HYSTERIA [HAPPINESS KDRAMA]

HYSTERIA

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HYSTERIA
Prólogo.

La locura nos rodea, nos abraza, nos transforma.

Su corazón retumbaba en sus oídos mientras su esposo la abrazaba por la espalda, ambos miraban fijamente como las luces de los demás departamentos de los edificios del frente se iban  apagando con el transcurso de las noches. Hace solo unos días no pensaron que los demás edificios caerían primero que el suyo.

Woojin movió a un lado el cabello de su esposa y beso suavemente el arco de su cuello haciendo que ella sonriera levemente y girará a verlo. El miedo era evidente en la mirada de ambos, y es que el solo hecho de imaginarse el uno sin el otro hacia que sus corazones se estrujaran en el dolor de pensar en las posibilidades de una desgracia. Hyori tomo la mano de él y la entrelazó con la suya, apretándola con fuerza.

— Cuando esto termine tomemos unas vacaciones, viajemos a París. Hagamos un picnic bajo la torre Eiffel —propuso Woojin cerca a su oído y con voz apacible—. Visitemos galerías de arte, a ti te encantan las galerías de arte, adoptemos un perro o un gato, ambos mejor. A uno lo llamaremos Nabi y al otro Tsuki... 

— ¿Quieres comer junto a las ratas parisinas? —lo interrumpió Hyori, riéndose.

Woojin hizo un puchero.

— Mi amor, acabas de arruinar el ambiente. El romance se sentía en el aire, la esperanza también, pero más el romance.

Hyori sonrió, si el objetivo de Woojin era generar tranquilidad y quitarle peso al ambiente, lo había logrado, en ese momento sintió como si todo hubiese regresado a la normalidad.

En ese momento eran solo ellos dos en su hogar.

La mujer le dió un último vistazo a la noche, antes de cerrar las cortinas y volver a los brazos de su esposo. Él la abrazo con fuerza.

Un estruendo fuerte se escuchó desde afuera, en las escaleras, ambos hicieron silencio, atentos, devolviendo sus pensamientos a la realidad.

— Voy a apagar la luz de la cocina —informo Hyori, safandose del abrazo y caminando con sigilo hacia el interruptor.

El interior del apartamento quedó en penumbras. La silueta de Woojin se movió entre ella y se paró en frente del intercomunicador, parpadeo varias veces cuando la pantalla se encendió, Hyori se acercó a él y se llevó una mano a la boca, asustada. Del otro lado la sonrisa desquiciada y llena de sangre del desconocido hizo que la piel se les pusiera de gallina, la sangre cubría su rostro y ropa.