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Entrevistar a las víctimas no les toma mucho tiempo, pues sólo son . Al principio los demás se muestran renuentes a confesar, pero en cuanto Izuku y Uraraka revelan la existencia de la confesión de Junko (por supuesto que omiten mencionar el nombre de la chica), generan una reacción en cadena que logra que los demás terminen por confesar, excepto por alguien.

—Así que me dicen que los demás ya confesaron... — menciona Hashimoto Raito, la cuarta víctima.

—Así es, Raito —dice Uraraka.

—Me niego a confesar, si digo algo ellos matarán a mi familia y a mí, no puedo hacerlo—dice con la mirada hacia abajo mientras aprieta con fuerza sus manos.

Izuku observa a Raito. El niño es un omega delgaducho, de postura encorvada y caballo negro que enmarca sus ojos. Cuando Raito le mira directamente, su pecho duele, los ojitos negros del niño se ven tan tristes y asustados. En la mente de Izuku se proyectan los recuerdos de su vida en la secundaria. Recuerdos de su vida antes de One For All y la U.A. Por lo que, sin pensar demasiado, se levanta y se sienta a un lado de Raito.

—Raito —le llama suavemente.

El aludido no levanta la vista, tiene miedo de que el gran héroe Deku lo regañe.

—Está bien, Raito.

Los ojos de Raito se abren en sorpresa, lentamente voltea a ver a Izuku. Cuando la mirada de ambos se encuentra, el mayor sonríe suavemente.

—Entiendo que estás asustado y que no quieres decir nada para proteger a tu familia —habla Izuku—Está bien tener miedo, ¿sabes? Incluso los héroes nos asustamos también.

Raito frunce el ceño.

—¿No me crees? —pregunta Midoriya y Raito sacude su cabeza—. Bueno, lo creas o no, lo héroes también nos asustamos. ¿Sabes qué hacemos los héroes cuando tenemos miedo? Le decimos a otros héroes para que nos ayuden. Yo le cuento a uravity todos mis miedos y ella me ayuda a superarlos.

Izuku ve a su amiga cuando habla y ella se siente enternecida. Raito voltea a verla y Uraraka le mira de vuelta.

—Yo también tengo miedo, Raito —dice suavemente Uraraka— tengo miedo de que los hombres que te lastimaron lastimen a otras personas. Esas personas también lastimaron a Deku y yo le prometí a Deku de que los atraparíamos para encerrarlos y que no vuelvan a hacer daño a nadie más. Tengo miedo de no cumplir mi promesa.

Izuku se conmueve, sus ojos se humedecen y piensa que es muy afortunado de tener amigos como Uraraka. Quiere levantarse y envolverla con sus brazos, pero se contiene, respira hondo y se tranquiliza.

—Tal vez los tres podamos ayudarnos, ¿qué opinas, Raito? —pregunta Izuku gentilmente— si nos dices algo, nos ayudarías a proteger a muchas personas, serías un héroe, Raito.

—Yo... no lo sé... —Raito muerde el interior de su mejilla.

—Está bien, no tiene que ser ahora, puede ser después. Te dejaremos nuestro número para que puedas hablarnos cuando quieras.

Raito asintió con la cabeza.

—Oye, Raito —el aludido voltea a verlo— también quiero que sepas que todos los héroes y yo, te vamos a proteger a ti y a tu familia —dice Izuku con seguridad, mirando con convicción al omega en frente de él.

Raito no dice nada, quiere decir algo, pero no puede, no sabe qué decir y hay un nudo creciendo en su garganta. Es desesperante.

—Nos vemos después, Raito —dice suavemente Uraraka y se levanta. Izuku imita su acción.

NIRVANA | katsudeku omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora