Montonsito de felicidad.

41 6 3
                                    


                       Capítulo 6.

Tomé lo primero que encontré en el armario, unas calzas negras, una campera gris media grande y unas vans blancas me apronte y salí directamente a el sanatorio en el cual estaba internada mi cuñada. Estaba tan nerviosa y ya tenía muchas ganas de tener a esa bebé en mis brazos y llenarla de mimos.
En unos diez minutos estaba allí y también estaban mis padres, mi hermano, su novia, y algún familiar más.
- ¿Y? - Pregunté cerrando la puerta.
- No ha nacido aún - Dijo mi madre, la cual tenía una sonrisa en su rostro. Bueno, al igual que todos.

Contaba los minutos que pasaba, estaba al lado de la sala de parto esperando noticias y parecía que no nacería más. Pasé dos horas mirando mi reloj de mano deseando que llegara el momento.
Se nos hacía eterno, mamá que caminaba por el pasillo junto a Ithan.
Hasta que de pronto sentimos un llanto, y sí, salió la partera que la había atendido y anunció que había nacido Marie.
Se me escaparon unas cuantas lágrimas al igual que a mi madre y a mi abuela. Todos sonreían ya no tendríamos que esperar más tiempo porque ya en minutos estaríamos conociendo a la pequeña princesa de la familia.

Salió Fede con una sonrisa y me abrazó, conexión única de hermanos y lo abrase con fuerza.

- Felicitaciones papá - le dije mientras lo abrazaba.

- Gracias igualmente madrina. Queremos que tu seas la primera en pasar a ver a Marie.-

Era de pensar que llorara al oír esas palabras de mi hermano. Asenti y el tomó mi mano y me llevó a la sala donde se encontraba Katie junto a Marie.
Pasamos unas cuantas puertas para poder llegar a la salita de maternidad.

- Aquí es - dijo señalando con su dedo una puerta con dibujos de bebés.

Me tenía tomada de la otra mano y pasé detrás de él y me dirigí a la última cama. Eran habitaciones de cuatro madres pero solo estaba Katie y otra chica más que al parecer había tenido un niño.

Corrí la pequeña cortina.
- Hola - dije en susurros. Enseguida Katie me dirigió una sonrisa y movió la pequeña manito de Marie que la tenia en brazos haciendo un saludo.

- Hola madrina - y no contuve unas lágrimas que salieron. Me acerqué y no podía creer lo tan pequeñita que era, era increíble y mis ojos no mentían en ningún momento, era la bebé más linda. Y tenía un gran parecido a su hermana Clara.

- Tenla si quieres - me dijo Katie acercándose hacia mi.

La tomé en mis brazos y ella me miró con unos ojitos verdes pero tan pequeños. Sentí una conexión. No podía ser más feliz en esos momentos.

- Mi pequeña niña, ¿sabes cuanto esperamos que llegaras? No te imaginas todo el amor que tendrás aquí y la familia que ansiosamente quiere conocerte. Soy tu madrina y cuidaré de ti más que a mi vida.- Susurré y le di un pequeño y delicado beso en su frente.

- Es tan maravillosa - Dije mirando a sus padres.

- Serás una gran madrina - Dijo Federico y Katie tomada de su mano asintió.

- Gracias, de verdad, prometo que siempre estaré allí. Sonreí.
No quería alejarme ni un segundo de ella, era mi tesoro más preciado.
Pasó el tiempo y se hizo la hora de visita a la cual pasaron mis familiares y algunos amigos de ellos.
Yo estaba sentada con la bebé en brazos de nuevo y con mucho gusto. Katie estaba un poco dolorida pero estaba hablando con mamá, papá, y entre otros. Yo estaba perdida en un dulce mundo. Suerte que las habitaciones eran grandes, porque muchos esperaban el nacimiento de Marie e hicieron notar su presencia.
Se abrió la puerta y miré de reojo, oh dios, era Emiliano. Un amigo de mi hermano, muy cercano por decirlo así. Felicitó a los padres a los abuelos y se dirigió a ver a la pequeña.
Se puso en cunclillas.

- Hola - dijo en un tono muy bajo.

- Emiliano - Sonreí.

- Que niña más linda, es increíble. - Dijo acariciando la pequeña manito de la bebé que estaba tomada de mi dedo.

- Lo sé, pero es real, me costaba creerlo. -

Pasaron las horas, compartía charlas con varias personas de ahí. Al igual que todos.

- Permiso, ¿Cómo está la mamá? Dijo una asistente que andaba ahí, parecía de unos 30-35 años.

- Bien, ya me hicieron los análisis y salió todo bien.-

- Muy bien. Les paso a informar que ha terminado el horario de visitas.-

Entonces comenzaron a despedirse, y yo no me quería despegar, pero vendría mañana a verla y ya pronto estaría en su casa.

- ¡Ey!-
Volteé.

-Emiliano, que pasa?- dije con mirada nerviosa.

- Te acompaño a tu casa -
Asenti.

Mientras íbamos saliendo del hospital ya era tarde, el me tomo del brazo y me dirigió al auto, estaba muy frío. Hablamos de muchas cosas hasta llegar al departamento.

- Ven, pasa - dije.

- Él fue detrás de mi-.

Yo tenía al cena pronta ya, mamá había pasado por casa ya que yo estaba con Marie.

Lo invite a cenar, pero algo ocurrió..

***

Mis lectoras, disculpen tanto tarde. Estaba muy ocupada con otros temas. Ya retomé esto de escribir.
Es un capítulo muy corto para lo que las hice esperar, pero ya, entre hoy y mañana subiré otro con muchas nuevas cosas. Ni se imaginan. Gracias por todo y nuevamente disculpenme. Las quiero.

Ashley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora