lazo roto ‣ minayeon

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Nayeon era consciente de que se había metido en un lío, y no era por el hecho de haberle pedido una oportunidad a una omega con una unión rota y que además esperaba un cachorro, sentía que tal vez ni siquiera Mina la iba a querer volver a ver en su vida, y eso no estaba en sus planes, quería ver a Mina, estar con ella, platicar, sentarse juntas para pasar el día, verla sonreír, quiere ver su autentica sonrisa. 

¿Había hecho la pregunta demasiado precipitada? Pudo ver el miedo en sus ojos con solo mencionar el lazo roto, el temblor en sus manos con solo mencionarlo, sus hombros tenso, todo en la omega indicaba que no era un recuerdo agradable, y podía comprenderlo, no es agradable cuando se trata de una unión que sabes que jamás volverá a ser formada. 

— Soy una imbécil – mencionó para si misma, tal vez lo era, no debió haber hablado así, tan de golpe, debió ser más precavida, Mina es una omega muy sensible, ahora lo había comprobado – tengo que disculparme con ella. 

Por supuesto que lo tenía que hacer, solo esperaba que la omega aceptase su disculpa, tenía que ir despacio con la omega, es obvio que es lo que más quiere Mina, había sido impulsiva y estúpida, ese comportamiento atrevido que había demostrado no es para nada bueno, necesita ir con ella y pedirle una disculpa, inclusive pedirle que olvidase las preguntas que hizo.

(...)

En cuanto la omega cerró la puerta de su departamento con algo de fuerza, se recargó en ella, no quería llorar, pero era en lo único que estaba pensando en hacer en aquel momento, poco a poco se dejó caer, deslizando su espalda sobre la puerta hasta que por fin sus rodillas se doblaron poco a poco hasta que dio con el frío suelo, su respiración era algo agitada, mantenía sus labios apretados, no quería que el sollozo saliera, aún no estaba lista. 

Aún dolía, recordar las palabras de Nayeon era demasiado para su consciencia, necesitaba relajarse más, necesitaba una taza de té lo suficientemente caliente para tratar de olvidar lo que había escuchado, la alfa no había sido grosera, pero las preguntas para ella, sonrió con tristeza al recordar como le estaba pidiendo una oportunidad, y el como se había quedado prácticamente como piedra de solo escucharla mencionar su embarazo. 

Llevó sus manos hacia su vientre abrazándose así misma con delicadeza, tal vez escaparse de aquella forma había sido un grave error, no debió hacerlo, pero era necesario, lo que aquella alfa había dicho solo la había hecho sentir asfixiada, podía sentir que se estaba volviendo a ahogar en su realidad, y no quería volver a sentirse de aquella forma. 

Nayeon parecía arrepentida y seguramente la reacción de la menor no había sido buena, pero es que aún se siente sumamente afectada por todo lo que le ha ocurrido, odia sentirse de esa forma, por más que le hubiera gustado desahogarse, no podía, llorar frente a otra alfa parecía ser imposible para Myoui, debía mantenerse fuerte, pero ahora simplemente su fortaleza parecía estar en otro lugar, muy lejos de ella.

Soltó el aire que estaba reteniendo, cerró sus ojos por unos momentos mientras que tragaba saliva, relajándose, tratando de que el llanto se fuera, y que los recuerdos se fueran de por medio, debía dejar la tristeza de lado, necesitaba estar más segura de ella.

Mañana tendría que ir al médico, necesitaba hacerse algunos chequeos con respecto a su pequeño que lleva en el vientre, la cita está hecha, así que solo faltaba ir, y eso es lo que haría, mañana a olvidarse unos momentos del desayuno.