Rojito y Lobito

Lobo con experiencia

Estaba nervioso, más que eso estaba muriendo, no pensé que me sentiría de esa manera todo el camino estuve practicando lo que diría, ahora que lo tengo al lado no soy capaz de pronunciar una sola sílaba!

-Rojito ¿Te encuentras bien?-Al escuchar su voz se me encrespó todo el cuerpo y asentí rápidamente.

-¿Seguro? Si los vampiros existieran tu serias uno en estos momentos-Dijo con una sonrisa lobuna característica de él.

-¿Por qué dices eso?

-Estás pálido como uno pero parece que tienes sangre por toda la cara de lo rojo que estás-Bromeo, inconscientemente me toque la cara con la mano sintiendo como esa ardía gracias al fuego de mi cara, esto solo hizo por supuesto que ardiera más.

-Rojito ¿no estarás enfermo? Tal vez deberías volver, yo puedo llevar la canasta, juro que solo me comeré una pierna de pollo.

-NO, no...estoy bien solo estoy un poco nervioso-Grite rápidamente para no generar malentendidos.

-¿Nervioso?-Alzó una ceja con clara confusión en su rostro.

-O-olvidalo mejor vamos rápido-Digo para comenzar a caminar rápidamente dejando atrás a Lobito.

-¡Oye espera!-Escuche como gritaba, aun asi no me detuve.

-No tengas miedo mijo, yo te cubro, pasatela bien se que todo va a salir bien-Me guiño el ojo sonriendo a lo que asentí.

-Gracias abue, te quiero-Le di un pequeño beso en la mejilla y salí disparando al bosque nuevamente donde le dije a Lobo que me esperara.

-¡Disculpa por la demora!-Dije mientras corría hacia él.

-De hecho fuiste muy rápido ¿Tienes algo que hacer en tu hogar que estas tan apresurado?-Negué con la cabeza mientras me mordía ligeramente en el labio inferior y al final me llené de valor.

-De hecho quería pasar más tiempo contigo...hace tiempo me dijiste que vivías en una cueva y me gustaría ir...-Aprecie como sus ojos se abrían ante la sorpresa.

Me miró por unos segundos antes de preguntar:

-¿Tu familia no se preocupara si no llegas a casa?-Tenía una ceja alzada y notaba cierto nerviosismo en su voz.

-Les avise que me quedaría con la abuela no tienes por qué preocuparte ¿Me dejarías ir?

-...Bueno esta bien, no es muy cómoda que digamos pero si tanto insistes claro que puedes ir-Dijo con una sonrisa de aquellas que me derriten o más bien encienden mi cara, di ligeros saltitos en mi lugar.

-Qué estamos esperando ¡Vamos!

-Muy bien, sígueme rojito-Comenzó a caminar y yo gustoso lo seguí.
Tardamos más o menos treinta minutos caminando hacia lo más profundo del bosque hasta que por fin pude divisar la tan esperada cueva, estaba bastante oculta con alguna maleza y lianas entramos y a primera vista podría parecer algo simple y pequeña sin embargo no podía estar más alejado de la realidad aquella era solo una pequeña distracción, entramos en una puerta natural hecha por las rocas algo mediana y ahí fue cuando vi el verdadero espacio.

Estaba una zona recubierta con algunas estalactitas a un lado podía observarse una cama improvisada con almohadas mantas y pieles a pesar de ser simple parecía cómoda al lado parecía haber una fogatas, por el otro lado había estanterías con cosas variadas pero lo que mas me impresiono fue lo que estaba mas atras faltaba techo por lo que se formó justo abajo un lago bastante bonito ¡Era todo un espectáculo!

-Oh por dios lobito que maravilla de sitio ¿Como lo encontraste?

-Al principio vivía en la primera cueva pero ya sabes uno de pequeño no podía quedarse quieto así que terminé encontrando este lugar y decidí instalarme aquí.