Capítulo 1

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Todo da vueltas; como un carrusel, al que todo niño y niña ve con emoción. En el ambiente hay música de feria y miles de luces despliegan un espectáculo luminoso; llegando a cegar a cualquier pobre distraído que pase sin cuidado.

Sunoo abrió los ojos de golpe al mismo tiempo que tomaba una gran bocanada de aire; parecía como si sus pulmones hubieran retenido el paso del aire por varios minutos o hasta horas. Su cabeza daba vueltas y dolía horrores, debido a la intensidad de la luz volvió a cerrar los ojos de golpe mientras chillaba; pronto escuchó murmullos cerca de él lo que provocó que entrara en pánico.

"Oye ¿te encuentras bien?" De pronto, la voz de una chica se presentó. "¿Puedes escucharme?" Le preguntó al ver que no le respondía.

"Sí, sí, estoy bien" respondió el chico aún sin abrir los ojos "Sólo me duele un poco la cabeza" y no era ninguna mentira. A su alrededor había un ajetreo tremendo, se escuchaban gritos, risas, llantos, música que jamás había oído y también una especie de rugido metálico.

"Vamos, te llevaré a una banca" la chica tomó a Sunoo de un brazo y logró llevarlo hasta el lugar para que pudiera recostarse un poco. "¿Cuál es tu nombre?" Al oír esto el albino dudó en decirlo, no sabía donde rayos había ido a parar y su cuerpo aún no se acoplaba al nuevo ambiente.

"Soy..." dudó. "Soy... Sunoo" dijo por fin.

"Mucho gusto. Me llamo Jinah" la chica tomó la mano contraria y la estrechó, pero la soltó de inmediato al sentir lo fría que estaba. "Estás helado" dijo con horror. "¿Seguro que estás bien?" Sunoo entró en pánico al no saber qué decir o hacer.

"Sí, es normal que me pase esto; estoy bien, solo necesito un poco de tiempo para acostumbrarme y que pase" inventó para salir de esa.

"¿Y por qué vistes todo de negro? A caso... ¿vienes de un funeral?" Sunoo por fin pudo abrir los ojos, aunque su visión era extremadamente borrosa pudo distinguir un poco de su vestimenta y en efecto toda su ropa era de seda y color negro. "Wow, esas lentillas que tienes puestas son geniales ¿dónde las compraste?" Al oír aquello el chico se confundió.

"¿Lentillas?" Fue lo primero que salió de su boca.

"Sí, las que tienes en los ojos" Jinah dijo con entusiasmo pero Sunoo estaba asustado, no sabía dónde estaba, con quién estaba hablando ni siquiera dónde estaban los demás.

"Aamm fue un regalo, oye, tengo que irme; gracias por ayudarme pero en serio estoy en un apuro, lo siento" intentó pararse pero su cabeza dio un vuelco y lo obligó a sentarse de nuevo. Sus ojos amarillos por fin lograron enfocar lo que lo rodeaba y una expresión de terror se reflejó en su rostro tan pronto escaneó el lugar. Había luces coloridas por todos lados pero no eran como las linternas que él veía en el pueblo; estas parecían estar encapsuladas dentro de algo que se asemejaba al cristal. Miró hacia arriba y encontró algo que le heló la sangre; justo frente a él había una estructura parecida a la de una columna vertebral, esta se levantaba por varios metros de altura y también se retorcía en múltiples bucles, pero lo más impactante y perturbador fue el momento en el que notó como algo parecido a un vagón bajaba por aquella estructura con personas dentro las cuales gritaban en voz alta; esto lo alteró al grado de cubrir sus oídos y ojos.

Jake abrió los ojos de golpe, todo su cuerpo ardía y su cabeza no era la excepción, todo a su alrededor estaba oscuro y tranquilo; tan tranquilo que ni siquiera un ruido se escuchaba. El chico se sentó, había estado recostado sobre el suelo por mucho tiempo; o eso pensaba él, pero en el momento que sus palmas hicieron tierra se le salió un chillido acompañado de un pequeño brinco. Sus dedos rozaron sobre la suave textura debajo de ellos, miró hacia abajo y se encontró con algo parecido a una nube, el suelo era suave, cálido y esponjoso.

Fever (Enhypen) IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora