12

279 25 4
                                    


— ¿Donde me llevas? —pregunto por quinta vez, JungKook me mira con burla.

No quiere decirme donde vamos, según él, es una sorpresa. No me lo va a decir ni aún que le chantajee, lo digo por que ya lo he intentado.

— Deja de preguntar, no lo voy a decir. —responde sonriendo, suspiro acercándome a él.

— ¿Falta mucho?

— Cierta los ojos. —habla después de unos segundos, lo miro sin entender.

Kook para de andar y yo lo imito, suelta nuestras manos unidas y se pone detras de mi. ¿Ahora qué? ¿Me va a matar?

Tengo que dejar de ver documentales de asesinos en serie.

JungKook me pone sus manos en mis ojos, tapándome la vista.

— No veo. —digo y él ríe.

— Te voy a guiar, ¿vale? —asiento con la cabeza a la vez que empezamos a andar.

— Oye, ¿a ti también te gusta el café... con galletas María? —pregunto a lo idiota.

— Sí, están muy buenas. Lo que no me gusta es que mojen las galletas en el ColaCao, ¿por qué hacen eso? Es asqueroso. —habla y escucho como aparta algunas hierbas.

— Dios, sí. Solo esta bueno con el café. —digo, totalemnte de acuerdo.

— Quédate aquí un momento, nena. —dice y me suelta, mantengo mis ojos cerrados— No habrás los ojos.

— Cuando tu me digas, eh. —aviso un poco mas alto de la cuenta, escucho su risa.

Su risa me hace sonreír sin darme cuenta y es que, esté chico me hace sentir que estoy en las nubes sin él darse cuenta.

JungKookie se mueve y se coloca detrás mío, apoya sus manos en mis hombros y oigo como suspira. Parece nervioso.

— Puedes abrir los ojos. —dice y lo hago.

A la mierda.

Me quedo unos segundos largos viendo todo el sitio.

Es un campo, hay un árbol grande y debajo de este hay un mantel xon varias cosas encima: una cesta de comida, bebidas, fresas, un bote de nata y, por último, una cámara polaroid. También hay un río con un pequeño puente de madera. Supongo que se puede meter al río, por eso me ha dicho que me ponga el bikink.

Me giro para ver a JungKook, el cual me esta examinando mientras juega con sus manos.

— ¿Te gusta? —cuestiona, con una pequeña sonrisa.

— Es precioso, JungKookie.

— Pensé que no... —no lo dejo terminar por que junto sus labios con los míos. Los labios de Kookie me reciben al instante.

Nos separamos por falta de aire, dejo por último un besito en sus labios y él agarra mi mano.

— Me encanta mucho, JungKook. —digo, nos quedamos mirando por unos segundos.

— A mi me encantas tú. —responde y sonrió.

— ¿Qué puedo decir? Soy... —él responde por mí.

— ¿Maravillosa? ¿Fantástica? —pregunta, sentándose al mantel como los indios, copió su acción sentandome frente a él.

— Exacto. Como la Fanta.

— De naranja. —fingo estar ofendida.

— La de limón es mucho mejor.

— Eso no es verdad.

— Lo és, pero no estás preparado para esta conversación. —digo, encogiéndome de hombros.

— Si tú lo dices...

— JungKook. —lo llamó y él me mira, expectante— ¿Me dices donde esta la tierra? —él me mira confundido y yo sigo— Es que, desde que te conozco vivo en las nubes.

Al segundo que le digo eso me arrepiento, mis mejilals empiezan a arder y sé que estoy colorada. Él se empieza a carcajear.

— Si te sonrojas lo hace más gracioso, June.

Me tapo las mejillas con mis manos y me uno a la risa de JungKook. Vergüenza.

— Tengo mas frases chulas pero ya no te las digo. —JungKook me mira interesado, dejando de reír tosiendo, veo como agarra las fresas.

— Si me dices más te doy una fresa. —chantajea.

— Pero la quiero con nata. —pido y él asiente, agarra el bote de nata y empieza a echarle un poco por encima.

— Te escucho. —dice sonriendo, burlón.

— Disfruta por que sólo voy a decir está. —él asiente sin quitar su sonrisa de sis labios— Quisiera ser caramelo para pegarme a tus labios y deshacerme en tu boca.

JungKook se me queda unos segundos bastantes largos obsercandome, con una sonrisa muy burlona en sus labios que me hace sonrojar hasta apartar la mirada.

Escucho como ríe y lo siguiente es su mano en mi mandíbula, que me hace mirarlo de nuevo, me enseña la fresa y me hace una señal para que abra la boca, cosa que hago. Él mismo me mete la fresa en la boca.

***

Estabamos sentados en el puente de madera, con las piernas por fuera de este, uno al lado del otro.

— June. —me llama y me giro para poder verle.

— ¿Mhm?

— ¿Quieres ser mi novia, para que todo el mundo sepa que eres mía y que dejen de coquetear contigo delante de mis narices y, para que todo el mundo sepa que tengo a la mejor novia del mundo y, para que pueda ser el mejor novio que vas a tener?

×××

Love, M 🧡

Confident  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora