El tirano cruel

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La gente de Shangguan Hao fue asesinada por Su Mu, pero las rocas que bloqueaban la estrecha carretera de montaña no se pudieron quitar. Solo podían confiar en que los soldados treparan paso a paso y luego bajaran con cuidado con cuerdas. Como resultado, la velocidad de marcha se redujo al mínimo, la velocidad casi comparable a la de las hormigas.

Su Mu caminaba de un lado a otro dentro de la tienda con la carta en la mano, su cabello casi se cae por la ansiedad. La ciudad imperial era fácil de defender y difícil de atacar. Entonces, una vez que realmente cayera, sería difícil quitárselo a los rebeldes.

Justo cuando Su Mu estaba frunciendo el ceño, Su Mu recibió noticias aún peores.

Shi Yan saludó con los puños ahuecados e informó: "Su Alteza, el puente sobre el río Xijiang a diez millas de distancia fue cortado, y otros puentes de cable cercanos también fueron cortados. Todas las personas que dejamos atrás también están desaparecidas ".

Su Mu, que estaba sentado en la silla, apretó los puños con fuerza. Respiró hondo para reprimir la ira en su corazón y dijo: "Construye el puente de nuevo".

Shi Yan respondió con voz profunda: "Sí".

Su Mu vio a Shi Yan salir del campamento con el rostro oscurecido. Su estado de ánimo era ansioso e irritado hasta el punto de que quería matar algo.

Este fue el lugar de nacimiento del río Xijiang, la línea de vida del reino Qing. El terreno a ambos lados del estrecho era empinado y turbulento. No fue fácil construir un puente de cable que pudiera pasar a cientos de miles de tropas en un corto período de tiempo. Temía que esto los retrasaría varios días más.

No, no debe dejar que el enemigo lo lleve por la nariz.

Su Mu se puso de pie con fiereza y salió del campamento.

Yun Feiyu, que estaba acostado en la cama al otro lado del campamento, se movió lentamente para tomar la medicina del guardia y se la bebió todo sin fruncir el ceño.

Las mejillas pálidas y la mirada cansada lo hacían lucir como una flor marchita, lo que inspiraba lástima y angustia en todos los que lo veían.

El tazón de medicinas que tenía en la mano fue tomado. Yun Feiyu frunció el ceño y se cubrió los labios con una mano, tosiendo un par de veces antes de preguntarle a la persona con voz ronca: "¿Cómo está el príncipe Wu? ¿Cómo avanza el progreso? "

El guardia le dio a Yun Feiyu una mirada preocupada y respondió en voz baja: "Gongzi, el príncipe Wu fue asesinado hace medio mes y sufrió algunas heridas, pero ya no es un problema grave. Ha llegado a un acuerdo con el príncipe Cheng del reino de Zheng para pedir prestado tropas. Cuando la ciudad imperial sea capturada, el príncipe Wu, a su vez, ayudará al príncipe Cheng a ascender al trono ".

Yun Feiyu bajó la mano y preguntó: "¿Cuántos soldados se han prestado?"

El guardia dijo: "Treinta mil".

Yun Feiyu asintió lentamente y dijo: "Regresa y envía una carta al príncipe Wu. Sus movimientos deben ser rápidos. Los soldados del reino de Wu son valientes y buenos luchando, y el comandante general es Sun Haoran, el hijo del dios de la guerra del reino de Wu, el Príncipe de Rong. Una vez que el ejército llegue a la ciudad imperial, no volveremos a tener ninguna oportunidad ".

El guardia dijo: "Gongzi, esta vez no solo nuestro ejército del suroeste, sino también el ejército del sureste y Tian Guohai movilizaron casi todas sus fuerzas. El número total es de unas 150.000 personas. El ejército del reino de Wu se ha agotado por el largo viaje al reino de Qing. Quién gana y quién pierde, ¿no es cierto?