Si creemos en nuestros miedos, estos se harán realidad.
Si no les prestamos atención, nos perseguirán.
Y si no los controlamos, nos consumirán.
Apolo me dijo eso una vez mientras jugábamos Mortal Kombat, nunca le preste atención hasta que me encontré atrapada en una enredadera mágica debajo del castillo en la búsqueda implacable de La Piedra Filosofal.
Voy a ser sincera soy un asco con las plantas, y nadie me va a negar eso. Intente cultivar una en el jardín de Gold Manor y se marchitó mucho antes de que siquiera pudiera tener frutos o medir más de treinta centímetros.
Cuando Hermione descubrió la forma de sacarnos de ahí estuve muy feliz, hasta la prueba de las escobas, ya que al parecer porque soy genial automáticamente lo hago todo bien y querían que fuera yo quien buscara la llave.
Tengo miedo a las alturas siento que si me elevo más de un metro voy a morir, y nada va a hacer que eso cambie. Literalmente tuve un ataque de pánico la primera vez que subí a un avión. Ahora el jet privado de mama tiene ventanas teñidas de negro para que no se pueda ver nada desde dentro y una extensa selección de películas para que me distraiga.
Ron es bueno jugando ajedrez mágico y quizás no es tan idiota, aunque estaba medio muerto y nos tocó a mí y a Mione quedarnos con él. El punto de todo esto es que Harry literalmente quemo vivo a nuestro profesor de defensa contra las artes oscuras.
¿Qué clase de alumno irresponsable asesina a uno de sus maestros?
Al final era él sin nariz utilizándolo como avatar.
Me pregunto si algún semidiós alguna vez ha hecho eso... Como sea, vayamos al punto.
Navidad.
Siete letras.
Cuatro consonantes.
Tres vocales.
Tres sílabas.
Y los sueños y esperanzas de la mayoría de los niños en el mundo.
Soy griega, devota a los dioses griegos que han decidido nunca verificar mi duda sobre si Dios con D mayúscula existe. Igual creó en el tipo, digo, todo se basa en creencias y no voy a desacreditar la existencia de algo o alguien solo porque nunca lo he visto, nunca he visto un ornitorrinco, pero no digo que no existan.
El punto es que me gusta la navidad a pesar de su trasfondo y objetivo original, que fue hacer que el mundo dejara de creer en dioses paganos. Disfruto la excusa de recibir regalos sin otro motivo que presión social, hablaremos de ese tema luego, pero olvide que exactamente lo que les iba a decir...
¡Cierto!, olvide contar como estuvo mi navidad en Hogwarts, ya que no tenía ganas de volar más de lo necesario me quede en el colegio, fue muy divertido.
Ron se quedó debido a que no quería que Harry se quedara nada más él (aunque lo niega) eso solamente me da a entender que estoy pintada en la pared, pero resulta que todo el mundo asumió que me iría a casa así que me enoje un poco.
Mis regalos tardaron un poco más de lo habitual en llegar, hable con mi madre y Arty, pero estaban raras y seguían evitando hablar del solsticio de invierno lo cual es muy raro, ya que siempre hablan de lo extravagante y aburrido que fue, así que me propuse un reto a mi misma descubriría lo que paso, lo que debió ser lo suficientemente malo como para poner tensos a los olímpicos.
No te involucres por favor...
Quisiera poder decirme eso...
Quizás todo hubiera salido mejor...
Tal vez seguirían con vida...
