Mi alfa

22

Todo comenzó por una simple sugerencia de su mejor amigo.

Fue el día en el que lo invitó a su nuevo departamento para intentar calmarlo después de haber recibido una llamada suya, reclamando porque lo había dejado en el olvido.

"Mal amigo. ¿Cómo pudiste ocultarme que dejaste de ser un fracaso de omega?".

Después de lo que había pasado al final del semestre, cuando su cuerpo sufrió una revolución, ni Tharn ni él mismo recordaron avisarle que todo estaba bien, provocando que Techno pasara varios días en vela preocupado.

En ese momento todavía no tenía la confianza suficiente en el control de su cuerpo como para ir hasta la casa del pelinegro así que prefirió pedirle que viniera a visitarlo a su nuevo hogar.

Fue así como por fin le contó sobre el lío que estaba enfrentando debido al desarrollo de sus sentidos, a lo que Techno soltó una pregunta en un tono de voz que mostraba seguridad, como si la solución a sus problemas fuera demasiado obvia y sencilla.

— ¿Por qué no le pides a Tharn que te muerda?

Techno era consciente de que la relación de su amigo con el castaño no era del todo normal pero también creía que era imposible que hubiera otro alfa capaz de lidiar con un omega como Type, así que para él era raro imaginar un futuro en el que ese par no estuvieran juntos.

— ¿Por qué haría eso? No soy una vaca para dejar que me marquen.

Por supuesto, recibió la reacción que esperaba del moreno. Sin embargo, no quiso que descartara tan rápido su idea y comenzó a contarle los múltiples beneficios que la marca de un alfa le proporcionaría, como si fuera un vendedor tratando de ofrecer sus productos.

Type no estaba realmente atraído por lo que el otro estaba diciendo hasta que hubo algo que captó su atención.

— Las feromonas de otros alfas van a dejar de afectarte.

Eso sí sonaba tentador. Aun así, no quiso demostrar que estaba interesando en el asunto y fingió no tomar en cuenta nada de lo que dijo, pero una vez que su amigo se marchó, el moreno investigó todo lo que pudo sobre la marca antes de que el alfa regresara de su trabajo.

Cada palabra que leía lo hacía pensar que tal vez esta vez su amigo tenía razón, parecía ser realmente la solución a todos sus problemas. Incluso los aspectos que antes no le parecían relevantes ahora sonaban como una maravilla, como el hecho de que su celo se regule y que ya no necesite usar supresores, esto también significa no más visitas al hospital.

Después de cuatro largos años, el escudo para lograr terminar con su tortura estaba al alcance de sus manos.

Además, había algo que su mejor amigo no le dijo y que para él era la mejor parte: la marca podía ser borrada; por supuesto, esto únicamente podía ser hecho por el alfa, pero no creía que hubiera problemas, podía llegar a un acuerdo con Tharn.

Por un momento pensó que la decisión estaba tomada; sin embargo, cuando el alfa regresó de trabajar, cambió de opinión. No le parecía correcto utilizar una solución tan extrema si todavía no se había esforzado en hacer nada por él mismo.

No obstante, incluso si había descartado la idea, a partir de ese día dejó de tomar los supresores que recientemente le habían recetado; todavía no se lo decía a su doctora, pero éstos parecían ser los mejores de todos los que anteriormente le había dado ya que llevaba tiempo récord sin entrar en celo. Es por esto por lo que pensó que lo mejor sería suspender el medicamento, por si en algún momento cambiaba nuevamente de opinión ya que era indispensable estar en celo para que Tharn lo marcara. De todas formas, no le afectaría en nada hacerlo, ya había perdido la cuenta de cuántas veces había tenido relaciones sexuales con el alfa, qué más daba una vez más.