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• 𝚂𝙺𝙸𝙿 𝚃𝙸𝙼𝙴 •
– ¡Sano! ¡Sano! – gritó una voz feminina muy familiar, era solo las ¿¡6 de la mañana?! ¡Santa mierda!
“¿Porque tan temprano?” pensé continuando escuchar mi apellido. Todos las personas que conozco me llaman por mí nombre, solo una persona tan insistente y terca me llamaría así, ______.
Me asomé fuera de la ventana de mi casa y ahí la ví, entusiasta con esos brillos en los ojos... algo le había pasado.
– ¡Baja rápido! – gritó bajo intentando no hacer despertar los demás, no la hice repetir dos veces que ya había abierto la puerta de mi casa
– ¿Que sucede? ¿Que tienes, otro golpe? – pregunté visto que era raro que ella viniera en este estado, tenía ropa ligera y su cabello era desordenado – ¿Porque estás así? ¿¡Sabes que de mañana hace frío- ?!
– ¡Nació! ¡Nació! – estaba brincando con tanta alegría que me tomó de los hombros y me sacudía pa' delante y para atrás
– ¿Quien? ¿Quien nació ______? – con esa boca suya su sonrisa se hizo aún más grande, ella contagiando me con esa alegría me comenzé a reír por lo absurdo que se convirtió está situación mientras intenté calmarla – Jaja oyee, ¿me dices que bicho te picó?
– ¡Takashi nació, Shinichiro!
– ¿Que? – paré en seco cuando ella dijo eso, si que el tiempo vuela – ¡¿Y está bien?!
– ¡Por supuesto! ¡Ven, vamos! - me tomó de la mano pero rápidamente me quité de ese agarre, ella se detuvo atónita. Querría ir con ella pero no lograba hacer un paso adelante, me frené con solo pensar con temor de no verla más a mi lado – Perdón por tomarte de la mano de repente, no fue mi intención.
– ¡Oh, no, no, no! ¡No es eso! – claro que aprovecharía la oportunidad de tomarnos de la mano – Es que me duele pensar que apenas mi hermano nazca me tendré que ir con mi abuelo, y él vive lejos de aquí... – me tapé la boca con mis manos ¡No lo quería decir! Bueno, no ahora que no es un buen momento – Mierda... – se me escapó de la boca
– ¡Pff- Jajaja! ¿Y era solo eso? – se rió rascándose la cabeza – Oye Sano, es la misma cosa que te tenía que decir pero... ni yo encontraba el modo y el tiempo – confesó – Me preocupé aún más sabiendo que mi hermano había nacido, pero no era una cosa que podía cambiar... – extendió su mano hacia mí – Solo vive el momento y no te tormentas con cosas inútiles.
Sí, en ese momento me di cuenta el porque me gustaba tanto esta chica por cuánto terca que podía ser, me hacia sentir tranquilo.
“Espera- ¡¿Acaso ______ dijo antes mi nombre?!” pensé mientras salía humo de mi cabeza caminado juntos hacia el hospital.
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