I-Me presento

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Mi nombre es Eider Dilexit, tengo dieciséis años y un poco más- la edad conveniente para enamorarse, según todas las comedias románticas- y mi objetivo es simple:

Quiero que te enamores de mí

Sin embargo, no creo en esa basura del amor instantáneo, no funciona conmigo. Primero seamos amigos, ¿cómo estás? ¿Cuál es tu nombre? ¿Cómo me encontraste? Si quieres, guarda las respuestas para cuando nos conozcamos cara a cara.

Te cuento un poquito sobre mí; me considero una persona callada, no del tipo reservada, sino esa que prefiere no incomodar con la curiosidad. A veces, cuando pasas tanto tiempo sola aprendes que observar es el mejor método para obtener información acerca de lo que sea, incluso más que preguntando directamente.

Realmente necesito confiar y saber que me quieren escuchar para poder abrirme al mundo y soltar todo lo que pienso. Excepto aquí; mi refugio es la escritura, eso quiere decir que confío en ti querido lector, tenme paciencia, espero que en verdad quieras oírme.

La gente suele describirme como agradable, confiable, leal, responsable y valiente. Así es, soy de Gryffindor y sí, soy potterhead.

Sostengo que los valores son un pilar fundamental en la sociedad y que la educación muestra la parte más honesta de una persona. Pero como dicen: el cementerio está lleno de imprescindibles y el mundo abarrotado de idiotas.

Espero que no seas un idiota

Todas las noches antes de dormir miro por mi ventana hacia el cielo, tomo una gran bocanada de aire fresco, observo la noche e imagino que esos puntos titilantes son como agujeritos en un techo de chapa, pequeñas ventanitas para admirar el todo y la nada misma desde lo que sea que esté allá afuera. Aquellos astros tan brillantes son efímeros y eternos; solo disponibles para quienes sepan apreciarlos y que vale la pena vivir cada día para poder ver las estrellas al salir junto a la luna.

La verdad absoluta y auténtica. De la misma manera en que un jardín secreto es más interesante cuando se mantiene oculto, las estrellas son más espléndidas cuando son poco apreciadas. Como los atardeceres en el planeta del principito; bastaba con moverse un poquito hacia el costado para poder repetir el atardecer una y otra vez, tantas veces que perdía la gracia de ser capaz de disfrutar algo que dura tan solo unos segundos.

Me gustan lo simple como un día de lluvia, una taza de café, un abrazo, un buen libro y una tarde de mates. Disfruto con tan poco que a veces se me olvida que querer más, anhelar más y desear más está completamente bien. Hay un millón de cosas que quiero en esta vida y a las que renuncio día a día, porque sé que tenerlas todas es imposible. Solo por bajar de mi nube y pararme en la tierra, por un golpe de realidad me doy cuenta que por esperar, el amor se agota; y, que por vivir la cotidianidad uno es Eider Dilexit, en latín, Inesperada Amada.

Solo deseo eso, ser inesperadamente amada. Con todo mi corazón, mente, alma, cabeza, cuerpo y espíritu. Con todo mi yo, lo que represento, quiero eso. Despertarme un día enamorada y sentir que alguien me ama de forma romántica.

Porque el amor es parte de nuestras vidas; el amor a un ser querido, el amor a una costumbre, el amor a una pasión, el amor a la vida. No obstante, hay un tipo de amor que parece ser el sentido de la vida: el amor romántico. Nos empuja a vivir, a sentir, a arriesgarnos, nos enseña a tener coraje. Ese que nos tiene todo el día pensando en una persona, imaginar situaciones ficticias e improbables, a percibir mariposas en la panza... o toda la jungla; ese que nos corta la respiración y nos hace necesitar tanto a ese otro alguien como oxígeno para respirar.

El amor parece ser la clave de la felicidad, no obstante, también puede ser su ruina. Amar significa entregar todo, absolutamente todo; ser vulnerable y débil. Uno entrega poder y control sobre sí mismo a otra persona.

"Todo sea por amor". Algunos se olvidan de amarse a sí mismos antes que a los demás y se autodestruyen. Por eso digo que amar no es de cobardes y la honestidad es para los valientes.

Tener valentía también implica aceptar la tristeza entre otras emociones. Permitirse sentir libremente es invaluable. Descargarse, gritar, llorar, sonreír, hacer muecas, expresarse es liberador. La felicidad como sentido de la vida es un objetivo fijo, pero, ¿cómo nos damos cuenta que queremos ser felices? Sintiéndonos enojados, tristes, decepcionados, disgustados, atemorizados y apagados. Tocar fondo es el impulso para saltar arriba, el propulsor hacia la búsqueda de lo que queremos lograr.

Te estoy abriendo mi mente para que te enamores primero de mi forma de pensar, de mis ideas y ocurrencias, que no son pocas. También quiero que aceptes mis manías, porque soy una persona común, y las tengo.

Tengo un tic inconsciente sobre atarme el pelo, como si fuera Violet Baudelaire. Despejo mi cara y despejo mi mente; mi cabellera demasiado larga que parece padecer una crisis de identidad, por lo que a la hora de hacer un recogido siempre se ve como un desastre.

Además, tengo una manía pequeña con el orden, ya sea colocar las cosas por color, tamaño o cualquier otro criterio. Considero necesario el orden exterior para la paz interior. Necesito tener control de mi entorno, de lo contrario me desespero.

Pero sin dudas, la literatura es mi peor manía. La escritura y la lectura me pierden y me hacen viajar a miles de escenarios distintos. En la escritura puedo reflejarme tal cual soy sin miedo a ser juzgada. Me escribo como soy y como quiero ser. Una hoja de papel en mi lienzo en blanco, en donde las opciones son infinitas y no existe un límite para mi creatividad.

Escribo sobre mis preocupaciones y mis anhelos, ahora es un gran ejemplo. También acerca de estupideces como fanfictions de Niall Horan y T/N y cosas serias como poemas y reflexiones. La escritura es un arte estructurado, perfecto para mí.

A veces me gustaría ser famosa, solo para saber qué se siente vivir en ese mundo donde eres más que un número al azar, en el que tu nombre es sinónimo de algo. ¿Ves? Estoy escribiendo tonterías, pero sí, no me molestaría ser una celebridad.

Como ya te dije, tengo un orden para todo. Hasta aquí llega mi presentación y ahora ya sabes un poco más de mí. Espero que quieras seguir leyendo. 

Quiero que te enamores de mí (GUÍA PARA AMAR #1.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora