CRUSH | Donde cinco peculiares hermanas deciden enviarles declaraciones de amor en forma de cartas a sus crush antes del baile de navidad, pero firmando únicamente con el apellido.
- Me gustas.
fdo: Molina.
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— ¿De quién es esa carta Georgie? – preguntó Fred con curiosidad, pues a él no le había llegado ninguna, lo que indicaba que era muy improbable que fuera de la familia.
Selena sonrió mientras seguía comiendo con tranquilidad, ¿Así que quién tanto le gustaba a Queen era George?
— De una de mis tantas admiradoras – bromeó George sin saber que sus palabras terminarían siendo ciertas.
— Descubrámoslo hoy – aportó Fred agarrando una especie de micrófono invisible pasándoselo a George, quien abría su carta con curiosidad.
A su lado, Lee Jordan hacía un redoble de tambores en la mesa, haciendo a Selena reír, llamando la atención de Fred.
— George Weasley; buen comienzo, creo que me representa – mencionó el pelirrojo bromeando, pues no se esperaba lo que venía a continuación.
— Capta muy bien tu esencia – exclamó Fred asintiendo, intentando ver cómo seguía la carta sin que George se lo permitiera.
George continuó leyendo, mientras sus ojos no podían creer lo que veían — Estoy enamorada de ti.
— ¿Cómo? – preguntó Fred agarrando la carta, pues tenía que comprobar que eso era cierto.
— ¿No dice nada más? – preguntó Lee con una ceja alzada echando un vistazo rápido a las chicas sentadas en la mesa de Gryffindor. Supuso que sería de su misma casa, pero ninguno podía estar seguro.
— Firmado: Molina – leyó Fred en voz alta mientras el trío de amigos se miraban extrañados. — ¿Que significa?
A todo esto, Selena escuchaba la conversación con atención, pero debido a su lejanía con los Weasley ellos no podían notarlo.
— Creo que es un apellido – logró adivinar Lee con una sonrisa pícara. Ya tenía a alguien en su mente.
De manera curiosa, todos dirigieron su mirada al mismo tiempo a la misma chica. La única de la que tenían sospechas.
— ¿Tú crees que sea…? – preguntó George mirando a un lado, encontrándose con la bonita sonrisa de Selena Molina.
— No creo – quitó ese pensamiento Fred, pues no estaba dispuesto a creer que Selena estaba enamorada de su gemelo. No quería creerlo. — ¿No?
— ¿Quien más? – dijo George, pues este no había tenido contacto con ninguna otra hermana Molina que no fueran las de su casa.
Aún así, dudaba bastante que Kellane le hubiera escrito, pues las pocas veces que habían hablado había sido por cortesía o para resolver las dudas del otro de clases.
Sin embargo, con Selena sí que tenía bastante contacto. Eran amigos, por así decirlo.
— ¡Selena! – la llamó Lee haciendo que los dos hermanos le dieran un golpe indicando que se callara.
