Confesión

40 1 0
                                    

Después de ese día Saga ya no estaba triste porque ya tenía un amigo especial que lo cuidaba de formas extrañas, por las noches Camus se quedaba en el escritorio leyendo los libros para entretenerse al costado de la cama mientras Saga dormía, era un ángel no necesitaba del dormir eso no le afectaba.

Por el día lo seguía como un perro, Camus se quedaba junto a Saga acompañándolo a donde sea, sin rechistar, sin objetar lo contrario, cualquiera a verlos juraría que eran pareja; Saga ahora estaba más tranquilo, más feliz a lado de Camus, talvez por ser un ángel hacia que se sentirá más querido que nadie.

Un día mientras caminaban como ya era de costumbre, iban siempre a un gran bosque que tenía un estanque donde se encontraban unos cisnes y ellos se entretenía dándoles migajas de pan para que coman; Saga le miraba de reojo a Camus porque desde hace días este se veía distraído, pensativo, nervioso.

Ya en el estanque Saga decidió preguntarle qué le pasaba a su ángel albino.

Saga: oye Camus, que tienes, desde hace unos días te e visto raro, no te están tratando bien los demás, o no te sientes agusto en este lugar?

Camus no pensaba contestar, al menos no con palabras, quería demostrarle a Saga que sentía algo raro llamado amor cosa que nunca creyó volver a sentir así que sin mas Camus se paró en frente de Saga y lo miraba con un leve sonrojo; Saga lo miraba algo dudoso.

Saga: ¿Qué te pasa? - le pregunto mientras también lo miraba a esos ojos viridián que eran tan penetrantes.

Camus se la dudaba pero en vez de contestar la pregunta decidió hacerle otra pregunta.

Camus: ¿Quieres ser mi novio?

Saga: -con cara de duda-¿que?





























































En un estanque cerca de un bosque donde los cisnes esperan con ansias a las personas para que les avienten migajas de pan. En ese lugar el sol calienta lo suficiente para que no mueras de calor en ese lugar en específico se encuentran dos personas uno impaciente por saber la respuesta del otro y reza con todo su corazón que ese amor sea correspondido y que no sufra como en su anterior rechazo.

En cambio el otro está en blanco no esperaba que su ángel de la guarda le hiciera esa pregunta no sabía que responderle ya que también sentía algo por él pero temía a ser rechazado como lo hizo aquella persona que solo lo utilizo, no quería volver a sentirse humillado y fue tanto sus pensamientos que no contesto ante aquella pregunta.

El silencio era eterno para el ángel que se empezaba a desilusionar, ya sabía que se estaba arriesgando pero no sabía que eso le dolería mucho más.

Camus volvió a preguntar pero el resultado fue el mismo, entonces eso le ayudo a saber que aquel chico no sentía nada por él así que con algo de tristeza le dijo.

Camus: - dando un paso para atrás - lo siento, talvez no te gustó - tapándose la boca - y sigues esperanzado de que aquella persona que te acepté o es demasiado pronto para preguntarte ya que desde que te conocí ya han pasado dos meses.

Camus no se dio a esperar y salió corriendo de ese lugar como alma que se lleva el diablo. Saga apenas vio que la silueta de Camus iba desapareciendo fue entonces que reacciono

Saga: no Camus, espera - y también echo carrera a querer alcanzar a aquel ángel.

Camus entró a la casa con unas notables lágrimas en su rostro, al poco rato entraría Saga a su cuarto para hablar con el pero no lo encontró ni si quiera el espejo , Saga se sentía como la peor basura, acababa de hacer llorar a su ángel, se posicionó en donde antes estaba el espejo y pudo ver algo escrito que lo terminaría de quebrar.

Saga: soy un completo idiota - se dio un golpe en la frente mientras se ponía a llorar.

PERDÓN

Al poco rato entraría su padre viendo a su hijo llorando otra vez así que se acercó a él y le empezó a dar consuelo desde un abrazo hasta decirle cosas para que dejara de lado esas amargas lágrimas.

El jovén del espejo-Terminada TwTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora