La rebelión de los Caídos

Parte 48 Re-encuentro

CAILÍ.....

—ya se lo pedí a Susan—le insisto a Cameron por teléfono—así que también te lo digo a ti.
—te está volviendo una amargada—bufa burlón—para que lo sepas, nosotros los divertidos aprovechamos cualquier excusa para celebrar.
—bueno pues si tu excusa esta vez consisten en alquilarme un penthouse en el mejor hotel de la Vegas para mi solita como te lo pedí el año pasado—llamó al elevador— entonces cuenta conmigo y fingiré que no se nada poniendo mi mejor cara de sorpresa.
—emmm bueno digamos que....—balbucea
—ahí lo tienes— detengo el elevador al ver corriendo a mi compañero por el pasillo—por esa razón me iré a pasar unos días con mamá.

Luca—mi compañero— entra el elevador acomodándose las gafas, oprime el botón del primer piso y me sonríe como todos los días, le devuelvo el gesto reanudando mi conversación telefónica.

—necesito tomarme unos días Cam—suspiro desanimada—necesito distraerme un poco.
—¿está todo bien Caili?—se preocupa—¿hay algo que quieras decirme?.
—no es eso...es que yo...
—no digas más, espérame unas horas que cruzare entre planos para estar contigo.
—no quiero que lo hagas—me apresuro a decir—no es necesario que interrumpas tu gira, extraño a mamá, eso es todo.
—¿estás segura?
—por supuesto—miento—solo será un fin de semana.

Siento la mirada de Luca sobre mi y la desvía cuando volteo a verlo de reojo. Es un chico lindo, de esos que te hacen sentir halagada cuando te miran a ti de entre todas las demás.

—está bien—suspira— pero llámame cuando estés en Midnight Valley.
—lo haré—me acomodo el cabello detrás de la oreja— salúdame a Lorelei.
—¿como sabes que está aquí?
—porque suele estar en todas tus exhibiciones—me huelo las puntas del cabello—le gustas tonto.
—ya lo sé, no estoy ciego.
—¿y que estas esperando?
—no tengo tiempo para eso ahora y lo sabes.

Ruedo los ojos como cada vez que pone esa excusa. Lorelei Miller tiene dos años persiguiendo los huesitos de mi amigo. Es hija de Rita y es precisamente la misma chica que Cameron vio en al visión que se le reveló estando en el velo.

—como digas—me exaspera— yo solo digo que a ella no le importaría si sales con otras en lo que ustedes se vuelven a ver.

Se hace un silencio del otro lado de la línea, dentro del elevador mi compañero se mueve incómodo por lo que decido cambiar de tema.

—suerte con lo de este fin de semana.
—Rita encontró otra exhibición clandestina—me explica— espero encontrar otro trabajo de esa tal Zirel.
—estaré cruzando los dedos—se ríe—cuídate y no olvides traerme un buen obsequio o te depilaré las cejas cuando duermas.
—hasta sin cejas soy hermoso.
—idiota.
—tonta—insiste— ten cuidado por favor
—tú también
—¡ha! Y no te atrevas a cometer ninguna locura hasta que yo llegue.
—hecho.

Termino la llamada sin dejar de pensar en la cruzada que emprendió Cameron desde que tuvo esa visión. Su necesidad de encontrar a la chica que pinta y firma como él, lo tiene demasiado ocupado.
Tanto así que retomó su faceta como pintor, solo que esta vez se atrevió a salir del anonimato compartiendo su trabajo con el resto del mundo.

Se puede decir que gracias a Rita Miller mi mejor amigo ahora es famoso y que sus cuadros firmados como "E.L" son los más cotizados entre los coleccionistas. Pero Cameron es un caprichoso que se niega a mostrarse ante cualquiera.

<<El único inconveniente es que extraño sus tonterías>>

Compruebo la hora en el teléfono antes de guardármelo, hace más de tres horas que termino mi turno y eme aquí....otra vez.

—de nuevo haciendo horas extras Custos—dice Luca
—se me pasó la hora....otra vez.

Sin Cameron cerca o visitas de demonios que me mantengan ocupada, es fácil perder la noción del tiempo en el laboratorio, son las once de la noche y yo apenas estoy saliendo de trabajar.
Mi compañero se aclara la garganta y lo siento incómodo.