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Me despido de Tae, cada uno yendo a su respectiva habitación, estaba empeñado en acomparme a la mía pero le he dicho que no hacia falta.

Al entrar a la habitación lo primero que veo es a JungKook dormiendo en la cama, parece una pokebola. Todavía lleva la ropa y los zapatos, también me doy cuenta de que esta pasando frío por como se intenta abrazar a si mismo.

Me acerco a su cama para poder acomadarlo un poco. Quito sus zapatos con cuidado de no despertarle, intento quitar su chaqueta pero al instante se remueve en su sitio, cosa que lo hace más difícil.

Finalmente lo consigo, por último agarro la manta para que no pase frío y no se costipe.

Por último, me acomodo yo y una vez ya estoy en mi cama a gusto apago la luz.

***

— ¡Mira esto! —vocirrea JungKook, en el oído de YeJi que justo pasaba por su lado.

— Son muy bonitas. —hablo, una vez estoy a su lado.

JungKook me quería enseñar un pequeño campo de margaritas y girasoles.

Él sabe que siempre me han gustado mucho las flores, y la naturaleza en si. Los colores, los olores, las sensaciones y la paz que me da la naturaleza es superior. De hecho es una de las cosas que mas me gustan en esta vida.

— Sí que lo son. —responde, pero siento que no esta mirada las flores y me está mirando a mí. Sonrió inconscientemente.

Me percató de como se agacha y corta una margarita, se vuelve hacía mi y con una sonrisa me echa el cabello hacia atrás.

Seguido me coloca la flor en el cabello, no puedo evitar sonrojarme al ver que está observandome con mucha atención.

Cada cosa pequeña que hace Kookie parece gustarme más.

— Te ves hermosa. —dice, cuando pasan unos segundos en silencio.

Él, al darse xuenta de mi leve sonrojo se agacha hasta quedar a mi altura. Lo que hace me pilla desprevenida, me agarra de los hombres y deja un pequeño beso en cada mejilla.

— Que te sonrojes por mi culpa me gusta, June. —dice, pasando sus pulgares por donde ha dejado los besos.

— Idiota. —murmuró, desviando mi mirada. Escucho su risa y siento sus brazos rodeandome, me está abrazando.

— Vamos antes de que se den cuenta de que faltamos. —dice, sin borrar su sonrisa.

Me agarra de la mano para entrelazarla con la suya y empezar a caminar. Hay unos segundos en los que me quedo mirando nuestras juntas y, aún que se siente bien y me gusta suelto su mano. Él me mira confundido, sin entender el por qué.

— Tienes que dejar de hacer todo esto. —susurro, JungKook me examina por unos segundos que parecen eternidades.

— ¿Qué cosa? —pregunta, un tono suave.

Hay unos instantes de silencio, él parece pensar en que decir y yo espero a que se de cuenta de lo que hablo, no es muy difícil percatarse de lo que hablo.

— June, creo que... debo alejarme de tí. —suelta, busca mi mirada y cuando la encuentra me da una pequeña sonrisa— No me doy cuenta y te pongo en situciones incómodas, como está. —informa, rascándose la nuca— No quiero incomodarte.

Kookie da unos pasos para atrás, alejándose de mí, cuando ve que no va a obtener respuesta de mi parte se gira para serguir caminando.

Pero se detiene y se gira de nuevo a mí.

— Esto que siento por tí casa día crece más y realmente me asusta. Nunca antes he sentido esto por nadie, June.

Haciendo caso a mis impulsos, doy los pasos a él que hacen faltan para estar cerca, quedando cara a cara, aún que tengo que alzar un poco la cabeza para poder verle bien a los ojos.

— Eres las ganas más bonitas que tengo de estar con alguien. —dice, observandome.

Y antes de que pueda agregar algo más, hago algo que quería hacer hace mucho tiempo; lo beso.

Se queda unos segundos patado, creo que mi acción le ha tomado en sorpresa. Cuando parece darse cuenta de la situación, empieza a seguir el beso, lento, suave.

Me permito olvidarme de nuestro alrededor y disfrutar del momento.

Es el primer beso que me doy con JungKook.

Nos separamos al escuchar como nuestro amigo Yoongi nos llama desde más adelante. La sonrisa de Kook se ensancha al verme y vuelve a agarrar mi mano para ir detrás de los demás.

×××

Love, M 🧡

Confident  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora