Pensamientos.

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                      Capítulo 2.

Quedamos de vernos a las 17:00 en el centro con Alisson, justo en la cafetería para merendar y salir a recorrer tiendas. Pricincipalmente iríamos a la de vestidos de novia. Era algo que me encantaba, más si era para la novia de mi hermano, su futura esposa.

Después del almuerzo en lo de mis padres, me dirigí a mi pequeño apartamento. Pequeño, pero perfecto para mi.
Llegué a ducharme pero antes fui a la cocina y le serví la comida a mi pequeña gata. Tenía dos meses, su pelo gricesco, y sus pequeños ojos azulados.
Le eché una latita de atún en su platito de comida y la llamé.

- ¡Taaaay!.-
Ella saltó del sofá y vino rápido al sentir que la nombre, me miro con esa dulce mirada que solía dirigirme. Le acaricié su cabeza, y fui a el armario. Ya no estaba tan frío como en la mañana, asique tomé una blusa blanca suelta, unos jeans negros y un chaleco fino color verde, con unas sandalias bajas.
Me dirigí al baño que da a mi cuarto, prendí una pequeña estufa a gas moderna que tenía, me quité mi ropa, y la deje en el sesto de ropa sucia.
Puse música de lo ¡Phone y me bañe, demoré unos 30 minutos.
Salí, y me vestí. Esta vez deje mi pelo suelto, lo tenía muy largo y tenía un hermoso brillo.

Ya eran las 16:30.

Tomé una manzana y use un rato mi WhatsApp.
Tenía un mensaje de mi hermano mayor. Él vivía en Galicia y yo en Madrid.
Lo echaba de menos igual que a mi sobrina, pues se llamaba Clara y tenía cinco añitos. Es la mimada de la tía Ash.
También iba a tener una hermanita, mi hermano iba a ser padre por segunda vez.

En ese momento me puse a pensar cuanta felicidad teníamos, la boda de mi hermano y el embarazo de mi cuñada.

Y yo, bueno, yo soy más de salir, no quiero enamorarme, o... ¿acaso tengo miedo?...
Bueno, había tenido ya una pareja de los 18 a los 21, y verdadermanete había sufrido bastante.
No iba a dejar que me volvieran a lastimar. Desde ese momento creo me negué a enamorarme.
Miré la hora en mi reloj de muñeca que marcaban las 16:50.
En diez minutos me iría a juntar con Ali.
Abrí el mensaje de Fede. Me había mandado una foto de una ecografía que le habían echó a Katie, de la pequeña Marie. Así se llamaría mi segunda sobrina.
Le contesté y les dije que los extrañaba. Guardé el celular y me fui a la cafetería.
Allí estaba Ali, estacione y fui directo a ella. Me mostró una sonrisa y nos abrazamos. Así mismo, empezamos a hablar de lo que íbamos a hacer por el resto del día.
Teníamos que ver vestidos tanto como para ella y como para mi. Claro, de boda y de fiesta.
También teníamos que ver sandalias y accesorios, en sí tendríamos una linda y larga tarde otoñal.
Después de tomarnos un chocolate caliente con unas rosquillas, comenzamos a recorer Madrid.

Ella iba desidida a como quería su vestido, la veía tan entusiasmada, eso era lo mejor. Teníamos un gran lazo que nos unía.
Llegamos a una tienda de novias, todo era tan elegante. Tan.. Tan de novias, eso me hacía pensar, pero dejé los pensamientos de lado.

Ali tan rápido vio un vestido con una bella caída, con un destaque de brillo y elegancia, se lo probó y parecía como si estuviese hecho para ella. Se veía realmente preciosa, supe que después de haberse probado cinco vestidos ese la hizo llorar, y admito que yo también lloré.
Sí, soy muy sentimental.
Yo le regalé el vestido de novia, yo lo iba a pagar, no es que tuviese mucha plata, pero sí, tenía por decirlo, de sobra.
Salimos de la tienda, con el vestido en una cajita blanca, y fuimos a la tienda de al lado. Era una tienda de gala y mucha elegancia.
Busqué un vestido para mí, mientras Ali buscaba accesorios.
Encontré un vestido rojo cereza, escotado, largo, abierto en una pierna y con un cinturón de piedrillas parecidas a el diamante. Me enamoré.
Lo compré también. Para la ropa yo resultaba ser muy decisiva.
No se lo iba a mostrar a mi cuñada. Pero ambas compramos los accesorios, varios accesorios.
Hicimos las otras vueltas, y la llevé a su casa que también era donde vivía mi hermano.
Antes de bajarse se dirigió a mi y me dijo:
- Ash llevate mi vestido, sabes como es tu hermano de curioso. Querrá verlo.-
Echamos a reír, le respondí.
- Claro cariño, no te preocupes por ello.-
Me despedí con la mano y me fui.

Llegué y no tenía ganas de cocinar asique encargué una pizza al autoservi.
Lo bueno de esa pizzería era que la traían en 20 minutos.

Mientras tanto, mi hermano me dijo que vendría para la boda, junto a mi sobrina y su esposa embarazada.

Y al pasar las horas, después de cenar, estaba acostada con Tay, mi gatita, con la portátil prendida,  estaba en Facebook. Miraba publicaciones, nada distinto, como siempre.

La cerré y deje en mi mesita de luz, mientras pensaba el mismo tema de hoy, ¿porque no podía ser feliz sin tener tanto miedo?. Capaz que había alguien en otro lugar del mundo pensando igual que yo, solo.
A veces, cuando estaba sola necesitaba compañía, necesitaba esa personas que te escucha. La persona que te hace reír, te cuida.
Pensaba en mis padres y en mis hermanos, ellos eran felices. ¡Cuidado! Yo también lo era, solo que a veces quería encontrar a esa persona. A veces nomas.

                            ***

Pasaron muy rápido los días, ya era el día de la boda de mi hermano.
Los nervios me consumían, pero estaba feliz.
Colmada de felicidad.
Él se casaba con la mujer que amaba, vendría nuestro hermano, se juntaría la familia, podría usar ese vestido que tanto me había cautivado.

Ashley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora