Pequeño Accidente

• Encuentro inesperado •

Dentro de la editorial la mayoría de empleados cumplía correctamente con su labor, siempre había sido así, aunque ahora con la llegada del nuevo jefe las cosas habían cambiado un poco... o tal vez mucho.

El ambiente había mejorado, cada área tenía mejor control y la parte que la mayoría más amaba era el aumento del sueldo.

Su nuevo jefe, Lan WangJi, era justo y pagaba por el esfuerzo de todos. A pesar de que algunos días no se presentaba debido a otros negocios que mantenía, siempre procuraba pasar por la editorial y revisar muy de cerca el proyecto con el que estuvieran trabajando. Bueno, también pasaba para encerrarse un par de horas en su oficina junto a Wei WuXian.

Ellos dos eran el tema del momento, secretamente (no tan secreto) se había formado una clase de apuesta dentro del personal, preguntándose cuándo se harían una pareja formal, unos decían que sería en un par de meses, otros antes de terminar el año y la mayoría aseguraba que sería antes de la conclusión del proyecto actual que tenían en manos. Grandes sumas de dinero esperaban por el resultado.

¿Quiénes resultarían victoriosos?

Wei WuXian quizás escuchó de vez en cuando alguna plática entre los pasillos de la editorial, pero poco le importaba, estaba más apurado en llegar a la oficina de Lan WangJi como para frenar y cotillear.

Usualmente era recibido con besos húmedos y caricias, si tenían tiempo quizás algo más que simples toques por encima de la ropa. Después de su primer encuentro con Lan WangJi, este escuchó bien sus palabras y siempre tenía preservativos a la mano, una vez que WuXian ponía un pie en esa oficina difícilmente salía intacto.

El doncel no se quejaba la mayor parte del tiempo, pero había ocasiones donde realmente necesitaba consultarle algunas cosas sobre trabajo y las mordidas en su pecho no le ayudaban a concentrarse. Siendo aún peor cuando Lan WangJi no le permitía ni hablar ya que se dedicaba a comerle la boca.

Justo como en ese instante.

—¡Lan WangJi déjame respirar! —gritó WuXian logrando alejarse un poco de sus garras, un segundo más y sentía que la vida se le iba. —¡¿Por qué siempre me atacas?! ¡Yo sólo venía a mostrarte el boceto de la portada!

Lan WangJi lo mantuvo en su regazo sin un ápice de intenciones por soltarle. —Nunca puedo contenerme cuando se trata de ti.

—¿Esa es una excusa? Porque es muy mala —murmuró WuXian sonriéndole al mismo tiempo que alisaba su traje.

Continuaba sin poder creer cómo a pesar de todos sus ardientes asaltos Lan WangJi siempre lograba mantener una imagen pulcra y con un traje bien arreglado, en cambio él... ni siquiera lo mencionaría.

Con una suave caricia, Lan WangJi obligó a WuXian a acercar más su rostro, buscando provocarlo para hacerle caer.

—No pareces disgustado cuando me acerco y te toco —dijo Lan WangJi a unos milímetros de la encantadora boca del doncel.

WuXian se inclinó con ganas de más, pero el Lan retrocedió, proclamándose indirectamente el ganador.

—Juegas sucio —acusó Wei WuXian frustrado.

¿Lan WangJi siempre había sido tan ardiente en la universidad? Según sus memorias no, o al menos no como ahora, que exudaba erotismo y hacía que su libido se alzara hasta un punto que desconocía y a veces le asustaba.

La mirada sexual de Lan WangJi cambió en segundos, volviéndose más gentil y algo curiosa.

—Luo QingYang dijo que saldrías temprano hoy —comentó el Lan mirándole fijamente.