siete |

143 31 27
                                    

Kellane no podía hacer otra cosa que llorar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kellane no podía hacer otra cosa que llorar.

Escaleras arriba, la chica rubia lloraba y lloraba mientras recordaba lo ocurrido y la humillación que había sentido.

Pansy Parkinson se había declarado mientras todos los Gryffindors miraban. Había sido horrible.

Probablemente Kellane no le gustara a Pansy, porque nadie se había interesado por ella nunca. Probablemente Pansy de alguna forma -Kellane no sabía cómo- había descubierto que a la Molina menor le gustaban las chicas y había decidido ridiculizarla frente a todos sus amigos.

Los Gryffindors la respetaban, la querían, le tenían en muy alta estima por ser la mejor jugadora de Quiddich femenina. Ahora todo se iría al traste por una Slytherin con ganas de molestar.

La homosexualidad de Kellane era algo que ella se guardaba muy en el fondo de su corazón, que solo se lo había dicho a su melliza, Gwen, y a su hermana mayor, Selena.

El mayor acto que hizo para confesarlo fue enviar esa carta a Hermione Granger. Si, a esa misma chica que no le había ni mirado durante la noche de hoy. Esa chica que solo había intercambiado un par de palabras con Kellane. Y con eso y con todo, Kellane la quería de una forma indescriptible.

Kellane en estos momentos no quería razonar, no quería pensar en la mera posibilidad de que Pansy la quisiera de verdad, porque le parecía algo imposible.

Y era por eso que no podía hacer otra cosa que correr hacia su habitación con ganas de encerrarse para no salir nunca.

Se sentía una estúpida. La mayor de las idiotas. Estúpida carta, estúpidos gustos románticos, estúpida Selena que la convenció.

Aunque no pudo lamentarse por demasiado tiempo, porque alguien la había visto salir y quería acudir para ayudarla.

- Hola - saludó una voz dulce con una preciosa sonrisa. - Te vi salir de la fiesta y quise comprobar si estabas bien.

Kellane al ver su larga y pelirroja melena la reconoció de inmediato, aunque no entendía porque la chica estaba allí.

- Estoy bien, no es necesario que te preocupes - respondió Kellane limpiando con rapidez las lágrimas que resbalaban por sus mejillas.

- ¿Por qué estás llorando? - preguntó Ginny. Aunque podía ser una pregunta un tanto intrusiva, a la pequeña de los Weasleys no le importaba.

- Nada nada, de verdad - se excusó Kellane, aún sabiendo que las lágrimas y su cara roja la delataban.

- Vi lo que Pansy te dijo abajo - continuó Ginny, abriendo la herida de Kellane. - Fue bonito, por más que estuviera en un estado bastante malo.

Pero eso último sorprendió a la rubia, quien no podía creer lo que Ginny estaba diciendo.

- ¿Bonito? - cuestionó Kellane de manera retórica. - Solo quería burlarse con sus amigos de mí.

- ¿Por qué lo dices? - preguntó Ginny sorprendida. - Vale, sé que Pansy es un poco insufrible en ocasiones, pero también sé que sus intenciones siempre son honestas, al menos desde el gran rechazo que le dio Draco en segundo año.

crush ; harry potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora