El día se había consumido en su totalidad, marcando el fin de la jornada laboral. La mayoría de empleados en la editorial iban de salida, unos más cansados que otros. El proyecto que les quitó el sueño por varios días estaba a punto de concluir con éxito. Sólo faltaban algunos pequeños detalles para que la imprenta del primer lote comenzara.
La noche ya estaba encima de todos, poco a poco los restantes eran cada vez menos, llegando el punto donde casi todo se sumió en silencio.
—Descansa WuXian —dijo MianMian siendo de las últimas en retirarse.
—Hasta la siguiente semana —despidió el doncel con un pequeño gesto mientras veía la hora.
Un suspiro se escapó de sus labios al ver que no alcanzaría a arropar a sus hijos, pero era mejor quedarse más horas y terminar todo de una vez para descansar tranquilo el fin de semana, además de que ya tenía planes y no podía estar con la cabeza llena de pendientes del trabajo.
Mientras hacía los últimos ajustes notó como Lan WangJi entraba en su oficina.
—Ya casi está listo —aseguró WuXian con una sonrisa.
—Podrías ir a casa y descansar —sugirió el Lan mostrándose dispuesto a tomar su lugar para que el doncel se retirara.
—Que amable de tu parte, pero este también es mi trabajo —dijo WuXian negándose sutilmente—. Ya falta poco, entre los dos podemos terminar.
Una vez más Lan WangJi insistió. —Los niños te esperan.
Esa frase hizo dudar a WuXian por una milésima de segundo, pero sabía lo que era estar solo terminando un trabajo, en su lugar prefería quedarse y así hacerse compañía mutua.
—Wen Ning está con ellos, no es la primera noche que me quedo hasta tarde.
Lan WangJi ya no insistió más, su mirada cambió, lucía pensativo.
—Debió ser duro —su comentario fue algo incomprendido por parte de WuXian, por lo que se explicó: —Hacer todo tú solo.
El doncel bajó la mirada al recordar sus inicios, donde temía y se preguntaba si podría hacerlo bien o tan siquiera sería capaz de darles una buena vida. Todo lo que hizo siempre fue para el bienestar de sus hijos, en el instante que supo de su embarazo empezó a buscar un lugar para vivir, trabajó en una pequeña empresa hasta que lo corrieron al saber de su estado, para su suerte logró juntar una considerable suma de dinero, sin olvidar de la ayuda que obtuvo por parte de Jiang Cheng.
Después de dar a luz conocería a los Wen al ser sus vecinos, terminaría cayendo en la editorial y el resto se volvería historia. Algunas noches en vela, otras atendiendo a sus hijos enfermos, y otros tantos días con sonrisas.
—Sí, fue duro... —murmuró algo distraído en sus memorias, pronto una sonrisa llegó a su rostro—. Pero ya te lo he dicho antes, no me arrepiento, pareces más atormentado tú que yo.
Lan WangJi no dijo más nada, ninguno lo hizo, el resto del trabajo fue en silencio, pero uno sumamente cómodo. Era como si con sólo tener su presencia bastara para ambos.
En menos de dos horas todo finalizó, Wei WuXian sonreía de oreja a oreja, estaba más que satisfecho, presentía que esa nueva novela sería un éxito. El mundo antiguo con cultivadores, energía resentida, demonios y demás era muy interesante, podía apostar con ojos cerrados que el público amaría la historia y a los personajes.
—Ves, te dije que entre los dos esto sería rápido —dijo WuXian estirando su espalda y dando un vistazo al reloj—. No es tan tarde.
Aún no era medianoche, tener la ayuda de Lan WangJi agilizó demasiado las cosas, no como con su anterior jefe, donde más de una vez terminó durmiendo literalmente en la editorial.
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Pequeño Accidente
Fiksi PenggemarDespués de una desgarradora noticia en la fiesta de graduación, Wei WuXian se convence de olvidar al chico del cual estuvo enamorado toda la carrera. Su único inconveniente va a ser un pequeño accidente que lo marcará de por vida... bueno dos. •Wang...