HYSTERIA [HAPPINESS KDRAMA]

A WEEK AGO 2

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A WEEK AGO (PART 2)
H

ysteria.

                       EL TENIENTE HAB TAESEOK INTERCEPTO A HYORI CUANDO ella salía apresurada de la sala de internos, iba escoltado por militares vestidos de trajes contra fluidos que parecían formar una barrera inquebrantable al rededor del hombre. La charla se había extendido lo suficiente como para continuarla en el despacho de la mujer incluso después de confirmar que ella no había salido herida, por ende no tendría que prestar la cuarentena, pero si se había comprometido en dejar unas muestras sanguíneas al día siguiente. La mujer claramente estaba preocupada para entonces, el rebrote de una nueva posible enfermedad indicaría histeria colectiva y el doble de trabajo en donde claramente arriesgaría su vida. Los recuerdos de la anterior enfermedad que termino en pandemia y acabo con muchísimas personas llegaron a su mente y un escalofrió había recorrido su columna; cuando el coronavirus ataco ella, hasta el momento, era una residente que luchaba el día a día para terminar su especialidad y en donde se aisló por meses de su esposo y familiares cercanos, eso ya hace más de 3 años.

— La enfermedad no se trasmite por microgotas, así que no se preocupe por estar en el mismo ambiente que un infectado —comentó el teniente al otro lado de la mesa, firmando un documento y acercándoselo luego a la mujer para que hiciera lo mismo —. Es un contrato de confidencialidad.

— ¿Seguro de que no se trata de algún alucinógeno? —cuestiono la mujer.

— ¿Qué le hace pensar eso?

Hyori cerro los ojos y luego se paso la mano por su frente, pensativa.

— Confeso tomar suplementos dietéticos para tratar una cefalea -leyó el documento cuidadosamente, hizo una leve pausa—. Usted y yo sabemos que unas vitaminas no van a controlar una migraña en cuestión de minutos.

Firmo el documento y lo deslizo por la mesa, el teniente doblo la hoja y la guardo en su chaqueta. Tenia la vista fija en la mujer, se notaba su cansancio a kilómetros, pero su postura parecía inquebrantable; con cuidado se saco los lentes y se llevo su mano derecha al puente de su nariz, cerrando sus ojos y suspirando. Por un segundo, Hyori pensó que el hombre no tomaría en serio su declaración, sin embargo, lo que dijo a continuación solo hizo que se interesara más en el tema.

— ¿Por casualidad le dijo que le ayudaban a concentrarse?

Hyori saltó de su asiento.

— ¡Sí! —se llevo los mechones sueltos de su cabello suelto hacía atrás—.¿Pero cómo lo supo?

— Usted es la segunda persona, no infectada, que se entera de ese efecto. ¿Tiene en su poder esas pastillas?

— Iba por ellas, no las encontré en su casillero, tal vez en su casa, iré después del trabajo, conozco a su madre y ella probablemente me ayude.