Riendo juntos, llorando juntos, al parecer estas simples emociones lo eran todo para mi.
-— Hyunjin, es hora de irnos. —- Ordenó el Alfa al Omega que se encontraba jugando con unos lápices que habían en el escritorio de su pareja, el menor asintió empezando a ordenar y una vez ambos estuvieron listos, fueron directo al ascensor. —- Hueles a otro Alfa. —- Escupió Seungmin de manera seca al darse cuenta que su Omega, otra vez llevaba ese asqueroso aroma que no era de él, miró directamente el rostro de el menor y pudo ver como éste soltaba un risa nerviosa junto su rostro sonrojado, por vergüenza quizá.
—- Ah Minnie, ¿De qué hablas? Con el único Alfa que estoy es contigo... —- Habló nervioso y desvió la mirada, pero él no era tonto, sabía cómo persuadir a su querido e imbécil novio.
Se acercó a su Alfa y empezó a dar caricias melosas en su pecho, mientras que sus gruesos y esponjosos labios empezaron a besar la piel del cuello del mayor, que poco a poco el tema fue desechado en su mente y tan solo se centró en las lamidas de su pequeño novio, soltó un gruñido y con uno de sus brazos tomó al Omega de la cintura con firmeza para pegarlo a el de manera posesiva, dejándose llevar ahora por su punto débil. Sus labios se unieron formando de inmediato un beso húmedo y desesperado por parte de ambos, poco les importó que estuvieran en un ascensor y que en cualquier momento podría entrar algún desconocido, ellos se estaban besuqueando en la esquina de el elevador sin que algo los detuviera.
Un sonido molesto, joder no.
El gran Alfa se separó molesto dejando a su pareja necesitado, sacó su teléfono escondido del bolsillo del pantalón y contestó la llamada entrante con su ceño fruncido, un obvio enojo en el tono de su voz, habló.
—- ¿Qué pasa?
-— Seungmin, necesito que vengas, hay un niño que quiere trabajo y no deja de insistir, deberías echarlo.
—- ¿Por qué no lo echas tu? Estoy ocupado. -— Bufó, tomó la mano de su pareja para llevarlo fuera de el ascensor ya abierto, caminaron juntos hasta el estacionamiento, mientras el mayor hablaba con uno de sus trabajadores. —- Si, ya voy. —- Cortó. —- Hyunjin sube.
El Alfa estaba notoriamente molesto, y eso le afectó al menor.
Si, que hipócrita.
Llegaron a una de las cafeterías más famosas de Seúl, una de las jóvenes también, donde Seungmin tenía trabajadores muy bien capacitados, buena seguridad, buena atención y sobre todo; buen producto. Seungmin no era capaz de aceptar a un trabajador que no tenga como mínimo nivel tres de experiencia, no se dejaba llevar por las penas de las personas que necesitaban trabajo, era firme y estricto en ese sentido.
Ingresó al local y caminó directo a los interiores, donde se encontraba su oficina, su Omega lo seguía como un cachorro, sumiso y dependiente de el, se encargó de que este lo esperara afuera en lo que hablaba con el "niñato" que ya estaba esperando dentro de la oficina de Kim.
Por otro lado Chan se encontraba un poco nervioso, pues la oficina del jefe estaba llena de su aroma, cosa que hizo a su lobito saltar de emoción y rodar cuál gusanito emocionado, se sobresaltó más al escuchar la puerta abrirse y pasos acercarse, inmediatamente se levantó haciendo una corta reverencia ante la alta figura que de manera grosera, lo ignoró.
—- Sé breve, no tengo mucho tiempo. —- Paró al menor y se sentó en su asiento, mirándolo con atención y sorprendiéndose casi al instante al ver a un lindo Omega frente a sus ojos, sus ojitos marrones oscuros, sus mejillitas levemente abultadas y ruborizadas al igual que sus labios rosas, su piel, se veía tan delicada y blanca, tal y como un muñequito de porcelana; frágil.
-— A-ahm... Me llamo Christopher Bang Chan... Tengo 19 años y vengo por trabajo. —- Su voz, tan suave y a la vez un poco chillona, era una mezcla perfecta de tonos que creaban armonías relajantes.
Pero el Alfa no se dejaba llevar, se repetía una y otra en su cabeza; Hyunjin, Hyunjin, Hyunjin.
—- ¿Cuánto tienes de experiencia? —- Preguntó con seriedad, viendo cómo el pequeño Omega se ponía nervioso al instante que el lo miró fijamente.
—- Y-yo... Soy bueno cocinando cualquier tipo de comidas... Acabo de llegar a Seúl y en verdad necesi-
—- ¿Algún certificado o currículum? ¿Nada? -— Suspiró. —- No te puedo aceptar así como así, ¿Eres consciente de que con un pequeño error en la cocina se pierde clientela?
—- Puede ponerme a prueba, sé mis fortalezas y si soy consciente de lo que me dice y de lo que puede suceder.
Oh no, el Omega estaba convenciendo al gran Alfa.
Seungmin comúnmente recibía frases como, "Prometo hacerlo bien" "Puedo aprender" "Necesito el dinero" y entre otras estupideces más, pero este Omega se veía seguro y decidido, el quería el trabajo e iba a luchar por ser contratado. Eso realmente lo sorprendió, tuvo curiosidad por conocer más a profundidad al Omega, y este era un buen comienzo.
—- Tendrás una prueba con el chef principal, el decide si trabajas o no, valora esta oportunidad y estudia.
—- ¡Gracias! -— El Omega no pudo evitar sonreír y soltar un pequeño chillido de emoción por la felicidad que estaba sintiendo, lo había casi logrado, podría desmostrarle a su madre que el si podía hacer algo bien.
Tal vez así me perdonen.
Por otro lado el mayor sintió como su Alfa amargado temblaba al ver la linda sonrisa de ese tonto Omega, y no solo su Alfa quedó embobado, él también.
Se dió una bofetada mental, repitiéndose en su cabeza; Hyunjin, Hyunjin, Hyunjin.
-— Bien Christopher, mañana te espero aquí, a las seis de la tarde, llega puntual.
-— ¡Gracias Señor!
El corazón del castaño palpitaba lleno de emoción, era el primer trabajo en el cual lo contrataban, después de tanto esfuerzo en confiar de sus habilidades novatas, logró transmitir confianza para ser elegido, daría todo de sí, demostraría que el era mucho más y que valía más.
Algún día, algún día volvería a Australia con dinero en su billetera y se lo daría a su familia para que puedan vivir tranquilos, tal vez algún día vuelva a ver a su madre quien era personaje principal desde los inicios de su historia, a pesar de todo el mal que le habían causado el los amaba, simplemente era cuestión de tiempo, esperaba que fuera solo eso y llegaran a perdonar su defectuoso cuerpo.
Entre billones de personas en el mundo, te escogería siempre a ti.
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Manos De Ángel (SeungChan)
Fiksi PenggemarChan es estéril, o eso es lo que cree. Es comparado y maltratado por su familia, y es expulsado de Busan. Él decide comenzar su vida en la capital, donde trata de sobrevivir con algún trabajo común, así conoce a Kim, quien, sin saber de su situación...