Mañana de otoño.

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                       Capítulo 1.

Ya terminando el otoño, haciéndose notar, allí estaba yo, acostada en mi habitación, con unas cuantas frazadas. Podía sentir como el viento hacía choque contra las ramas y algunas de las hojas que quedaban en los árboles.

Miré el antiguo reloj de pared que tenía unos cuantos años en mi familia, marcaban las 07:15.
Entonces me levante apoyando mis pies en el frío piso de cerámica hasta poder encontrar mis pantuflas, agarré el salto de cama rojo, peludito y abrigado y me dirigí a la cocina, que compartía con una pequeña sala de estar con un sofa mediano color beige y dos individuales haciendo juego con el.

En la cocina, preparé el café y puse dos tostadas a hacer, mi rutina mañanera. Me senté en un taburete y desayune mientras revisaba mi ¡Phone, tenía unos WhatsApp de mis amigas, éramos amigas desde la escuela hasta ahora. Maddison, Zoey y Rouse, habían comentado de salir el viernes por la noche, como solíamos hacer todos los viernes.
Pues claro que no iba a rechazalas, aparte, no tenía nada planeado para el viernes.

Terminé mi desayundo y lo dejé en el fregadero, me dirigí a mi habitación nuevamente y me paré frente al armario. Cogí unos jeans azules, una remera manga larga color marrón, y un camperon de lana que llegaba casi a mis rodillas.
Para convinar, también me coloqué unas botitas bajas color beige.
Fui al baño cuando terminé de vestirme y cepille mis dientes, lavé mi cara para quitarme las lagañas, me recogí el cabello con una coleta, me puse un poco de perfume, perfume dulce sí, me encantan los perfumes dulces.

Se me hacía tarde, asique salí de apuros, cogí mi bolso con mis papeles, metí en celular en ella, agarré las llaves y me fui.
Bajé las escaleras, vivía en un tipo de apartamento.
Saqué mi automóvil, era pequeño, bueno estaba a mi gusto.
Me dirigí al trabajo, trabajaba en una guardería de niños pequeños. No pasaban los cinco años, me encantan los niños. Me apasiona mi trabajo.

                               ***

Al llegar saludé a mis compañeras, Martina y Pamela.
- Buenos Días - Les dije acompañado con una sonrisa, ellas me respondieron de la misma manera.
Era una mañana tranquila, los niños jugaban y dibujaban, mientras algunos dormían.
No era difícil trabajar, más cuando es lo que les gusta. Lo peor que puede pasar son los berrinches o los dolores de estómago. Pero era un clima tranquilo.

Se hizo la hora de finalizar el trabajo, los padres vinieron por sus niños.
Algunos padres como siempre, interesados por el comportamiento de sus niños. No recibíamos quejas casi nunca, no pasaban de algún rasponcito de los niños cuando empezaban a caminar o caían, eran quejas de padres sobre protectores demás.

Salí de el trabajo y fui a ver a mis padres como de costumbre, me quedaría a almorzar también, vivían a la vuelta de mi trabajo.
En un "abrir y cerrar de ojos" estaba ahí.
Entré ya que tenía las llaves, y me dirigí a la cocina, donde estaba mi madre cocinando, la salude con un beso.

- ¿Cómo te ha ido en el trabajo?, cariño.-

- Bien, fue un día tranquilo.- Le respondí mientras dejaba mi bolso en un sillón. Mi padre no había llegado, pero no demoraba en llegar, estaba trabajando él tenía una compañía de electrodomésticos, le iba muy bien.

Mi madre me mencionó que vendría mi hermano Ithan a comer con nosotros, era común que el viniera, al igual que yo. Teníamos un muy buen trato, soy la menor de tres hermanos.
Federico, de 29 años es el mayor. Él es casado con Katie, nos llevamos muy bien entre las dos.
Después está Ithan. Él tiene 26 años y no está casado, pero está en pareja con Allison, tenemos buen trato también.
Ser la más chica y la única mujer de mis hermanos es beneficioso, soy la más mimada y la bebé de la familia. Sí, así me llaman de vez en cuando aunque tenga 23 años.
Mis hermanos y yo, somos muy parecidos, tenemos ojos verdes, los míos son los más intensos y también somos todos de cabello castaño.

Ayudé a mamá a picar las verduras. Mientras eso llegó mi padre, fue a la cocina y nos saludó con un - Buenos días- y un beso.

Era conmovedor ver siempre a mis padres y estoy orgullosa de ellos, siempre nos cuidaron a mi y mis hermanos.
Llevan 30 años de casados. Sí, 30.
Ana, mi madre, tiene 50 años. Y mi padre, Juan, tiene 53 años.
Se nota en su mirada el amor que se tienen. En sus actos, en su forma de ser uno con el otro.

Llegó mi hermano unos 15 minutos después, junto a Allison.
Ellos se dirigieron a nosotros, y nos dieron un cálido abrazo acompañado de un beso en la mejilla en forma de saludo.

Yo ya había colocado la mesa para los cinco. Mi madre ya había servido el almuerzo, esos almuerzos deliciosos con el toque de amor de mamá.
Siempre hablábamos de nuestros días, de la familia, en sí teníamos largas charlas.

Ithan interrumpe.
- Me gustaría que estuviera Fede acá también, pero ya le diré esta noticia que tengo.- Tomó la mano de Allison, y nos sonrió y nos dijo, -Nos casaremos el próximo mes.-
Fue increíble esa noticia, la felicidad de mi madre era indescriptible. No contuvo las lágrimas y los abrazó a ambos felicitándolos, mi padre también les felicitó y abrazó orgulloso de su hijo.
Yo contuve las ganas de llorar, admito que se me escapó una lágrima más que otra, y los abracé.

Mi hermano se casaría, era increíble.
No encontraba mejor persona que Ali para estar a su lado, sabia que ella nunca le haría mal.

Todos queríamos ayudarlos, ellos asintieron con la cabeza dándonos una sonrisa.

Ali me pidió que en la tarde, la acompañara a ver vestidos. Rápidamente le contesté que sí, dándole una sonrisa.

Ashley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora