Don't fall in love with Harry Potter

5. Make you mine

—¿Doctor Malfoy? —preguntan afuera del consultorio. La enfermera escuchó desde dentro un ligero adelante, así que se apresuró a entrar. Malfoy se encontraba ordenando los expedientes de sus pacientes por apellido—. Buenos días.

—Buenos días, ¿pasa algo? —se voltea, mirándola confuso.

Ella negó.

—La doctora Lovegood acaba de llegar al hospital, quiere verlo —comenta sonriente. Inmediatamente el rostro preocupado y distante de Draco cambió por uno más radiante y feliz.

Luna Lovegood había sido una de sus mejores compañeras de trabajo, además de que la veía como su mejor amiga.

Por cuestiones de trabajo y tiempo, ambos estuvieron incomunicados por bastante tiempo. Draco trabajaba arduamente, mientras Luna se encargaba de cuidarse para llevar el embarazo de su primer cachorro sanamente.

—¿De verdad? ¿Volvió a trabajar?

—Aún no, estará incapacitada por dos meses más. Pero pasó de visita rápida al hospital para que conozcamos a su cachorro.

Luna era una bonita y tierna omega que se dedicaba a tratar el cuerpo de otros omegas, cómo funcionaba, sus actitudes, y cómo han evolucionado con el pasar de los años. Ella era especialista en esta área, sin embargo el hospital tuvo que incapacitarla por un largo tiempo cuando quedó embarazada de su alfa. Todo el embarazo y tiempo de lactancia estuvo fuera del hospital, y Draco no había tenido el tiempo suficiente para visitarla, así que la noticia de que haya vuelto realmente lo alegró.

—Hace tanto no la veo... —comenta con alegría, saliendo de su consultorio.

Los omegas estériles presentaban síntomas desde la juventud o adolescencia, como menos duración en el celo, o irregularidades, algunos hasta perdían el deseo sexual completamente. Pero Draco no había tenido estos síntomas en su juventud. Sus celos eran esperados, regulares, y con libido, las características perfectas para esperar a un omega fuerte y fértil.

Pero eso cambió cuando se casó con Theo. Creyeron que quizá intentándolo durante el celo, Draco podría quedar en cinta más fácil, pero eso no pasó ni en sus días fértiles, ni en los otros. Al inicio pensaron que podía ser normal por ser el primer intento, ya que no todos los omegas lograban quedar en cinta en el primer celo junto a su alfa. Pero luego de múltiples intentos, se dieron cuenta que algo definitivamente no iba bien. Eso no era normal.

Desafortunadamente luego de los resultados de Draco y su negativa para seguir un tratamiento que le daría una esperanza de cincuenta-cincuenta, el matrimonio sólo había durado dos años.

Cuando llega a la recepción se encuentra con ella de espaldas, y no puede evitar sonreír, acercándose.

—¡Lovegood! —la omega voltea ante el llamado, y Draco corre hacia ella con los brazos abiertos una vez que la divisó en el pasillo con un montón de enfermeras y doctores alrededor, compañeros de trabajo que se alegraban de su presencia.

—¡Malfoy! —ella sonrió y le correspondió el gran abrazo de oso que le dio, sorprendiéndose un poco por su fuerza—. ¡Tanto tiempo!

—Se te ha extrañado tanto, Luna... —menciona melancólico, sosteniendo sus manos—... No pude estar en el nacimiento de tu hijo, y tampoco visitarte estos meses porque realmente he estado tan ocupado que no sé ni dónde tengo mi cabeza, lo lamento tanto, soy un mal amigo...

Luna mira su mirada arrepentida mientras la dirige al suelo, ella sonríe y niega. Ella como doctora sabía lo que era trabajar hasta treinta y seis horas seguidas sin parar. Por supuesto que lo comprende.