No podía creer lo que estaba sucediendo, su apuesto jefe la estaba besando, era un beso de verdad, no como el único e inocente beso que le habían dado en su vida; Steven en cuarto grado. Podía sentir como su lengua y su cálido aliento invadían su boca, ella seguía aferrada a sus hombros mientras él con una mano rodeaba su cintura y la otra la hundía en su cabello.
Se separaron por falta de aire, Jamie deslizó su pulgar por los labios de Dakota que estaban hinchados después del apasionado beso. Como si pudiera leer su mente Jamie le dijo:
-No huyas por favor.
-Señor Dornan...esto no es correcto.
-Jamie, Dakota, solo Jamie tutéame.
-No puedo, usted es mi jefe.
-Dime no sientes esa atracción que hay entre tú y yo?
-Si, pero...-De inmediato Jamie volvió a atacar los labios de Dakota, quería demostrarle con besos todo lo que sentía. El teléfono de Jamie comenzó a vibrar, su chofer lo estaba esperando para revisar unos terrenos con un cliente. Se separó de Dakota.
-Hora de irnos señorita Griffith, continuaremos después.-le dijo con una gran sonrisa.
-Irnos? A dónde?
-Tengo una reunión con un cliente, Anne está ocupada así que usted me va a acompañar. Lleve eso al archivo por favor y nos vemos en mi auto en diez minutos.
-Entendido señor.- Dakota tomó los contratos, pasó a su escritorio por su bolso y corrió al archivo, después pasó al baño y mientras se veía al espejo tomaba aire, llevaba un par de días conociendo a su jefe y había algo entre ellos, una atracción muy fuerte. Se tocó los labios y cerró los ojos pensando en Jamie y en la increíble forma en que la había besado. Volvió a la realidad, se le hacía tarde para la reunión así que salió del baño y tomó el ascensor, llegó al estacionamiento subterráneo y ahí estaba Pete el chofer de Jamie abriendo la puerta para que ella entrara.
Viajaron en silencio durante casi cuarenta minutos y así llegaron a los terrenos ubicados a las afueras de la ciudad.
-Vamos, nuestro cliente llegará en cualquier momento- Jamie le tendió su mano para ayudarla a bajar y se dirigieron a una carpa que instalaron en donde llevarían a cabo la negociación. Minutos después llegó su cliente, un magnate del petróleo que estaba interesado en construir unos edificios y una mansión como regalo de bodas para su hija. Dakota observaba atentamente a los dos hombres mientras negociaban, no podía apartar la vista de su jefe; tenía que reconocer que la atraía y mucho, su voz y sus ojos grises la hipnotizaban y esos labios definitivamente eran su perdición, le gustaba su jefe no lo podía negar, pero no era correcto ella era tan solo su empleada y además él ni siquiera sabía quién era ella en realidad.
Cerraron ese trato y así pasaron dos semanas más en las que Dakota acompañaba a Jamie a las reuniones, a supervisar las construcciones, pasaban mucho tiempo juntos y así poco a poco fueron conociéndose y descubriendo cosas el uno del otro como que Dakota era alérgica a las nueces, amaba los tulipanes, los atardeceres y el café con leche y que era diseñadora de interiores. Que Jamie odiaba los espárragos, dibujaba excelente y por ello era no sólo el jefe; sino uno de los arquitectos de la compañía y su familia vivía en Londres.
Era viernes por la tarde y faltaban cinco minutos para irse a casa, no si antes llevarle a Jamie un café ya que se quedaría trabajando hasta tarde.
-Le traje, perdón te traje esto- Jamie la miraba encantado mientras ella ponía sobre su escritorio una taza con café, lo tuteaba únicamente cuando estaban solos pero era un avance.
-Gracias Dakota, no sabes lo fan que me he vuelto del café así- y es que ahora Jamie lo tomaba con leche gracias a su bella asistente.-Me gustaría saber qué planes tienes para mañana?
-Tal vez salga a cenar con Anne- es enserio Dakota? Se regañaba mentalmente, pero la ponía nerviosa que Jamie le preguntara por sus planes de fin de semana. Justo en eso tocaron a la puerta.
-Adelante- respondió Jamie algo tenso por la interrupción, aunque cuando vió que se trataba de Anne sonrió.
-Señor traigo su correspondencia.-dijo Anne entregándole unos sobres.
-Gracias Anne, por cierto necesito hacerte una pregunta.
-Dígame señor.
-Cenaras con Dakota mañana?
Dakota la veía suplicándole que dijera que sí.
-No tenemos ningún plan.-Anne sonreía.-estará libre, sería fabuloso si alguien la invitara a salir.
-Perfecto Anne, gracias.-Jamie era todo sonrisas.-Que pases un excelente fin de semana.
-Traidora.-murmuró Dakota.
-Gracias señor, hasta luego.-te veo en cinco minutos en el baño le susurró a Dakota.
