Sinae Unicornis - Aether x Ganyu (Volumen 1)

Capítulo 1: Mi existencia - Parte 2

Nuestro viaje en busca de mi hermana no ha cesado en lo más mínimo, la ciudad de Liyue, más bien sus alrededores esconden muchos secretos que he estado investigando durante bastante tiempo, es probable que haya pasado casi un mes desde que llegué aquí, aún así me han sido esquivas las pistas sobre mi hermana. Pese a ese mal resultado no he perdido las esperanzas de siquiera hallar un mínimo indicio sobre su paradero.

-"¡Hey! ¡Aether, levanta ese ánimo, ya estamos por regresar a la ciudad!" Fui interrumpido por la pequeña a mi lado tan revoltosa como de costumbre.

-"Aunque parezca triste a tu mirada, simplemente me encuentro pensativo sobre nuestro siguiente paradero, las pistas no han sido de mucha ayuda."

-"Aunque no hayamos encontrado aún pistas de tu hermana, sin duda hemos resuelto muchos misterios que la ciudad no pudo resolver."

Esas palabras junto a su risueña mirada me devolvían algo de alegría que había perdido en estos meses. Esas mismas palabras me hicieron recordar aquel suceso de hace semanas en la ciudad; un Arconte otorgando su gnosis al enemigo por medio de un contrato, y ahora ese mismo Arconte que fingió su muerte le otorga de esa manera las tierras que tanto tiempo protegió a las humanos.

¿Son realmente los Fatui los enemigos? ¿O es que ese reino superior es el verdadero enemigo? ¿Puede que ellos tenga las respuestas a mis dudas, y del paradero de mi hermana?

-"¡Vamos! ¡Paimon tiene mucho hambre, tu comida es deliciosa, pero Paimon no puede esperar para estar cerca de mucha comida!"

La pequeña fuerza de Paimon comenzó a jalarme con dirección a la ciudad a más rapidez, su objetivo era claro, y era algo que me parecía molesto hace un tiempo, pero se ha esforzado tanto últimamente que replicar no es necesario, aunque tampoco serviría de mucho.

-"Recuerda que después de nuestra merecida comida, debemos informarle la situación actual del valle de piedra a Lady Ningguang."

-"Cierto, cierto; ¿qué debería comer hoy?"

Sin duda alguna no serviría de mucho.

-"¡Hazme caso cuando te hablo Paimon!"

.

.

.

-"¡¿Una carta de renuncia?! ¡¿Qué?"

-"No exactamente, pero podría decirse que sí, léela."

Ningguang había interrumpido mi ajetreado día con una noticia que al principio solo pensé que se trataba de una más de sus bromas estúpidas que tanto le gustaba realizar contra mí; su mirada me daba otra respuesta conforme me explicaba lo que en aquella pequeña nota de papel decía. Una vez la tuve en mi mano, me di cuenta que no era una sus bromas estúpidas.

-"¡¿Pero que le pasó a Ganyu?! ¡Ella es de vital importancia para la nosotros!" Golpeé con fuerza mi escritorio sin terminar de leer la pequeña nota de Ganyu por la frustración.

-"Me gustaría poder hablar con ella al respecto, pero nadie sabe su paradero, desapareció sin decir nada, únicamente dejó esa nota.

-"Ningguang, ¿crees que le haya afectado mucho su desempeño últimamente?"

-"Sin duda alguna debe tratarse de eso." Respondió con calma.

-"Es probable que haya regresado al territorio Adéptico, ¿no crees?"

-"También supuse que podría ir hacia allá, pero Cazador de Demonios me asegura que su presencia no se ha asomado en lo más mínimo a su territorio."

Estaba realmente sorprendida de saber que Ningguang mantenía contacto con un Adeptus tan importante durante la batalla con aquel Dios Antiguo. Preferí ocultar mi sorpresa ante su erguida postura que me demostraba control absoluto de la situación, era como si ya hubiese estado preparada para que algo así llegara a suceder, entonces...