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— ¡Por Harry! – indicó Oliver dándole una palmada en el hombro al azabache, quien sonreía abrumado por tener toda la atención

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— ¡Por Harry! – indicó Oliver dándole una palmada en el hombro al azabache, quien sonreía abrumado por tener toda la atención.

— ¡Por Harry! – celebraron todos los Gryffindor, haciendo que algunas quejas por parte de los Hufflepuf comenzaran a aparecer.

Ambos equipos habían organizado tras el partido una fiesta para celebrar el triunfo de Gryffindor, así como premio de consolación para los Hufflepuf.

También habían ido un par de Ravenclaw, pero más de la mitad no era consciente del acontecimiento por su mala fama de ser unos chivatos.

Por suerte, Flich hoy tenía horas libres y no pretendía patrullar por Hogwarts. Aún así y para que los alumnos pudieran asegurarse, cierta persona sobornó a Peeves para que actuara si algo se salía de lo previsto.

Los demás profesores estarían organizando los preparativos que conllevaba el torneo de los Tres Magos y la primera prueba, que requería ciertos elementos difíciles de conseguir.

Eso sí, se habían olvidado de un pequeño factor que quizás podía arruinar su fiesta.

— ¿Qué hacen ellos aquí? – preguntó Ron mirando a Harry con asco, esbozando una clara expresión de desagrado.

— Hemos venido cómo tú, ¿Tienes un problema, Weasley? – preguntó Viena cruzada de brazos resaltando el apellido del pelirrojo con desprecio.

Tenían derecho de estar allí como los demás. Una fiesta que no necesitaba invitación no era exclusiva.

Los Slytherin habían hecho acto de presencia como si fueran reyes. La mayoría agradeció que hubieran dejado a su mejor amigo, Draco Malfoy, en casa. El rubio era el mayor aguafiestas de Hogwarts.

— ¿Y la música? – preguntó Pansy acercándose a los altavoces dispuesta a dar su propio toque a la celebración.

— Ya vienen a joder la fiesta – exclamó otro chico por lo bajo, aunque siendo escuchado por la mayoría de los presentes.

Los Slytherin tenían una manera muy característica de aportar su esencia a la mayoría de cosas, lo que a algunos le molestaba y a otros les fascinaba.

— ¿Por qué no disfrutáis y ya? – preguntó Selena, molesta por el mal ambiente que había creado la rivalidad entre casas. — No hay necesidad de protestar tanto.

— ¡Quien se queje fuera de la fiesta! – la apoyó Fred alzando tres botellas de cervezas de mantequilla en cada una de sus manos.

En seguida y gracias al ánimo de los mayores, los Gryffindor ignoraron la situación, dejando a los Slytherin pasarlo bien en un rincón apartado mientras ellos seguían a lo suyo.

Selena comenzó a bailar con el único objetivo de pasarlo bien, sin necesidad de parejas o motivos superficiales. Estaba allí y lo disfrutaba ¿Que más necesitaba?

crush ; harry potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora