A dark dawn ✦ Jaedo !

02. Doyoung

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El clima del día era perfecto, pero su día en particular, estaba siendo horroroso.

Inaugurando éste con una desenfrenada carrera de vida o muerte.

Siguiendo con unos sustos que el azabache califica como mortales.

Y ahora, dando inicio a una persecución que presentía iba a terminar muy mal.

¿Acaso éste era su castigo por escapar de casa? Si ese fuera el caso, nunca lo volvería a hacer.

Bueno, lo haría siempre y cuando no se enterarán sus padres.

Cosa que para Doyoung era bastante simple, pues desde pequeño tuvo que lidiar con el carácter estricto, severo y disciplinado de su padre. Carácter que según el pelinegro; sólo mostraba con él.

Por ello, asimilaba que su frívolo comportamiento se debía a su linaje, pues era el único omega en una familia de alfas. Y cree que haber nacido así fue el peor camino que la diosa luna le pudo haber obsequiado.

Mas sólo eran suposiciones erróneas.

Por otro lado, encontrar a Taeyong se estaba volviendo una tarea enrevesada, y los amplios pasillos dentro de la casa no le ayudaban, eran todo un laberinto para el menor.

Su cabeza ya comenzaba a dar vueltas.

Sin embargo, cuando estuvo a punto de darse por vencido, un ruido en la habitación más cercana lo hizo seder.

Caminó con parsimonia hacia ésta y al estar frente a la puerta, trató de verificar que fuese su amigo, cosa que no pudo hacer.

Sin pensarlo más, giró la perilla adentrándose a la blanquecina habitación.

Su mirada se encontró con unos bonitos ojos cafés que derramaban sorpresa, su cuerpo tembló y sus mejillas se sonrojaron en demasía.

El castaño frente a él se le comenzó a acercar curioso, su corazón latió desbocado al sentir el calor corporal que emanaba el contrario al estar tan cerca de su persona.

A pesar de estar avergonzado, Doyoung no evitó inspeccionar cada rasgo del más alto.

Su cabello largo cubría parte de su rostro, sus labios rosados hacían una celestial combinación con su perfecta nariz y su mirada era simplemente hipnótica.

Hasta ese entonces, el omega no se había dado cuenta de la desnudez del otro, quien no parecía estar avergonzado o incómodo con su súbita presencia.

Sin vacilar, su perspicaz mirada descendió al torso bronceado; examinando cada centímetro de piel, dándose cuenta de algo que lo dejó pasmado.

—¿Te gusta lo que ves?— mencionó burlón.

La áspera voz que poseía el hombre sin duda era impresionante para cualquiera que lo escuchase.

—¿Quién eres?— indagó tratando de no sonar tímido, y verse débil ante un alfa egocéntrico.

Cuando Doyoung, pensó que una persona no podía llegar a ser tan atractiva, el castaño sonrió. Su sonrisa juguetona hizo flaquear todos los átomos existentes en el cuerpo del sonrojado omega.

Esos hoyuelos causaron que su corriente sanguínea se detuviera y, se acelerará como una montaña rusa gigante en movimiento. Su estómago dolía.

—Soy Ja...

"¡Doyoung, baja a comer!" Su madre irrumpió el habla de 'ja' y el mencionado escapó rápidamente del cuarto con ambiente tenso y caluroso.

Al salir movió sus manos cerca de su rostro, como si estas fueran un abanico, en un intento de bajar su sonrojo.

Bajo las escaleras un poco-mucho-muy ensimismado, y sin siquiera quererlo llegó al comedor.

Para su sorpresa, en la mesa, estaba toda su familia junto a Johnny, y un pelirrojo al que no conocía ni de vista.

Sin duda su día era raro. ¿Estaba seguro de haber despertado esta mañana?

Su padre lo miró con delicadeza, y se levantó de la silla llamando la atención de todos los presentes.

—Me alegra que estés acá, Doyoung. Él es Nakamoto Yuta— el pelirrojo le saludo con una sonrisa, acción que fue imitada por Kim de manera audaz.

—Encantado de conocerte — el chico asintió, y su penetrante mirada viajó nuevamente a las mejillas del omega a su lado, Taeyong.

—Bueno y la persona detrás tuyo es Jaehyun, ambos son nuevos miembros de la manada, espero puedas darles una cálida bienvenida— al voltear, su sonrojo volvió de manera violenta.

—Sí bueno, comamos que tengo bastante hambre— una rara tos salió del menor al ver la sonrisa del tal Jaehyun otra vez. ¿Por qué era tan atractivo?

Debía de empezar a controlarse.

Las sirvientas comenzaron a servir luego de que todos tomaran un lugar propio, la comida olía delicioso, eso pasaba cuando la señora Park cocinaba.

Cuando el pálido comenzaba a comer, la voz de su progenitor lo interrumpió.

Algo tenían en contra de él.

—Doyoung, me gustaría que tú le enseñaras el pueblo a nuestros nuevos miembros, ya que Johnny está un poco herido por la pelea y Jennie tiene que ir al pueblo vecino. ¿Te importaría?

Sí, definitivamente algo traían en su contra

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