VII.

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**A punto de terminar esta historia corta, les dejo el penúltimo capítulo. Más tarde el final ...**


–¿Chloe?

Pestañeé y me obligué a regresar al presente, aquel en que no estaba en los brazos de Ethan, sino en una reunión de trabajo, con mi jefa, quien era la hermana de él. Vaya, a veces olvidaba que Ethan y Fernanda estaban relacionados. Es que Ethan era... Ethan... MI Ethan.

–Chloe, ¿te encuentras bien?

–Sí, lo lamento. ¿Me decías algo?

–Si has pensado tomar pronto tus vacaciones anuales.

–No realmente. ¿Por qué?

–Pensé que quizá lo harías...

–No.

–De acuerdo. En ese caso... –Fernanda empezó a darme una serie de instrucciones sobre las cuestiones pendientes. Esta vez enfoqué mi atención en ella, casi completamente, porque debía admitirlo, una parte de mi mente siempre estaría con Ethan, pensando en él.

Sí. Era imposible negarlo. Estaba absolutamente enamorada de él.

El día transcurrió como uno más, pero poco imaginaba que no terminaría así. Cuando salí, me encontré con Ethan esperando por mí. Lo miré algo extrañada, sin embargo, no esperé a verificar si había alguien alrededor. Me lancé en sus brazos, porque lo había extrañado. Mucho.

–Chloe...

–Me alegra verte, Ethan.

–Y a mí –confirmó, estrechándome con más fuerza entre sus brazos–. ¿Qué tal tu día?

–Bien. ¿Y el tuyo?

–Bien.

–Hmmm.

–¿Sucede algo?

–Eso es lo que quizá deba preguntar –dije, separándome un poco para mirarlo–. ¿Estás bien?

–Debo irme, Chloe.

–¿Ahora?

–La próxima semana.

–Oh.

–Y... no puedo irme sin decírtelo... –Ethan cerró por un largo segundo sus ojos, como tomando valor. Respiró hondo y clavó sus ojos azules oscuros en mí, con fijeza–: Chloe, te amo.

Al escuchar sus palabras, no pude evitar que un nudo se formara en mi garganta. Aun estaba tratando de digerir que en unos días se marcharía, pero él, en lugar de darme lugar para aceptar lo que naturalmente ya sabía desde hacía semanas, soltaba aquellas palabras. "Te amo".

Cielos, hacía tanto que... yo... no tenía idea que sentía. ¿Qué podía decir? ¿Debía decir algo?

Para mi absoluto horror, sentí como lágrimas inundaban mis ojos. Me sentí ridícula, así que apreté mis labios y cerré mis ojos, obligándome a suprimir mis emociones.

–No lo hagas, Chloe –Ethan pasó el dorso de su mano con suavidad por mi mejilla. Eso solo hizo que las ganas de llorar se incrementaran–. No es algo triste, ¿verdad? Que te ame... es lo que he soñado por años, ¿te parece triste? –inquirió, inseguro.

–Ethan... –musité y clavé mis ojos en su rostro. Dios, cuánto lo quería.

–Chloe, no espero una respuesta. Solo quiero que lo sepas, porque necesito que entiendas lo que significas para mí. De momento, solo puedo ofrecerte palabras, pero si me das la oportunidad, será más que eso. Estaré lejos, cierto, pero eso no significa que me olvidaré de ti. No podría hacerlo, estoy demasiado enamorado de ti. Así que... dame una oportunidad, Chloe.

Encuentros (Sforza #3.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora