Todas las dos malditas semanas siguiente Juliana la estuvo evadiendo... y no, no era como que lo estuviera imaginando, no. Literalmente la estaba evitando y era súper evidente.
En clases, siempre que la veía al entrar al salón —porque sí, Valentina estuvo entrando a todas las clases que compartían sólo para tener oportunidad de verla y hablar con— se quedaba hablando en la puerta con su amiga, Clarke, hasta que el profesor llegaba y ellas entraban al salón para sentarse lejos de Valentina.
Valentina pensó que hablar con ella en las clases en las que coincidían en las que no estaba igualmente su amiga sería la mejor opción, pero a esas clases Juliana llegaba con el tiempo justo como para sólo sentarse... igual alejada de ella.
La frustración comenzaba a ser el sentimiento más recurrente en Valentina. Comenzaba a desesperarle tanta lejanía que ponía Juliana entre ellas dos. Ni siquiera sabía por qué se alejaba de tal manera.
Era viernes por la mañana y la primera clase de Valentina era justamente con Juliana. Se decidió a que ese día definitivamente iría con ella para preguntarle porqué se estaba comportando de aquella manera y, en determinado caso, hasta pedir disculpas por si había hecho algo mal sin notarlo.
Pero la clase empezó y Juliana nunca llegó. La siguiente clase igual la tenían juntas, pero seguía sin aparecer la pequeña chica pelinegra. La tercera hora no la compartían, así que no pudo ver si llegó, pero a la cuarta confirmó que no estaba en la escuela... y no creía que fuera a llegar.
La buscó por todos los pasillos, todos los pisos, todos los baños, salas de proyecciones, biblioteca, comedor, patio, gimnasio... no había rastros de ella. Y comenzó a preocuparse. ¿Estaría enferma? ¿le habría pasado algo?
Mientras caminaba en el pasillo, aún con la esperanza de ver a Juliana, vio a Clarke, quien salía del edificio. Era su mejor amiga, tendría que saber algo sobre su paradero ¿no?
—¡Hey, Clarke! —corrió Valentina esquivando a la gente que pasaba para poder alcanzar a la mejor amiga Clarke a las afueras de la escuela. Esta se dio la vuelta ante su llamado mirándola con desinterés.
—¿Qué es lo que quieres? —dijo, de manera bastante descortés.
—Tranquila, chica, podrías intentar ser un poco más amable ¿no? —rio sin gracia mientras sacaba su cajetilla de su chamarra y se disponía a encender un cigarrillo.
—Deja esa idiotez y dime qué es lo que quieres, no pienso seguir perdiendo tiempo.
—Ya, lo siento —dijo levantando los brazos a manera de rendición y alejando el cigarrillo de sus labios, aún apagado—. No sé por qué me odias tanto, de cualquier manera, nunca he hecho nada malo hacia ti como para que te comportes así conmigo —Clarke abrió su boca en señal de que iba a hablar, pero Valentina alzó su mano antes, para que guardara silencio—. Sólo venía a preguntarte por Juliana. eres su mejor amiga ¿no? ¿sabes qué le pasó para que no viniera?
—Aléjate de ella, Valentina, no le hagas más daño. No haces más que ilusionarla. No debería estar diciendo esto, pero le gustas mucho desde hace ya tiempo y que le hables y la trates de la manera en que lo haces sólo provoca confusión en su mente. Sólo déjala en paz.
—Espera un minuto... ¿de qué mierda estás hablando?
—Vamos, Valentina, todos en esta escuela hablan de la cantidad de chicas con las que has estado. Todos conocen tus actitudes y yo no pienso dejar que mi mejor amiga se exponga a tus jueguitos para que luego la botes como si fuera una más y la termines por negar a todos. Piensas que con tener un cigarro en la mano todo el tiempo y esa pinta de chica mala desinteresada todos están a tus pies —dijo Clarke y se escuchó una risa por parte de Valentina; nuevamente carecía de gracia y Clarke la vio negando con la cabeza.
—No sabes nada, Clarke. Si yo niego a todas esas chicas es porque nunca he tenido nada con ellas. No me conoces en lo más mínimo. No salgo con cualquier persona, Juliana en serio me preocupa, lo que menos buscaba con ese beso era confundirla o ilusionarla —defendió.
—¿B-beso? —preguntó Clarke con los ojos bien abiertos, clara sorpresa inundaba su rostro.
—¿Ella no te dijo que...? —una sonrisa burlona se formó en sus labios—. Oh, dios, eres su mejor amiga y no te lo dijo. La besé, creo que por eso es que comenzó a evitarme. Quizás no tengas la mejor impresión de mí, Clarke, pero no busco hacerle daño, lo juro. Ella es una chica demasiado linda y me gusta la sensación que tengo cada que la tengo cerca —explicó de la manera más tranquila y sincera que le fue posible.
—¿Ella... ella en serio te gusta? —preguntó Clarke viéndola con cierta duda y arrepentimiento por sus reclamos anteriores.
—Sí, demasiado. Es la chica más atractiva y adorable que he conocido en mi vida y quizás te suene ilógico porque no tiene mucho que comenzamos a hablar o porque nuestros encuentros han sido extremadamente escasos. No la conozco bien ¿sabes? pero quiero hacerlo, en serio me gusta y quiero conocer todo de ella, pero claramente no puedo hacerlo bien si su mejor amiga me odia antes de siquiera haberme conocido. Dame una oportunidad, Clarke, sólo una oportunidad para demostrarte que puedo quererla de la manera correcta.
Después de ese pequeño discurso, Valentina la miró suplicante y Clarke suspiró pesadamente.
—Ella fue quien dijo que quería evitarte porque probablemente sólo querías jugar con ella, no yo. Es a ella a la que le debes pedir la oportunidad, Valentina, no a mi—señaló y la ojiazul asintió levemente—. Está en su casa, tranquila, no está enferma ni le ha pasado nada malo. Ayer por la noche llegó Lexa a la ciudad y Juliana quiso pasar tiempo con ella, así que prefirió no venir a la escuela.
—Ajá... ¿y quién carajos es Lexa? —preguntó con el ceño fruncido.
—Es una...—Clarke se lo pensó y sonrió ampliamente—. Lexa es una chica que ha andado tras Juliana desde hace mucho. Son amigas de toda la vida y Lexa prometió que cuando regresara de estudiar en Londres, le pediría a Juliana ser su novia y Juliana dijo que, así que no me sorprendería que para estos momentos ya fueran novias.
—Gracias por la ayuda, Clarke —susurró Valentina con una pequeña punzada de celos en el pecho.
—No agradezcas, Valentina, sólo ve a buscarla a su casa —Clarke comenzó a escribir en uno de los cuadernos que llevaba en la mano y al finalizar, arrancó el trozo donde había escrito y se la dio a Valentina—. Su dirección. Ve y dile lo que sientes y por favor, no seas una completa idiota. Pero corre, quizás tienes suerte y aún no son novias —rio al ver que Valentina salía corriendo hacia la dirección que le había dado.
Juliana le debería un enorme favor a Clarke.
![](https://img.wattpad.com/cover/296461093-288-k803561.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Cigarrettes |Juliantina
RomantikY de pronto, ella era un vicio más grande que los cigarrillos. ՙ 𓄼 Historia corta. ՙ 𓄼 Adaptación permitida. ՙ 𓄼 Historia de original de @nothingbutykg ՙ 𓄼 No copias y/o adaptaciones de esta versión.