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—¿A qué te refieres con algo positivo?— pregunto, mirándolo atentamente. Realmente deseaba saber qué quería decir.

Pero el cambió el tema.

—Hace frío aquí— Jungkook se levanta y toma una manta —Espero que no te moleste, hasta mañana.

—Jungkook— tomo su mano, suspiro y lo miro.

Las ganas de besarlo se apoderaron de mi, pero sabía que no estaría bien por el hecho de que no nos conocemos hace mucho y porque sería una falta de respeto hacer eso.

—¿Tae?— ríe Jungkook —¿Estás aquí?

—Ah, si si— río leve.

Quiero besarte, maldita sea.

—Hasta mañana— digo, sonriendo.

Jungkook asintió y se soltó de mi para salir de la habitación.

Me quedé sentado, frente a la ventana. Decidí hurgar en la pequeña mesa en busca de un papel y algún lápiz.

—Bingo— susurro, al encontrar lo que necesitaba.

Coloco la hoja extendida sobre la mesa, tomo el lápiz en mi mano y me dispongo a escribir.

¿Qué escribiré? Una carta para Jungkook.

Querido Jungkook, todo ha sido raro estos dos días, han pasado muchas cosas extrañas tal vez increíbles y fuera de lo común. Escribo esto más que todo para desahogarme, no puedo con el hecho de saber que te he "mentido" durante este corto tiempo. Tal vez te la entregue cuando por fin pueda salir de esta mierda, te la entregare tal vez cuando tenga el valor para decirte que me atraes. Tal vez para ese entonces me gustes, se que así será.

Si estás leyendo esto entonces, será porque te llevé a mi época, y te dire lo que deseo y desearé decirte.

Gracias por confiar en mi, eres lo mejor que me pudo pasar.

Con amor, Taehyung.•

Guardo la carta doblada en mi billetera, busco algo de ropa para dormir entre lo que compré con Jungkook, y le llevo ropa a el también.

Me dispongo a tocar su puerta, al escuchar un —Adelante— desde el interior, sonrío y abrí despacio la puerta, con una pijama entre mis manos.

—Hola de nuevo— río leve, entregándole aquella pijama y tomando asiento en el borde de su cama.

—Gracias— sonríe Jungkook, con su vista pegada a mi.

—No es nada— sonrío y lo miro también.

—¿Has podido conciliar el sueño?— pregunta el, levantándose de su lugar para irse a cambiar.

—No realmente, se siente extraño estar solo aquí.

Siento como la risa de Jungkook se escucha tras las paredes.

—¡No te rías!— reprocho, recostando mi espalda sobre la cama.

—Perdón, perdón— dice el con un tono divertido.

Cierro mis ojos y pongo mis manos sobre mi rostro, al sentir la presencia de Jungkook una sonrisa se dibuja detrás de las palmas de mis manos. Este se sienta junto a mi y comienza a conversar.

—Hoy fue un día largo— dice, recostándose a mi lado.

—Lo fue— respondo apartando las manos de mi rostro.

—¿Qué haremos mañana?

—Tal vez podamos ir a conocer un poco el pueblo.

—Es una buena idea— ríe Jungkook y toma mi mano —Ojalá no te incomode— dice apenado, yo niego con la cabeza.

Jungkook comienza a acariciar mi mano con delicadeza, masajeando mis nudillos y relajando mis tendones. Se sentía jodidamente bien.

De repente se sienta en la cama, aún con mi mano entre las suyas, ambos nos miramos fijamente y entra una corta corriente de aire, Jungkook sonríe tiernamente.

A la mierda todo

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A la mierda todo.

Me levanto de la cama, aún con mi mirada puesta en la suya, tomo su rostro con mi mano libre y suavemente lo acaricio mientras lo acerco a mi poco a poco. Realmente deseé esto desde el primer momento.

¿Qué si temía por la reacción de Jungkook? Claro que si, pero al carajo. Si algo malo pasaba, luego podía remediarlo.

Al estar nuestros labios a tan solo milímetros, Jungkook sonríe tiernamente, colocando su mano en mi nuca, sonrío igualmente, y de golpe poso sus labios sobre los míos.

Uniéndolos en un tierno y cálido beso.

𝐓𝐡𝐞 𝐬𝐩𝐞𝐥𝐥 𝐨𝐟 𝟒𝟒𝟒  [𝐕𝐊𝐎𝐎𝐊] ; 𝐒.𝐋 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora