CAPÍTULO 12

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Acababa de corregir y calificar el último ensayo de la pobre e ignorante alma de su estudiante número 50 y tanto.

Había terminado todos y el reloj apenas marcaba las 6.58 de la tarde. Changbin podía ver por la ventana de su oficina la tranquilidad del día casi como si fuera una mentira, y aunque dentro de sí sabía que sus sentimientos conflictivos no tenían por qué repercutir en el común rutinario de los pobres y simples plebeyos que caminaban por el campus, seguía creyendo que no era justo. Si ahora sus problemas se sentían el fin del mundo para él, el mundo debería responder y actuar como si estuviera llegando a su condenado fin, porque si no eso significaba que Changbin estaba comportándose como una niña de trece años dramática y extra y Seo Changbin no podía vivir con eso.

Seo no era una niña de trece años dramática y extra.

Era el mejor abogado del Estado, el mejor profesor de Leyes de Harvard. Usaba trajes caros que costaban más que la renta mensual de muchos en la ciudad, su rostro parecía esculpido por los dioses, su cabello era inmaculado, y todos los días salía a trotar para mantenerse en forma y atractivo para cuando Felix lo viera sin camisa. Entonces, si el 90% de Harvard estaba dispuesto a admitir que Seo Changbin era una de las personas más asombrosas de la ciudad ¿Por qué se sentía tan desmotivado, idiota, inseguro y, peor, común a la vez?

¡Común! No había trabajado tan duro para llegar a donde estaba ahora para sentirse como un condenado Común. Pero lo peor de sentirse común, es la consecuencia de saber que eres común. ¿Y saben cuál es? La inseguridad. Seo Changbin ahora era una persona común y silvestre con inseguridades y miedos, ¿Quién podría decirlo? Maldición. Era inaudito. ¿Y todo por qué?

Porque habían tres problemas, tres grandes problemas, que tenían a Seo con la cabeza hirviendo.

Se había dado el tiempo de escribirlos.

El primer gran problema era que Changbin y Felix se amaban como Conectados, lo cual consideraba era una verdad absoluta. El segundo era que ambos creían que eran Conectados, y el tercero...

No lo eran.

La única conclusión a la que podía llegar cuando leía su lista, era que la vida no tenía sentido.

(Y para dejar en el acta, de ninguna manera esta conclusión venía derivada ni cargada con sentimientos depresivos ni suicidas. Si no que más bien, era una declaración literal y tajante. Si el destino/ vida/mundo no consideraba racional ni lógico hacer de Felix su conectado, entonces el destino/vida/mundo no actuaba de manera racional ni lógica para Changbin)

El tema era que, Changbin ya había pensado en eso incluso antes de que Felix se mudará con él. Pero creyó que no era importante. Pensó que era la decepción del momento, que pasaría después de levantarse junto a Felix cada mañana y besarlo antes de irse a dormir a su lado. No había sido así, y lentamente, día a día, Changbin comenzaba nuevamente a resentir todo lo que tenía pero que no era.

Después de la "pelea" del otro día, los pensamientos comenzaron a ser peores.

Más caóticos, menos relacionados y definitivamente más desesperados. Seguía buscando maneras de arreglar la situación, de hacer que Felix se sintiera mejor, de encontrar una salida con sentido al puzzle que tenía enfrente, pero su cabeza y su corazón funcionaban diferentes, y mientras su corazón le decía que en cualquier momento ocurriría un desastre de proporciones, su cabeza no podía entender de dónde venía toda esta ansiedad y caos.

Si el tema era simple, ¿no? ¿Por qué necesitaba estar como disco rayado cada día pensando y temiendo a lo que podría pasar?

Changbin había basado su carrera, cementado su nombre, y destruido a sus enemigos resolviendo problemas que las personas comunes creían imposibles de resolver. Pero ahora estando en una relación sentía que el caos lentamente se los comería hasta dejarlos loco.

Black Leather - ChangLix - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora