan malhumorado que mejor ni me le acerco, ya llevo cinco días sin hablarle, hoy me veré con Aesop para saber que está pasando, él está adentro de ese experimento, él debe saber porque mi esposo tiene esos raros cambios de humor, porque si debo ser honesto, a veces me da miedo verlo así, y no me le acerco porque....bueno, eso creo que ya se sabe solo.

Me tocó esperar a que él se fuera para que pudiera salir, apenas se fue y me aseguré de que estuviera algo lejos de casa, alisté mis cremas, mi sombrero, ya que debo cuidarme bien del sol, no puedo dejar que el sol me de en la cara, pero ya me acostumbré y me queda bien, ahora si, salí y aprovechando que voy a estar fuera un buen rato, puedo comprar comida y cosas que necesito...

Primero salí a comprar comida, es lo primero que debo hacer, mucha fruta y verdura, nosotros casi no comemos carne, por ahí unas dos o tres veces al mes, desde pequeños siempre fuimos así, aunque bueno, unas chuletas de cerdo no harían daño, además aprendía  hacerlas bien, y que queden con muy poca grasa, ahora si, me aseguré de que tuviera todo y regresé a casa a acomodar todo de una vez, no creo que Luchino esté de humor para comprar así que menor lo hago yo.

Y me eché crema, no he sentido picor ni ardor en la quemadura, me eché crema nuevamente y volví a salir, almorcé afuera, que delicia, a veces olvido lo mucho que me encanta salir, y después de comer, entré al centro comercial a comprar mis cosas, un nuevo cepillo, más cremas ya que, aún no se acaban, pero me gusta prevenir eso, y compré donas, las amo, ya sean con mucha o poca azúcar, me encantan, del resto del día, me quedé viendo cosas, caminaba por ahí, hasta logré dar un paseo por el parque, que parece un bosque, pero aún así es hermoso, siempre tuve esa amor y pasión por la naturaleza, por ejemplo, no puedo ver sufrir un animal, para mi es como una tortura, recuerdo que cuando era joven, habían empezado esas protestas por el maltrato del medio ambiente, y con 14 años, me uní a esa causa, y menos mal, cerraron esa fábrica, además, se dio a la luz que usaban pruebas en animales, mi mamá me dejó adoptar un conejo, y adopté un sobreviviente a los químicos, ya no tenía un ojo, pero no me importó, lo cuidé bien hasta su último día, logré darle una vida feliz.

En la tarde...

Me encontré con Aesop, se ve algo alterado, aunque trata de mantener que está calmado, fuimos a un café y nos sentamos a hablar.

Norton: No actúes conmigo, sé que estás tenso, ¿qué pasa?, suéltalo.

Aesop: Bien- suspiró- el experimento va más lento de lo que ellos esperaban, no hay resultados ni físicos y químicos, hacen exámenes todos los días y he escuchado que no hay nada- se ve mas calmado- Joseph está estresado, hay días en los que me quedo en casa para calmarlo un poco, pero no surte efecto, de verdad me preocupa, pero no le hablo por temor a que reaccione de mala manera.

Norton: Lo entiendo, y te preocupa que tu bebé sufra eso- asintió con la cabeza.

Aesop: Edgar- lo miré y acarició su pancita- se llama Edgar- sonreí, veo que no todo es tan malo en estas situaciones- he pensado que, como en unos días es mi descanso, quiero que vayas conmigo a mi casa de verano, ¿la recuerdas?

Norton: Si, donde íbamos a la laguna a nadar y a veces a almorzar- asintió- claro que voy, necesito un descanso del malhumorado de Luchino, está peor que Joseph, hay días en los que ni lo miro, de verdad da miedo- después de eso hablamos de otra cosas, necesitamos calmarnos, y más por Aesop, por mi estoy a salvo, me despedí de Aesop y regresé a casa por la noche, pero no me esperaba....

En la noche...

Llegué a casa, al ver el abrigo de Luchino supe que ya estaba en casa, cerré la puerta y fui a la cocina a tomar algo, subí a la habitación a cambiarme y echarme mis cremas....

Luchino: ¿Dónde estabas?- ay dios, bueno, su tono de voz esta neutro, será mejor que le responda.

Norton: Con Aesop, salimos y regresamos a casa, ¿tardé mucho?

Luchino: ¿Solo eso?, veo que compraste cosas y saliste sin mi permiso- un momento, ¿me está hablando como un machista?- ¿por qué no me dijiste nada?- me calmé y se lo dije de la mejor manera.

Norton: Te la pasas malhumorado todo el tiempo, da miedo hablarte, por eso no te dije nada- hubo un momento de silencio, necesito aire, bajé al jardín, me senté en una de las rocas grandes, puse mis pies en el agua y suspiré, al rato escuché pasos..-¿ahora qué?

Luchino: Lo lamento- lo miré mal- lo digo enserio, a veces olvido que ya no trabajas a mi lado como era antes...extraño esos días, todo era más fácil, contigo todo se resolvía, hacías ver que todo era tan fácil- me recosté en su hombro- te extraño mucho.

Norton: Yo también extraño esos días- pasamos la noche juntos, sin una palabra más.

Hasta el próximo capítulo....


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