Tan rápido como llegó a su nuevo hogar, igual de rápido pasaron los meses. Riku se volvió el pastor estrella (y el único) de la granja. Terra entrenó al lobo para acorralar a las ovejas, buscar a las vacas y juntar gallinas. Cosas que los mansos y flojos pomeranias no hacían.
-Existen para hacer compañía y adornar la casa.- Dijo Aqua divertida cuando Terra preguntó por la utilidad de ambos perritos.
Definitivamente Riku se había ganado el cariño de Terra por la gran ayuda que le daba en la granja. Ganandose su pañuelo amarillo alrededor de su cuello como prueba de que era un pastor.
-¡Te queda genial, Riku!- Sora elogió.- Eres el mejor perro pastor del mundo.
Y Riku se sintió algo avergonzado por el cumplido.
-Gracias, Sora. Y tú eres el mejor... Perrito esponjoso que conozco.
Sora dejó salir una risita y corrió alegremente con Riku detrás, una carrera a los graneros como se había hecho costumbre.
Pasaron los días, pasaron las semanas, las semanas se convirtieron en meses y los meses en un año. La primavera había llegado.
-¿A dónde vamos? -Riku preguntó mientras seguía a Sora por los prados de flores.
-Tu solo sígueme. No preguntes o te cerraré ese hocico a lamidas.
Y Riku obedeció. Siguió al pequeño Pomerania entre los arbustos, luego se adentraron al bosque por un sendero. Cerca se podía escuchar el río. Luego de varios minutos de caminata, Sora se detuvo, doblando a la derecha y entrando por un pequeño agujero en un árbol. Riku se detuvo a pensar si realmente cabía por ese agujero, pero hizo el intento. Arrastrando las patas traseras y garras en la tierra para hacer palanca, pudo pasar al otro lado, siendo recibido por un montón de flores y un claro en medio del bosque. Algunas aves cantaban y el viento volaba los pétalos bajo una casi fantasiosa brisa.
-Sora, esto es...
-Es mi lugar secreto. -Respondio Sora rápidamente, sentandose entre las flores y mirando hacia el cielo azulado.
Riku lo acompañó, sentando a su lado y contemplando el bello paraje de su alrededor completamente en silencio.
Pasaron varios minutos hasta que Sora hablara nuevamente.-Cuando llegamos a esta granja con mi hermano...- Comenzó a contar.- Estaba muy asustado. Nos habían separado de nuestra madre y hermanos, era un cachorro aún, sin saber que estaba pasando o porque nos apartaban de nuestra familia. Me sentía solo, a pesar de estar con uno de mis hermanos, era una soledad en el corazón, como si algo faltara... Y no fue hasta que Terra y Aqua nos entregaron a sus hijos, que supe lo que estaba pasando. Cuando ellos nos vieron, con esos ojos llenos de emoción... Ellos estaban igual de tristes, habían sido adoptados recientemente y no había nada que los hiciera reír con sus nuevos padres. Cuando ellos rieron al vernos y ambos adultos lloraron por la felicidad, supe porque estaba allí.
Sora miró a Riku, con una amplia sonrisa, cerró los ojos y en un momento, ese pequeño Pomerania tenía la apariencia de un adolecente, cabello revoltoso castaño igual que su pelaje, ojos azules y una sonrisa tan radiante como el sol. Su collar celeste aún estaba en su cuello, con una placa en forma de corona que tenía grabado su nombre, Cielo.
-Llegue a esta granja para llenar ese espacio vacío en el corazón de otra persona.- Continúo, cerrando los ojos para que el sol bañara su piel morena y esas pecas en su nariz.
Una vista que tenía a Riku con el hocico abierto. Nunca se había dado cuenta de lo hermoso que era su mejor amigo. Riku también decidió mostrarse como era realmente, solo una brisa, y a un lado de Sora ya había un hombre, joven de cabello plateado y largo, su piel algo morena por el sol de verano y facciones finas que no pasaron desapercibidas a los ojos de Sora.
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El lobo y El pomerania
FanfictionRiku, un lobo de plateado pelaje, hijo menor del respaldo líder de la tribu de los lobos presenta un pequeño problema... No es alfa. Pequeño problema que su manada más bien vio como una deshonra. Todos los machos hijos del líder eran alfas, y Riku n...