-Ya que al parecer estarás libre Dakota, me gustaría invitarte mañana a la cena de compromiso de un cliente, me harías el honor de acompañarme?
-Jamie...yo...-rayos quería ir con él.
-Por favor se mi acompañante.
Dakota dejó de darle vueltas y aceptó.
-Iré contigo.
Un par de minutos después de acordar donde se verían, Dakota fue al baño en busca de Anne.
-Eres una traidora.-decía Dakota mientras se acercaba a Anne que sostenía en su mano una bolsa marrón.
-Lo siento cariño pero ese hombre se derrite por ti y moría por invitarte a salir y tú estabas a punto de decirle que no, saldrás con él verdad?
-Gracias a mi amiga la traidora si.-Dakota observó a Anne algo nerviosa.-Anne que tienes ahí?
-Son pruebas de embarazo.-estaba con los ojos cristalinos.- Aún no me las hago, te estaba esperando.
-Oh Anne, todo saldrá bien.
Anne tomó las pruebas y entró al sanitario mientras Dakota continuaba con la charla para no ponerla nerviosa, sabía que su amiga anhelaba más que nada ser madre.-Iré a tu casa mañana a arreglarme, Jamie insistió en pasar por mi así que le dije que tú me ayudarías con el peinado.
-Muy inteligente de tu parte, lo ves soy tu hada madrina. -decía Anne mientras salía del sanitario con las pruebas en la mano.-Tenemos que esperar dos minutos dijo mientras ponía el cronómetro en su teléfono.
-Si te soy sincera estoy muy emocionada por ir con Jamie, pero me preocupa que alguien puede reconocerme.
-Tranquila eres experta en hacer que nadie te reconozca y obviamente como serás la más bonita de esa fiesta no creo que tarden mucho ahí.- Anne le hizo un guiñó. Justo en ese momento su teléfono sonó, los dos minutos habían pasado. Ambas vieron las pruebas y se abrazaron mientras lloraban juntas; el resultado: positivo.
-Voy a ser tía!! Qué emoción!!!-Dakota estaba muy feliz por su amiga.
-Esto es increíble, David y yo seremos padres, es lo mejor que ha pasado.-Anne lloraba emocionada. Ambas salieron de ahí planeando como Anne le daría la noticia a su esposo y para la cita de Dakota.
Jamie estaba nervioso y emocionado, sabía que no era el mejor plan de cita con Dakota pero estaba seguro de que sí le decía directamente que era una cita ella se negaría, así que empezaría de a poco y la próxima vez planearía algo especial para ella. Llegó al departamento de Anne y tocó a la puerta y cuando abrieron se quedó sin respiración, ahí estaba Dakota preciosa enfundada en un elegante vestido rojo que resaltaba sus curvas y la hacía lucir espectacular.
-Estás bellísima.
-Gracias tú también estás muy guapo.
Jamie le ofreció su brazo y la ayudó a subirse al auto.
Mientras él conducía platicaban sobre los diversas proyectos que la empresa llevaría a cabo y fue así que Jamie le dijo que estaba pensando en dejarla a cargo del diseño interior del siguiente edificio.
Llegaron a una elegante mansión donde montaban guardia cientos de fotógrafos.
-No quiero hacer esto, no me malinterpretes. Me encanta tu compañía pero no me gustan los fotógrafos.
Jamie se alegró al oírla decir que le gustaba su compañía y si ella no se sentía cómoda con los fotógrafos él la protegería.
-Tranquila, entraremos por la puerta trasera.
-Gracias.
Minutos después ella y Jamie estaban en la mesa charlando cuando llegó el anfitrión de la fiesta a saludar. Dakota aprovechó el momento para ir al sanitario, cuando estaba por salir escuchó que alguien discutía; era la voz de Jamie.
-Entiéndelo no hay nada entre tú y yo.
-Jamie cariño, no me digas que es por esa tipa insignificante que viene contigo, es una insípida.-la mujer se abalanzaba sobre Jamie y él buscaba la forma de retirarla.
De inmediato Dakota la reconoció era la insistente rubia ;Samantha. Tenía que reconocer que hervía de celos al verla tocar a Jamie y escucharla llamándolo cariño.Ella conocía muy bien a las mujeres como Samantha y sabía cómo hacerles perder la cabeza. Rápidamente abrió su bolso y sacó su labial, viéndose al espejo mientras se retocaba los labios ideaba lo que haría a continuación, le daría su merecido a esa mujer.
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Hola!! Feliz Año Nuevo!! Les deseo que sea un gran año lleno de cosas maravillosas!!
Quiero darles las gracias por leer las historias y por sus votos. Me gustaría saber que opinan de esta historia, si les está gustando y eso.
Voy a tratar de subir más seguido, les agradezco mucho su apoyo, saludos!!
