01 No, Joder, no

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En algún lugar, algo increíble está esperando por ser descubierto.”

-Carl Sagan


Gabriella Holt

No, Joder, no.

Por toda mi habitación resuena música clásica, a pesar de que no me gusta cada mañana mi papá la pone. Mira que le he dicho que no me gusta pero dice que si la odio es un buen método para despertarme, gimo enfadada.

Mientras él la disfruta a mi me tortura con tal música.

Doy vueltas en la cama por un rato pero al final me termina por despertar. Me levanto de mi cama con la pereza más grande del mundo. La verdad levantarme a veces en las mañanas no es lo mío.

Chica nunca lo es.

Odio que las vacaciones se hallan acabado.

Me visto con el horrible uniforme de mi escuela.

Cuando terminó de vestirme bajo a desayunar.

Cuando bajo, Elina nuestra empleada, está preparando la mesa.

—Buenos días, señorita Gabriella —Me dice cuando me ve aparecer en el comedor.

—Buenos días, Elina —Le devuelvo el saludo y me siento en la mesa —y por favor ya deja de llamarme señorita, no sea tan formal.

—Ok, lo siento señorit..L-lo siento es la costumbre. —Me dice rápido y sigue poniendo la mesa.

Pasan los minutos y yo termino de comer pero me doy cuenta de que mi papá no a bajado a desayunar así que me entra la duda.

—Elina, ¿Mi papá no bajara a desayunar?. —Le pregunto dudosa y ella gira su cabeza hacia mi.

Ella me mira durante unos segundos y luego me responde.

—El señor Holt ya desayuno — dice y vuelve a mirar lo que está haciendo —Se levanto temprano y se fue al trabajo.

Yo solo fruncí un poco el ceño ya que se fue temprano y es un poco extraño.

Pero aparto ese pensamiento de mi mente y sigo con mi desayuno.

Un rato después estoy frente de la casa de mi mejor amiga Mackenzie ella ya está afuera esperándome, todos los días la recojo para ir a al instituto y siempre está lista cuando llegó no se de qué forma se levanta tan temprano y siempre está perfecta sin rastro de ojeras o que tenga sueño.

—Ya se acabaron las vacaciones, es hora de despertarse. —Me dice sarcástica entrando en el auto, yo frunso un poco el ceño por su comentario.

—Como puedes estar lista tan temprano y estar de fiesta toda la noche.—Le digo con mala cara.

—Nunca lo sabrás. —Me dice todavía con sarcasmo y se pone el cinturón de seguridad.

Ignorando su comentario comienzo a conducir.

Cuando llegamos a la escuela hay chicos y chicas por doquier.

Los de primer año se están presentando, mientras que otros hablan de cómo fueron sus vacaciones, otros están dormidos, — rio con tal cosa —, y otros que hacen de las suyas.

Como uno que está golpeando a otro. Algunos se están besando y algunos parecen que deberían conseguirse una habitación.

Yo me concentro en buscar mi salón de clases que por suerte me toca en el mismo que Mackenzie.

Dos estrellas muy distintas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora