026

39 5 6
                                    

—¿Dónde mierda estabas?— la mística, tétrica y amenazante voz de Jungkook, resonó en la habitación.

¿Donde está metido?

—¿Ah?

—Pregunté, ¿DÓNDE MIERDA ESTABAS?— sale el, del vestidor con sus manos empuñadas.

—¿Qué te importa?— digo, riendo de manera irónica —A decir verdad, no eres el indicado para reclamar algo. Ahora lárgate.

—Te detesto, Kim— me empuja contra la pared, para salir de la habitación.

Tomo un suspiro y cierro la puerta.

¿En qué jodido momento todo se volvió una pesadilla?

Amo a Jungkook, pero no quiero tolerar sus actitudes extrañas.

Y rendirme tampoco es como que sea una buena opción, se supone que debo luchar por el, pero ¿cómo?...si el tan solo me lo permitiera, sé que podría descifrar que le pasa y decirle de una buena vez cuánto lo amo.

Al comenzar a empacar mis cosas, pienso en todo lo que he pasado con Jungkook desde que lo conocí, todo fue perfecto...hasta que aparecieron esas dos víboras. 

[...]

—Señora Kim— digo, acercándome a la abuela con algunas de mis maletas en mano.

—¿A donde vas, hijo?— pregunta, mirándome con angustia.

—Uh, iré a cuidar a mi novia unos días— río, rascando mi nuca.

—Que buen muchacho eres.

Sonrío —Mire— le extiendo algo de dinero, el suficiente como para que Jungkook no tenga necesidad alguna durante mi ausencia —Esto es para pagar la estadía de Jungkook y todo lo que el requiera. Eso si, no le diga que fui yo quien se lo dejó.

—Últimamente los veo distantes...

—Si, hemos tenido algunos problemas, nada más— sonrio intentando lucir despreocupado.

—Deberían proteger su amistad, es muy bonita— sonríe con nostalgia, mientras mi respuesta es tan solo un suspiro pesado, acompañado de una sonrisa. —Una mala pasada no jugará en tu contra durante 100 años, debes aprender a enfrentar las dificultades.

Cuanta razón hay en una frase tan corta.

—Lo sé— sonrío —Solo...necesito estar con Taehyon un tiempo— tomo mis cosas para partir —Cuide mucho de Jungkook, por favor.

Ella asiente, dirigiéndose hacia mi —No te desaparezcas mucho tiempo o me preocuparé.

Ambos reímos y nos abrazamos.

—Por supuesto que no señora Kim— río, para darme la vuelta y marcharme de una vez.

[...]

Jungkook

Mierda, no— al salir de la habitación y no encontrar a Taehyung mi cabeza sólo revoloteaba con ira y tristeza. —¿Dónde está?— pregunté mirando por el portón de la casa, era imposible que desapareciera en un dos por tres.

—El no volverá en un largo tiempo— la voz dulce y calmada de la señora Kim resonó a mi espalda, haciendo así que sus palabras atravesaran mi corazón de una gran puñalada. ¿Tanto hay de malo en que se haya ido? Pasaron muchas cosas, pero también amo a mi chica. Tae es mi amigo... sólo mi amigo.

—Puedes quedarte el tiempo que quieras— mencionó ella al no obtener ningún tipo de respuesta por mi parte.

—Claro— asentí dando la espalda para salir de la casa.

Quizás no vuelva, o quién sabe.

𝐓𝐡𝐞 𝐬𝐩𝐞𝐥𝐥 𝐨𝐟 𝟒𝟒𝟒  [𝐕𝐊𝐎𝐎𝐊] ; 𝐒.𝐋 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora