Filemón

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—Ohm ¿Y Nanon? —Pregunto el menor mientras veía por el departamento de Ohm. Acababan de comer una rica hamburguesa que había pedido el dueño de la casa.

—Vendrá en breve cariño, no te preocupes por eso—El castaño se limitó a asentir, no quería hacer sentir a su anfitrión que no le gustaba estar a solas con él.

Chimon detuvo su mirada en el reloj de pared. Eran casi las 12. En cuanto Ohm y Nanon le mandaron un mensaje de que había finalizado su trabajo este se dirigió a la casa de su mayor.

—Ohm...Me quiero teñir el cabello.

—¿Por qué? Tu color castaño es precioso—Pawat se levanto de donde estaba sentado, que era enfrente de Wachirawit y fue a sentarse a su lado. Ya acomodado, paso una de sus manos suavemente por el cabello de su acompañante. Le encantaba su cabello, era parte de su encanto. Además, le daba un toque de inocencia aquel castaño brillante.

—No lo se. Se me ocurrió el otro día que veía Tik Tok—Ambos soltaron una risita suave—Me vería bien de rubio, ¿no?

Ohm asintió sin dudarlo, aunque el sabía que cualquier color le quedaría perfecto, hasta el color verde moco.

Debido a la posición de ambos, se podían ver directamente a los ojos. Podrían pensar diferente en muchas situaciones, pero siempre concordaban en algo y eso era que el contrario era perfecto, desde sus pies hasta su ultimo cabello.

Chimon quito la mano de Ohm de su cabello y la baño un poco, para darle un pequeño beso en la parte trasera. Esta acción sorprendió al mayor, mas de lo que debería. No lo había imaginado, no conociendo lo tímido que es Chi.

—¿Te estas rebelando? —Pregunto con diversión.

El castaño relamió sus labios.

—Tal vez...

Se abalanzo sobre Ohm. Sus intenciones eran besarlo, pero los cálculos le fallaron, ya que termino chocando sus frentes.

Ambos se quedaron en silencio algunos segundos, asimilando el cabezazo que se acababan de dar. Se podía decir que el menor veía estrellitas, mientras el mayor pajaritos silbando.

—Nada me prende más que un golpe en la frente.

—Idiota. Ya no voy a hacer nada romántico.

Chimon tuvo la intención de regresar a la silla, pero Ohm lo agarro de la cintura, impidiéndoselo.

—¿Me das un cabezazo y quieres huir? —El chico cabellos color miel acaricio la cintura del castaño. Caricias suaves que daban pequeños escalofríos al que las recibía.

No tuvieron que decir nada más. Solo volvieron a intentar besarse, esta vez, con éxito. Chimon quería un beso suave, pero Ohm había extrañado tanto eso, que lo convirtió en algo feroz. Apenas y se podía seguir el ritmo de ese beso, si es que se podía llamar así.

Tuvieron que interrumpir toda esa escena hambrienta cuando el timbre sonó. Ambos jadeaban una y otra vez. También respiraron profundamente varias veces, intentando recuperar el aire de su escena hambrienta.

Cuando el timbre sonó por segunda vez Pawat se levantó para abrir la puerta.

Se esperaba encontrar a Korapat al otro lado de la puerta, pero no, en cambio estaba su vecino con un short demasiado corto, no es que fuera de la incumbencia de Ohm, el esperaba ver con un short así a Nanon y Chimon, pero los esperaba a ellos, no a su vecino.

—Ohmie—Desde que el chico descubrió que le decían Ohm no paraba de darle apodos muy ridículos para su gusto.

—Filemón. ¿Qué te trae por aquí?

Amor De TresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora