Capitulo II

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Joseph

—Dime que te he hecho—me dice la persona que está amarrada de las muñecas en la silla al igual que sus piernas.

—Ni siquiera te conozco— le digo al hombre que está a espaldas tras de mi.

—¿Porque me tienes aquí?—dice con su tono de voz asustando.

—Pasatiempo—me encojo de hombros.

—Déjame ir, no le diré a nadie.

Así que lo miro y trata desesperadamente en zafarse cosa que no logra.

—No lo haré—miro al nuevamente a la mesa que tengo frente de mi.

—¿Qué me harás?—su voz ya me aburrió.

—Cállate hablas mucho, me aburres.

—¿Qué me harás?—vuelve a preguntar.

—Te mataré.

—¿Qué? ¿Porqué?—se escuchan sus sollozos.

—Porque quiero y puedo— me limitó a decir.

Tengo diferentes instrumentos médicos en la mesa, tomó uno de los varios bisturí que tengo y agarro un número de hoja para ponérselo, con eso me volteo y camino hacia el tiene los ojos vendados así que no es necesario andar cubierto.

Tomó uno de sus brazos y me enfocó en su antebrazo, pero no deja de moverse.

—Déjame, déjame—me dice.

—Estate quieto, prometo no lastimarte mucho.

—¡Mientes¡.

—Lo sé.

Buscó una de sus arterias podría desangrarse pronto o tal vez no, hago un corte algo profundo y el grita acción que me lleva a taparle la boca con lo primero que hayo, nadie lo va a venir a buscar y ni escuchará pero ya me tenía hartó, hago la misma acción con el otro antebrazo, miro con fascinación como gotea su sangre y cae en los botes que tenía preparados.

Corto una que otra arteria más en otras partes de su cuerpo, me podría ir a las venas, pero es pronto, está comenzando a debilitarse el cuerpo ni modo si ya ha perdido mucho, comienzo con la primera vena de la pierna izquierda tomó la del femoral y sigo y sigo por otro rato hasta llegar a la yugular y cuando llegue ahí se habrá acabado todo.

Cae inconsciente el hombre

—Despierta aún no he terminado contigo—palmeo su cara, no reacciona, bueno no quería hacer esto, me dirijo donde hay un bote con agua adentro y se la tiró solo así despierta.

—Mucho mejor.

Es el momento corto poco a poco la zona y veo cómo sale la sangra que me salpica el rostro, paso mi dedo por mi cara y se llena de sangre que pruebo hasta algo salada, en unos segundos habrá muerto, ahora sólo escucho sus quejigos, su lastima antes de que deje de respirar.

Me alejo para admirar mi obra de arte

—¡Mierda!—exclamo—Ha quedado bien—lástima que me tendré que deshacer de el así como los anteriores, ya he perdido la cuenta de cuantas personas han sido.

Lo agregare a la lista como Desconocido 4 o es el 5, los demás están registrados por apellido, Bennet, Collins, Cooper, González, Gray, Kelly, Mendoza, Ortiz, Peterson, Reed y Rojas y muchos más...

—Aún sigues con eso—hablan detrás de mi.

—Acabo de terminar—me volteo hablarle.

—Supongo que es mi turno de limpiar.

OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora