Malicious - Yoonam

دم

En toda la clase no pudo concentrarse a pesar de que era de literatura, en serio que no dejaba de pensar en lo que había pasado con Yoongi, que por cierto no asistió a la escuela, estaban hablando de Fausto y por más que escuchaba cada palabra de la profesora ninguna ma entendía. Quería saber tantas cosas y tenía que esperar hasta el sábado, a pensar era Lunes.

Suspiró y cerro su libro, no servía de nada ya después se pondría al corriente, vio por la ventana y los estudiantes que estaban corriendo en su clase de deportes. De pronto sintió como su celular vibró y con sigilo lo saco de su bolsillo, era un mensaje de su novio.

[Estoy en las gradas, si estás aburrido ven conmigo]

Suspiró y guardo su celular, faltaban diez minutos para terminar su clase. La terminaría y se saltaría la clase de cálculo, vio a su profesora que anotaba algo en el pizarrón.

- entonces por favor háganme su ensayo final con apoyo de otras lecturas, yo les dejaré bibliografía y también pueden buscar más.

No entendía nada, ¿Ya le estaban diciendo de su trabajo final? El tiempo pasaba rápido, pero las dos semanas no lo harían.

Al sonar la campana tomó la mochila y salio del salón antes que el próximo profesor llegará. Bajo las escaleras corriendo, al llegar al patio camino lento, ver a Yoongi era difícil, era un demonio y se lo había demostrado, pero a pesar de eso al ver a la lejanía a ese pálido si corazón se aceleró de emoción pura.

Se estaba enamorado de Yoongi, su madre siempre le dijo que la palabra enamorarse era demasiado fuerte ya que solo se enamoraba una vez en la vida y lo otro solo eran intentos de llenar el vacío que dejó ese amor, la verdad nunca entendió esas palabras hasta ahora. Yoongi podría llegar a ser su primera amor, las sensaciones que causaba en él serían muy difíciles de igualar.

De una manera casi mecánico camino hasta las gradas dónde Yoongi estaba sentado fumando, era un día frío y con algo de niebla, al acercarse vio como la nariz de Yoongi estaba roja por el frío, eso lo hizo sonreír por lo tierno que era. Sin darse cuenta llegó hasta él, el olor a cigarrillo fue lo primero que le llegó.

- siéntate precioso- sonrió y Namjoon obedeció- sabía que vendrías.

-¿Por qué?- vio como apagó el cigarro y lo tiró al pasto.

- porque tienes demasiadas preguntas, ti nes miedo, pero al mismo tiempo no puedes evitar quererme.

Era como si pudiera leer su mente.

- puede ser- trato de no mostrarse sorprendido- eres bueno deduciendo.

- es que siempre es lo mismo- su corazón se estrujó al imaginarse que no era el primero en saber sobre su secreto.

- entonces para tí es común ir por la vida conquistando a personas, tener sexo y luego mostrarles que eres un maldito demonio- tenía ganas de llorar por todas las emociones acumuladas.

Min lo observó un momento y luego saco de su mochila una pipa, una bolsa con marihuana y un encendedor.

- no, Namjoon me malinterpretas porque tú eres la primera persona fuera de mis padres que lo saben- se sintió tonto por dudar así de Yoongi- me refiero que todos los demonios que conozco les pasan cosas similares.

Mientras hablaba preparaba todo para poder fumar, el moreno estaba atento a todos sus movimientos.

- por favor Yoongi cuéntame todo, en serio que no puedo con todo esto- el nombrado dio una calada a la pipa.

- no puedo hasta la cena, son órdenes de mi padre, no lo quiero hacer enojar porque es demasiado aterrador hasta para mí.

No podía imaginarse al señor Kim enojada, era una persona muy amable a su parecer, además que era como verse en un espejo. Lee Namjoon no era alguien violento, le gustaba arreglar las cosas pacífico sin necesidad de alzar la voz, así que no se imaginaba que Kim Namjoon fuera lo contrario, pero al fin y al cabo era un demonio, no había punto de comparación.