Mobei se encontraba en la sala de audiencias terminado sus deberes, no había visto a Shang QingHua en todo el día después de su encuentro de la mañana. Pensó que tal vez ya no volvería, después de todo, la noche anterior fue en verdad malas no tenía porqué negarlo.
Suspiró hondo y dejó el papeleo a un lado. ¿De verdad dejaría que Shang QingHua se fuera así cómo así? ¿No se expresó adecuadamente? ¿Qué más debía hacer?
—¡Dawang! –Shang QingHua entró a la sala interrumpiendo los pensamientos de Mobei-jun. El rey abrió los ojos como platos y quedó aún más estupefacto viendo como el señor del pico An Ding llegó con mucha prisa. –Tengo algo muy importante que decirte. –Los ojos de Shang reflejaban mucha confianza y parecía que ardían en llamas por la emoción. –Yo... Tu... –De pronto esa confianza se desvaneció porque empezó a balbucear. –Yo... de verdad, anoche yo...
—Estuvo muy mal, lo sé. –La tranquilidad con que dijo la frase podría hacer que cualquiera se preocupara. ¿En serio fue tan malo como para que incluso Mobei-Jun lo admitiera tan abiertamente? Seguramente si.
—Eh... bueno sí pero no quería hablar de eso en realidad. –Shang se rascó la mejilla y miraba con timidez a Mobei-jun. –Dawang, verás... pese a que la noche fue muy mala yo... quisiera volver a intentarlo porque... ¡Ahhhh! Esto es muy difícil, en fin lo que quiero decir es que, usted también me gusta y estoy dispuesto a experimentar lo que sea con usted, incluso investigar si es necesario y mejorar nuestras habilidades en la cama. –Conforme más hablaba Shang QingHua su cara se ponía más y más roja de la vergüenza. –Bien ya lo dije, no lo diré de nuevo...
—¿Estás hablando en serio? –Por instinto se levantó de donde estaba para acercarse– Qinghua...¿Estás seguro de lo que acabas de decir?
—Eh... si, supongo... ehh bueno lo de ayer fue muy repentino, pero sí... debo admitir que Dawang es el tipo de hombre con el que estaría y no es que haya estado con otros jajaja pero ya sabe... –Shang se golpeó la frente con la palma de su mano. –Por Dios ¿Qué estoy diciendo?
—Yo también siento lo mismo por ti –Dudó por un segundo pero extendió su mano tratando de alcanzar la de Shang. Cuando lo hizo la apretó ligeramente aunque aún mantenía su expresión seria. Era como si no hubiera escuchado ni una sola de las tonterías que dijo, solo cuando le dijo sus sentimientos.
—Dawang... yo... no sé si quisiera volver a intentarlo. Traje un libro que puede ayudarnos. –Sacó de sus mangas. –Se que está basado en mi hermano Shen y mi lord Luo pero supongo que puede ayudar. –Le dio el libro a Mobei y este lo observó con desagrado. –¡No me malentiendas! Creo que puede funcionar, créeme que no me agrada más que a ti leer como tiene sexo mi hermano pepino.
—¿Con este libro...? –Empezó a hojear las páginas del libro y su semblante cambió a uno difícil de descifrar– ¿Por qué...debo leer...el mayor Shen y...? –Ni siquiera podía terminar la pregunta.
–Ok, ok bien no lo leamos solo... ehh... intentemos de nuevo ¿si? –Arrojó el libro muy lejos y tomó las manos de Mobei. –¿Qué dice Dawang?
—Enséñame –También sujetó sus manos y lo miraba muy determinado.
—¿Yo? ¿enseñarle a Dawang? –Shang quedó boquiabierto y más por la determinación en los ojos de Mobei. Si bien el escribió una novela de sementales, nunca había tenido sexo antes de Mobei-jun. Nunca había experimentado más allá de la masturbación. –Bueno eh... podemos ir a alguna habitación Dawang, no sé, usted decida.
No hubo necesidad de contestar. Como si de una emergencia se tratara abandonaron el salón para ir a la habitación principal, prácticamente lo estaba arrastrando pero no era eso lo que le preocupaba en realidad. Una vez ahí los dos se sentaron al borde de la cama y Mobei-Jun volvió a sujetar sus manos.
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¿Y ahora qué sigue?
FanfictieLas cosas se dieron demasiado rápido, no se dio el tiempo correcto para que se procesaran correctamente. Shang QingHua no había tenido tiempo de pensar como es que en realidad veía a Mobei-jun. ¿Su amo? ¿Su compañía? ¿Algo más? El señor demonio del...