Aesop Carl
Ahora que todo esto ha terminado, almorcé tranquilo en la pequeña sala, al menos una parte de esto está hecha, ahora debo enfrentar mi peor temor, hablar con Joseph, pero se lo prometí a mi bebé, debo hacerlo, cuando ya iba saliendo, olvidé que había dejado unas cosas en las bodegas de ácido, es peor de lo que suena, pero debo ir, porque después de este día, no volveré jamás a este lugar.
Aesop: Vamos rápido y a casa, ¿si?- Edgar me pateó suave- está bien, vamos.
Caminé hacia las bodegas y logré recoger mis cosas, pero al escuchar ruidos me asusté, miré a mi alrededor y aceleré el paso, no quiero que pase nada, y ya no me puede pasar nada, mi bebé depende más de mí que antes, al olfatear un olor desagradable, me tapé la nariz mientras buscaba mi máscara, cuando me la puse, vi que el ácido se regó, corrí a las plataformas que llevan al segundo piso, al ver todo....sentí un vacío horrible, es como estar en una pesadilla, mientras trataba de salir, sentí un dolor en mi vientre, no Edgar, no me digas que hoy es....necesito salir o ambos vamos a morir aquí, al ácido me seguía por donde quiera que vaya, cuando iba a las escaleras, me tocó hacerlo con cuidado, ya no puedo bajar como antes, y odio eso, pero la salida estaba bloqueada, la otra queda lejos, pero no tengo opción.
Corrí recordando todos los momentos que pasé aquí, algunos buenos, otros no tanto, pero...en cierto modo, fui feliz aquí, eso no puedo negarlo....a medida que trataba de llegar, de alguna manera al ácido me ganaba, y no importa cual pasillo tomaba, siempre estaba obligado a tomar otro camino, ¿será que si saldré de aquí?, cuando esos dolores regresaron, traté de mantenerme fuerte, siempre pude, hasta en los peores momentos, cuando veía que estaba cerca, realmente creí que lo lograría, pero al ver que ya no tenía salida, el dolor hizo que quedara en el piso, lo lamento Edgar, esta vez no podré salvarte, perdóname por todo....
Días después...
Abrí los ojos, ¿dónde estoy?, no puedo ver bien, cuando pude enfocar bien mi visión, estaba en el hospital, ¿pero cómo...?, estaba seguro de que estaba solo en ese lugar...en eso Emily apareció..
Emily: Hola Aesop, me alegra que hayas despertado, hay mucho que decirte- me senté y presté atención- primero que nada, tu y tu bebé están perfectamente bien, no tiene daños superficiales, y segundo, llegaste aquí porque tu esposo te trajo- me sorprendí cuando dijo eso...- llegó llorando contigo en brazos, cuando le mostramos a su bebé, no dejó de llorar, ni cuando le dejamos verte, estaba tan asustado y creo que algo adolorido en su interior, que tuvimos que convencerlo por tres días para que se calmara en casa, pero no dejó de visitarte, y no dejó de llorar- suspiré- descansa un poco, él vendrá, siempre viene por los dos.
Apenas se fue me puse a pensar en todo, no tenía esto en mis planes, pero al escuchar todo lo que me dijo Emily, jamás imaginaría a Joseph llorar, pero veo que las cosas cambian, él si cambió después de todo, se ganó mi oportunidad, sonreí para mi mismo, pero dejé de hacerlo cuando abrieron mi puerta...
Joseph Desaulniers
Apenas abrí la puerta, al verlo despierto, al ver esos ojos, solo corrí y lo abracé, de nuevo mis lágrimas cayeron como todos los días, mis sollozos salían sin problema, al sentir sus brazos, lloré aún más.
Joseph: Amor perdóname, te hice tanto daño a ti y al bebé, para cuando me di cuenta, llorabas a mis espaldas, por favor no me dejes, no quiero que te vayas, puedes dejar de hablarme pero no me dejes, puedo aceptar que mi hijo me odie....- sentí sus caricias en mi cabeza, había olvidado lo bien que se sentía, me aferré más a él.
Aesop: Ya me contaron lo que hiciste, gracias por salvar mi vida y la de nuestro hijo, con eso estás perdonado, demostrarte que si te importamos, con eso tengo todo suficiente- lo miré, me daba esa bella sonrisa que soñaba con ver, dejé que me consolara, lo necesito tanto, cuando logré dejar de llorar me dejaron estar con él, me subí a la cama y jamás me separé de su lado, cuando entraron con nuestro bebé, sentí algo bonito en mi pecho, dejé que Aesop lo cargara, le dio de comer y cuando abrió los ojos..- son como los tuyos.
Joseph: Solo uno- me miró y me retiré el lente oscuro que cubre mi ojo derecho, se sorprendió- ya no tengo los dos ojos azules, solo uno y el otro es... naranja, es una de las consecuencias por volverme loco y malhumorado- dejé que acariciara el contorno de mi ojo.
Aesop: No se ve mal, no tienes porque esconderlo- solo para ti, del resto, me toca esconderlo en público- ya quiero volver a casa.
Joseph: Lo sé, y esta vez jamás los dejaré solos- besé su frente y me aferré a ellos, prometo no volver a separarme ustedes, no después de...casi perderlos.
Hasta el próximo capítulo.....
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Nuestro Experimento
FanfictionDesde que nos casamos, hemos experimentado tantas cosas juntos, y aunque hayan complicaciones y reacciones inesperadas, no dudes que te amo.