Don't fall in love with Harry Potter

7. I'm yours

La tarde era gris, y la lluvia empapaba a tres figuras bajo el faro de la acera. El frío le calaba hasta los huesos a uno de ellos, y el cárdigan que llevaba ni siquiera le ayudaba mucho, incluso le pesaba por todo el cuerpo. El agua de la lluvia se escurría por toda su ropa, dejándolo tembloroso y con sus labios azules.

—Harry... Dime que todo es una mentira... ¿Q-Qué significa todo esto? —Draco preguntó en un hilillo de voz, sintiendo cómo sus mejillas se mojaban, ni siquiera podía distinguir si se trataba de la lluvia o sus lágrimas.

Pero su vista estaba nublada y su corazón dolía, su omega estaba acurrucado en un rincón, lleno de tristeza por las palabras que su alfa hace tan solo unos segundos le había dicho.

—Lo que escuchó... Malfoy. Creo que mi lobo se equivocó porque usted no es lo que esperaba —dice seriamente, sujetando a la hermosa omega que tenía a su lado de la cintura—. No tiene nada que ofrecerme, y no es lo que estoy buscando... Descubrí a alguien más que me ofrece todo lo que necesito —se voltea a la omega y ambos rozan sus narices cariñosamente.

El omega de Draco aulló con dolor y se encogió en su interior, con las orejas agachadas, desangrándose por dentro. No era posible que realmente estuviera escuchando esos de sus labios cuando hace tan solo unos días Harry le había dicho cuánto lo amaba y quería a su lado aún a pesar de su condición.

Todo había sido una farsa, ¿cómo no pudo verlo venir cuando le pasó lo mismo con Theo? Su destinado lo estaba dejando por la misma razón, como el primer alfa que tuvo. Ni siquiera debería sentirse herido, tuvo que haber sabido que Harry con una edad tan joven, no iba a soportar su condición. No cuando tenía hermosas y hermosos omegas insinuándose por donde pasara, tenía hasta de dónde escoger.

Draco se sentía herido y traicionado, no le dolía tanto que lo rechazara por su condición, sino la mentira de siempre estar a su lado, para proteger y amarlo.

—P-Pero me dijiste que me amabas, que estarías aquí conmigo —Draco no puede soportarlo más y su labio inferior tiembla, avisándole del gran peso de lágrimas que se avecinaban—. Eres mi alfa... M-Me prometiste que me protegerías...

—Pues creo que queda claro que ya no lo soy más —comenta dándole un beso a la omega—. No me malentienda, Doctor Malfoy... Pero me di cuenta que a futuro... No es lo que busco. Y lamento esas promesas vacías —se acerca, mirándolo directamente a los ojos—, espero que encuentre a un alfa que lo ame. Adiós.

Harry comenzó a alejarse junto a la omega con un paraguas, y Draco se quedó bajo el faro solitario, sintiendo sus piernas flaquear y su corazón resquebrajándose por cada paso que Harry se alejaba de él. Su omega lloraba por el rechazo de su alfa, temblando y aullando en un rincón como un cachorro recién abandonado.

Las lágrimas y la lluvia cubrieron su vista, nublándola por completo, pero era más el dolor que sentía que no se dio cuenta cuando comenzó a llorar sobre la acera, y se dejó caer sobre sus rodillas, preguntándose que había hecho mal.

—¡Harry, vuelve! —gritó con dolor, llamando a su alfa, pero sólo obtuvo un profundo rechazo. Su silueta se estaba perdiendo entre la lluvia torrencial y ya no podía divisarla—. V-Vuelve, te lo suplico, p-por favor... — cubrió su rostro con ambas manos, sintiéndose miserable.

¿Así terminaba todo? ¿Encontró a su destinado y este se alejaba tan fácilmente? ¿Por qué su alfa lo rechazaba?

Quería darle todos los cachorros que Harry quisiera, no le importaba con tan de ser feliz y hacerlo feliz, el anhelaba formar una familia, pero Harry no le dio la oportunidad porque... Él ni siquiera era capaz de concebir.

Y entre el llanto desesperado y lastimero del sueño, Draco abrió sus ojos de repente, asustado. Sus mismos jadeos lo hicieron despertar con un río de lágrimas que bajaban por su rostro, mojando la almohada.