Capítulo 10

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"Tú sabes perfectamente dónde están los de tu especie; así que, o nos dices su ubicación o aquí mismo te asesinamos, tú decides" K y el resto de la manada se encontraban dentro de un cuarto, completamente oscuro, sin una sola ventana ni entrada de luz; estaba atrapado y no podía viajar entre superficies porque no había una sola ahí dentro. 

"Ya les dije que no tengo idea de dónde están; desde hace mucho tiempo les perdí la pista" el chico de ojos grises se levantó de golpe a forma de defensa pero el alfa le golpeó el estómago e hizo que cayera al suelo de nueva cuenta. 

"Cuidado con lo que haces" Nicholas se adelantó y tomó el brazo contrario con mucha fuerza; casi rompiendo el hueso, esto hizo que el mayor gimiera de dolor.

"Déjalo, no puede aguantar toda la vida sin alimento; pronto abrirá la boca, si es lo suficientemente inteligente" y con eso todos salieron del lugar dejando a Geonu completamente solo como siempre lo hacían. 

"Tengo que salir de aquí" susurró al mismo tiempo que sus ojos paseaban por todos lados en busca de alguna superficie reflejante y para su suerte; la poca luz que se colaba por debajo de la puerta logró reflejar un poco en la perilla dorada de la puerta. "Por fin" volvió a susurrar antes de tocar la perilla e inmediatamente transportarse dentro de esta; por desgracia la puerta tembló levemente e hizo que los lobos se dieran cuenta. Todos corrieron de vuelta a la habitación pero cuando llegaron Geonu ya no estaba.

"¡Maldición! Les dije que le taparan los ojos" K gruñó con enojo al mismo tiempo que golpeaba la puerta con el puño. 

"¡Cubran todas las ventanas, espejos, todo lo que se pueda reflejar! ¡Tenemos que evitar que salga de la casa!" Todos corrieron a toda velocidad para tapar todo lo que Taki había dicho.

El vampiro por otro lado se movia por todos los lugares posibles para poder escapar y por fortuna encontró una ventana por la cual pudo salir hacia la calle y comenzar a correr por su vida; literalmente, desgraciadamente su cuerpo estaba muy debilitado y tuvo que regresar a moverse entre reflejos para así ahorrar energía. 

"¡No puede estar muy lejos! ¡Tenemos que encontrarlo!" La voz del alfa le puso la piel de gallina.

"¡La próxima vez háganme caso y sáquenle los ojos!" Habló Nicholas y con eso bastó para que Geonu se diera cuenta de que no podría dejar que lo atrapran de nuevo. 

"¡A la derecha!" EJ les dijo erróneamente ya que no se habían dado cuenta que el chico de ojos grises corría a la par de ellos a través de las ventanas de las casas y al doblar a esa dirección lo perdieron por completo.

Geonu logró escapar de las fauces de los lobos y sin pensarlo dos veces corrió al lugar y con la persona que más anhelaba. Al principio no sabía dónde encontrarlo; era una nueva época y le sería más complicado dar con él. Atravesó un sinfín de espejos y superficies reflejantes hasta que llegó a la que se encontraba en la habitación de Heeseung, justo al frente de su cama, por un momento se asustó y solo dejó ver sus ojos; fue en ese momento que el mayor lo notó pero decidió volver a ocultarse hasta que el más alto estuviera dormido lo cual le pareció eterno pero finalmente tenía a la persona que más amaba y extrañaba frente a él, el chico de ojos grises lo observó dormir por unos segundos hasta que decidió acercársele. Lentamente salió del espejo, sus piernas temblaban debido al cansancio y su inerte corazón pareció saltarse un latido en el momento que notó la mirada del mayor sobre él.  

"Geonu..." susurró el chico de ojos esmeralda mientras se levantaba de la cama y caminaba a paso lento hacia él; no podía creer lo que veía sus ojos. 

"Heeseung..." también susurró pero sus pies no respondían, parecían estar clavados al suelo. 

El chico de ojos esmeralda se acercó al contrario y acunó su rostro con ambas manos, su moribundo corazón latía a mil por hora. 

Fever (Enhypen) IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora