Memorias de una emoción

Padeciendo de ansiedad, formando un frío y seco gramaje. En una sumatoria por ver quien era mas constante, se había despertado perplejo, restando términos sin importancia y a la vez, dividiendo las constantes de los gruesos recuerdos de su mente.

Él no tenia nombre, tan solo era una fuerza ausente, una terca necesidad, una sombra engañada, un deseo engrosado por la malicia y terquedad, hasta que quedó lo que es hoy: Un corazón gris y sin dueño, que poco a poco dejó de soñar.

Con las esperanzas como granizo y un dolor oscuro y depresivo, bajó la mirada hacia su corazón ensombrecido. Palpó con indiferencia y poco tacto-primero -y luego se dispuso a sentir. Cual no fue su sorpresa al percatarse de tener su mecanismo deteriorado, sus engranajes oxidados y a la misma vez su tristeza en funcionamiento.

"Los ángeles también lloran"

Había leído en una mesa cercana. Todos y cada uno hablaban de un modelo de voz extinguido, un alma pecadora cuyo silencio todos adoran. Estaba aturdido, atolondrado, irreflexivo y demás suposición de bellos sustantivos. No había nada ni nadie junto a el, así que se vistió y sobre las ruedas del mundo partió

Con carencia de emociones, traducido en indiferencia todo lo había asumido, la perdida de una doble, la ausencia de su luna y la falta de su sol. Él era una metáfora andante, la personificación de una historia cliché, un protagonista de hechos marcados, sobre un pasado imperfecto y una vida sin amor ni diseño.

Y así se dio cuenta, había nacido solo y no había nada que pudiera hacer para arreglarse

Había nacido sólo y solo aprendió a vivir. Con una armonía errática y sucesiva, surcando recuerdos con su navío, rapando cada trillo y taponeando sus sentimientos partidos. Entre el vaivén de los instantes había aprendido que sólo se nace y sólo se muere.

Parecía que había despertado de una pesadilla, uno de los signos era su corazón anhelante y apreciando sus instantes, lo guardo de forma dolorosa para que, "su ya vencido imaginario", viera una transformación marcante, pues, aunque de su destino, mercante era el dueño, había olvidado como olvidar

Y pues así. Despidiéndose de cada emoción, vario la temática del juego. Esta vez mejoraría la preparación, pues de las derrotas era el rey. Y así, con un valor de cristal emprendió la marcha hacia el juego definitivo, donde demostraría de una vez por todas, que el que quiere, tiene fuerzas

Con un rostro compungido y la mirada de tormenta, se preparó física, y de la mente dispuesta para crear una nueva historia, preparó lienzos y pinceles, colores y formas, adjetivos e infinitivos, y así, de la nada, se puso a escribir, y, con gracia de los dioses, creó su primera gran verdad