A dark dawn ✦ Jaedo !

03. Doyoung

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Las nubes esponjosas se veían realmente cómodas para estar ahí un día como éste, según Doyoung.

La presencia del castaño detrás de él siguiéndolo a cada paso, podía llegar a ser sofocante. Y a este ritmo el pelinegro terminaría calvo del estrés que su estado físico mental estaba sufriendo.

Agradece a Taeyong por acompañarlo, pero lo maldice infinitamente por no dejar de hablar a cada segundo sobre 'lo guapo que es Yuta'.

Ya se veía calvo. Su paciencia regularmente nunca llegaba a su límite, pero ahora entendía lo que decía su madre, siempre hay una primera vez. Y ya estaba cerca de correr a su amigo cual cachorro que no deja de mordisquear.

—¿A dónde planeas llevarlos? ¿Por qué no dejan de vernos? ¿Traemos algo pegado a nuestras espaldas? — susurró lo suficientemente fuerte para que toda la gente alrededor de ellos, los mirara con descontento.

Incluso los alfas tras ellos voltearon a verse mutuamente; preguntándose si en verdad parecía que los estaban viendo.

Doyoung comenzaba a pedirle a la tierra que abriera el suelo y lo tragara. Eso de verdad había sido vergonzoso.

—Deben hacerse la marca, así que supongo que ese será nuestro primer lugar— soltó un suspiro y comenzó a ir más rápido.

El sol cubierto por una media luna, que se ubica en el pecho, es la marca de una de las manadas más grandes y antiguas de todos los tiempos, 'aube'.

La marca en las manadas es de suma importancia para la protección y/o identificación en otras partes de la ciudad. Éstas, según las creencias de los miembros, los conecta mediante un lazo inquebrantable que los hace saber cuando uno está en peligro.

Sin embargo, Doyoung, no tenía su marca. Siempre se preguntó y preguntó, ¿Por qué su padre no le permitió hacérsela?

—Bien, ahora les explicaré qué hacemos aquí—se detuvo antes de entrar por la puerta de cristal, el aroma a flores y hierbas les golpeó el olfato a los cuatro.

—Como ya sabrán, nuestra manada desde décadas atrás tiene la tradición de 'marcarse' o hacerse un tatuaje en el pecho, y hoy se harán el suyo.

Entraron al lugar haciendo sonar una campana y una anciana los recibió.

—¿Qué hacen aquí?— sus iris verdes se dirigieron al castaño, lo miró con sorpresa y sus temblorosas manos subieron a las mejillas ajenas —¿Tú, qué haces aquí? Tu destino está en juego aquí...

Todos la miraron confundidos. Doyoung soltó una risita nerviosa y alejó a la mujer de Jaehyun.

No era raro que ella dijera ese tipo de cosas, pero llegaba a ser incómodo. Por eso, lo mejor en esos casos era cambiar el tema.

—¿Está Lucas? Ellos son nuevos en la manada y necesitamos unos tatuajes— la mayor los miró nuevamente y caminó con cansancio hasta una puerta negra.

—Está adentro, pueden pasar.

Siguieron sus órdenes adentrándose al cuarto oscuro, siendo recibidos por un chico moreno, quien les sonrió mientras limpiaba sus manos y se ponía unos guantes.

—Espero que no le tengan miedo a las agujas, el rubio detrás de ustedes si que les tiene—apuntó a Taeyong burlándose de su rostro.

—¿Y qué? Todos le tienen miedo a algo, no veo por qué burlarse— Hablo el pelirrojo; antes de que el lugar adoptara un silencio abrumador. 

La tensión e incomodidad podría verse como densa niebla en una fría mañana. 

El moreno le hizo una seña a Jaehyun para que se quitara la parte de arriba de su atuendo, y cuando lo hizo, lo guió a un sofá para que pudiera comenzar con su trabajo. 

Doyoung, seguía ensimismado cada movimiento del castaño, logrando que el susodicho lo mirase levantando las cejas cuando sus miradas se cruzaron. 

—Estaré afuera— salió cohibido del cuarto para no volver a mirar al alfa, y que éste pudiese burlarse de él.

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